Los diversos laboratorios farmacéuticos son conscientes de que su trabajo está, en esencia, encaminado a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, la salud y el entorno en el que vivimos. Esta prioridad se realiza, además, cuidando de que su actividad aporte valor al conjunto de la sociedad y sea solidaria con sus inquietudes.
La principal Responsabilidad Social de la industria farmacéutica es elaborar medicamentos para mejorar nuestra salud y, en consecuencia, nuestra calidad de vida. Sobre el medicamento descansa nuestro Sistema Nacional de Salud; y los laboratorios, sabedores de la trascendencia de su actividad, realizan fuertes inversiones en I+D para garantizar la eficacia y seguridad de sus productos.(…)
Los logros alcanzados no hubieran sido posibles si cada uno de los agentes implicados -industria farmacéutica, distribución y oficinas de farmacia- no se hubieran sumado a este compromiso refrendado por las autoridades medioambientales y sanitarias.
No hay que olvidar tampoco el papel del ciudadano; quien, de hecho, con un simple gesto, puede mejorar su salud y la de la naturaleza.
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