Los movimientos de la empresa se han acortado: las relaciones con los clientes, con los proveedores y, en definitiva, con el mercado han cobrado una agilidad hace pocos años impensable. Este cambio no ha afectado solamente a las empresas de mayor contenido tecnológico, sino que están empapando hasta las estructuras más tradicionales. Basta pensar que hace quince años el correo electrónico era una rareza al alcance de pocos.(…)
En este sentido, la sociedad gestora del parque en colaboración con la Unión Mundial para la Naturaleza-UICN, organismo internacional cuya sede para el Mediterráneo se encuentra en el Parque Tecnológico de Málaga, ha elaborado un catálogo de las especies que se encuentran en el recinto tecnológico.
Otro de los hitos marcados desde el punto de vista ambiental fue la instalación de paneles solares que suministran parte de la energía que se utiliza en el recinto. Éstos no son más que algunos de los varios ejemplos de la aportación de las tecnologías de la información y la comunicación a la Responsabilidad Social de las Empresas, un campo en el que los parques tecnológicos, como sucede en Málaga, tienen la ocasión de convertirse en el modelo a seguir por el conjunto de las empresas.
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