Comienza a ser caduca la, hasta ahora, dominante definición de empresa como una "unidad de producción cuyo objetivo es la maximización del beneficio", a costa de lo que sea. Lo que no va contra la evidencia de que las empresas deben ganar dinero; va contra el empeño de ganarlo a costa de todo. La sociedad pide respeto a las relaciones internas en la empresa, a la calidad de lo que se vende, demandando, tan sólo, que eso sea exactamente como se dice en la etiqueta. Se quiere que la actividad de la empresa trate bien al entorno, no deteriore condiciones de calidad de vida. Se pide una empresa más ciudadana, no incívica sino responsable. Que asuma las preocupaciones sociales y las consecuencias de su acción, en caso de que no responda a estos criterios.
El Libro Verde 1 dela RSE, realizado porla Comisión Europea, ya decía en 2001 que los ciudadanos quieren que se acaben los comportamientos abusivos en el mercado, al explicar que "numerosos factores impulsan este avance dela Responsabilidad Socialde las Empresas:
– Las nuevas inquietudes y expectativas de los ciudadanos, los consumidores, los poderes públicos e inversores en el contexto de la mundialización y el cambio industrial a gran escala.
– Los criterios sociales influyen cada vez más en las decisiones de inversión de las personas o las instituciones tanto en calidad de consumidores como de inversores.
– La preocupación cada vez mayor sobre el deterioro medioambiental provocado por la actividad económica.
– La transparencia de las actividades empresariales propiciada por los medios de comunicación y las modernas tecnologías de información y comunicación."(…)
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