A lo largo de las próximas décadas, los sistemas de energía se van a basar en generadores renovables en red a gran escala, instalaciones para almacenamiento y consumidores. Este diseño podría compensar las inevitables fluctuaciones en producción de los sistemas de energías renovables, además de mantener unas redes de energía estables. A su vez, las partes interesadas pueden desempeñar de forma simultánea varias funciones en el mercado de la energía como, por ejemplo, la producción y el consumo de energía. Aunque esto podría incrementar de manera proporcional la complejidad del proceso de gestión, la falta de procesos de gestión predominantes y automatizados hace que nuestro objetivo se encuentre aún lejos en estos momentos.
Ya ha comenzado la transferencia de las tecnologías que han demostrado ser críticas para el control de entornos complejos de TI y TIC en otros sectores. Las infraestructuras físicas y los procesos de control se están volviendo cada vez más interconectados a través del IoT, de sensores y actuadores omnipresentes y de la cada vez mayor capacidad de procesamiento del análisis del Big Data. Sin esta transferencia, no sería posible ni el diseño ni el control de las futuras infraestructuras complejas y muy conectadas. Como consecuencia de ello, los suministradores de infraestructuras serán grandes beneficiarios del IoT. Las compañías del sector de la energía, por otra parte, esperan reducir sus gastos, incrementar la productividad y acceder a nuevos mercados mediante inversiones en IoT, automatización, gestión y Big Data.
SEGURIDAD EN EL IoT
Sin embargo, el IoT – que conecta con facilidad los mundos físicos y virtuales-, no solo proporciona ventajas como una mayor flexibilidad y eficiencia, sino que también ofrece una mayor complejidad e incorpora nuevos riesgos, incluyendo los ciberataques.
En entornos con dispositivos heterogéneos, los mecanismos para protección completa de datos y de seguridad se están convirtiendo en unas herramientas cada vez más esenciales. Muchos de los dispositivos descubiertos por el motor de búsqueda Shodan– una base de datos de sistemas o cosas conectadas a internet – son cámaras de Internet en casas privadas a las que piratas informáticos tienen acceso y otros componentes que pueden accederse a través de la Web. Claramente, aunque se supone que los accesos no autorizados no deberían suceder, se muestra la importancia de la seguridad en unos entornos cada vez más conectados.
En la actualidad, los análisis del Big Data se utilizan con mayor frecuencia para la gestión y la seguridad. Mediante la comparación de grandes cantidades de datos y de patrones de datos, el sistema reconoce automáticamente actividades sospechosas, tanto en mundos físicos como virtuales. Los ataques a infraestructuras informáticas se pueden distinguir claramente de los errores, ya que, aunque no podemos evitarlos, se pueden detectar de forma proactiva y se pueden neutralizar para limitar su impacto. Esta “seguridad incorporada” es esencial en el IoT. Asimismo, las compañías con experiencia en la gestión automatizada de infraestructuras complejas tendrán una ventaja sobre sus futuros competidores.
EL EJEMPLO DE LA GESTIÓN DE UN PARQUE EÓLICO
La gestión de parques eólicos es un ejemplo específico de las implementaciones útiles del IoT basado en conceptos de TI y de Big Data en el entorno de la energía. Según la International Energy Agency, la energía eólica representará el 18% de la producción de energía en 2050. Si los parques eólicos continúan gestionándose con métodos convencionales, tendremos que hacer frente a grandes retos.
Aunque cada generador eólico contiene herramientas específicas de software para control y monitorización, en estos momentos existen tipos diferentes de sistemas desarrollados por múltiples fabricantes. Las operadoras o los proveedores de servicios que gestionan y mantienen parques eólicos deben, por lo tanto, saber cómo se usa cada software específico diseñado para cada tipo de componente de la instalación. No hay un nivel de gestión predominante y unificado. El conocimiento se distribuye a lo largo de múltiples sistemas y puede que no se reconozcan los patrones de interferencias repetidos porque no es posible correlacionar los datos de cada sistema individual.
En este terreno, soluciones como el HPE Windpark Manager, que combina el conocimiento de la gestión de entornos informáticos complejo con tecnología para IoT y análisis de Big Data, pueden servir de gran ayuda. Esta solución combina datos de diversas fuentes – sistemas eólicos, de energía o informáticos – para crear una imagen unificada del entorno operativo y permite examinar unos niveles de detalle más profundos. Este sistema también integra y desarrolla aún más los mecanismos de defensa contra los ataques digitales que han demostrado ser fiables en centros de datos. Asimismo, el HPE Windpark Manager se basa en los estándares de proceso de la IT Infrastructure Library (ITIL). Este conjunto de funciones, roles y procesos estandarizados se han mejorado desde los años 80 y han demostrado ser eficaces en la gestión de sistemas informáticos saturados y complejos.
El ámbito completo del HPE Windpark Manager promete la gestión y el control de todo el ciclo de vida de un parque eólico, desde la planificación y la financiación a su construcción, funcionamiento y mantenimiento – hasta el final de su vida útil. HPE aplica el conocimiento obtenido durante décadas de experiencia en gestión de plantas y redes complejas y de gran tamaño – incluyendo grandes centros de datos y redes de telecomunicación. La tecnología aplicada en toda su diversidad, escalabilidad y amplitud, tiene como objetivo satisfacer las necesidades de los usuarios finales muy especializados.