Trabajando para que las empresas utilicen sus principales activos teniendo también en cuenta los principales retos sociales de futuro. Y no se trata de actuaciones sencillas, de carácter filantrópico, ni tácticas, para obtener resultados a corto plazo; sino estratégicas, relacionadas con el futuro de la empresa. Para ello, deben tomar la iniciativa de diseñar y poner en marcha las actuaciones que mejor respondan simultáneamente a dos preguntas:- ¿Cómo está afrontando la empresa los principales retos relacionados con personas desfavorecidas (inmigración, mayores, discapacidad, educación…)?, y -¿Qué actuaciones tienen un sentido empresarial indiscutible para cualquier accionista, mayoritario o minoritario, por su eficiencia y eficacia?
Es lo que llamamos Acción Social, aunque para entender todo su alcance es mucho más importante el concepto que su denominación. Una Acción Social que ha evolucionado en estos años, pues ya se han sentado las bases de su lógica empresarial. Desde el año 2000 ha habido un proceso de divulgación de casos y números, de análisis de aspectos como el tratamiento dela Acción Socialen la prensa escrita o la percepción de ciudadanos, expertos, empleados o inversores que han permitido que las empresas se puedan apoyar en herramientas de gestión similares a las habituales en otras áreas (casos, datos, análisis comparativos, estudios de percepción, rankings, premios …). En definitiva, se ha pasado del donativo a la gestión apoyada en herramientas, pero ahora hay que dar el salto estratégico.(…)
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