La desafiante situación económica pone de relieve la necesidad de las compañías de desarrollar estrategias y prácticas de RSC que estén verdaderamente integradas en sus operaciones y en su interacción con los stakeholders. Las prácticas empresariales responsables pueden ayudar a las compañías a fortalecer sus marcas y su reputación, a atraer y retener talento, a satisfacer las necesidades de la sociedad, a conseguir una mayor eficiencia y ahorro de costes, y a crear nuevas oportunidades de negocio.
Progresivamente, las compañías van a ir dejando de ver la RSC como un añadido a sus actividades de negocio y van a pasar a tener una visión de ésta como una parte integral de la manera de hacer negocio y como un vehículo esencial de innovación y creación de valor añadido a largo plazo.
Es con este espíritu que 80 compañías globales y 24 organizaciones de RSC forman parte de CSR Europe, la red europea de empresas líder en Responsabilidad Social Corporativa. Se trata de una entidad creada en 1995 por un grupo de líderes empresariales europeos como respuesta a una llamada del presidente de la Comisión Europea Jacques Delors.
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