El nacimiento de la Red Europea RSE+D tiene una enorme relevancia por múltiples motivos, empezando porque las personas con discapacidad representan 80 millones de ciudadanos en Europa, el 16% de la población, y tanto ellas como las organizaciones que las representan son relevantes y legítimos “stakeholders” desde la óptica de la RSE.
En segundo lugar, esta Red explota las posibilidades que abre una nueva competitividad responsable, tanto para la integración de la diversidad, en este caso la integración laboral de las personas con discapacidad y su talento, como para generar nuevas oportunidades de mercado en relación con entornos, productos y servicios accesibles y diseñados para todos/as, algo especialmente significativo en una Europa en proceso de envejecimiento y orientada a implementar nuevos modelos de crecimiento.
En tercer lugar, en el marco político europeo destacan varios hitos recientes en relación con la RSE y la Discapacidad que convierten a esta Red en especialmente oportuna: la estrategia Europa 2020 para un crecimiento inteligente, sostenible e integrador, la ratificación por parte de la UE de la Convención de Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de 2006, o la adopción por parte de la Comisión Europea de la Estrategia Europea sobre Discapacidad 2010-2020. A todo ello se sumará la futura Comunicación de la Comisión sobre RSE. La Red Europea impulsada por la Fundación ONCE ya ha manifestado la necesidad de incorporar la cuestión de la discapacidad en este nuevo pronunciamiento europeo.
Por último, es importante señalar el carácter innovador de esta iniciativa, basada en un enfoque ‘multistakeholder’, al aglutinar a una diversidad de socios de carácter público y privado, así como con una estructura de ‘ejes de trabajo’, liderados por los diferentes miembros y centrados en diversas temáticas, todas ellas clave en el desarrollo de la RSE: indicadores, reporte, e Inversión Socialmente Responsable, eje liderado por la Fundación ONCE y Telefónica; integración laboral y accesibilidad de productos y servicios, liderado por L’Oréal; y el papel de la Administración pública en el fomento de la RSE, incluida la contratación pública responsable, liderado por el Ministerio italiano de Trabajo y Política Social. Se trata, en definitiva, de una “red de redes” con un alto potencial multiplicador.
Sin duda la Fundación ONCE ha dado un importante paso en su larga y consolidada trayectoria de colaboración con empresas, Administraciones y otras entidades públicas y privadas, con este salto para promover la dimensión de la discapacidad en la RSE a escala europea. Por su parte, la involucración en primera instancia de empresas multinacionales punteras como Telefónica y L’Oréal y de Administraciones como el Ministerio italiano de Trabajo y Política Social, así como el interés mostrado por muchas otras entidades que se irán incorporando como colaboradores de la Red, confirman la actualidad y relevancia de la temática de la discapacidad en la estrategias empresariales y organizativas, así como en las políticas y directrices emanadas desde la esfera pública.