Este sencillo gesto, que cada vez realiza más gente, es posible que en unos años tienda a desaparecer. La razón es que se está estudiando la posible implantación de un Sistema de Devolución, Depósito y Retorno. Este nuevo sistema supondría el incremento de 0,25 céntimos de euro por cada producto envasado; una vez consumido, el ciudadano deberá desplazarse para depositar los envases en máquinas instaladas en grandes superficies comerciales si quiere recuperar el dinero pagado por adelantado.
Los envases depositados en esas máquinas serán trasladados a las plantas de tratamiento para comenzar con el ciclo de reciclado que ya existe actualmente con la gestión de los sistemas integrados.
Esto significa que el ciudadano va a ver aumentado el coste de su cesta de la compra, y además ya no va a poder bajar a la calle para depositar el residuo en el contenedor, sino se va a tener que acercarse específicamente a ciertos establecimientos comerciales para que le devuelvan ese dinero que ha adelantado. Pero además, la separación en el hogar y el reciclado se dificultarían un poco más, porque no todos los envases deberían ser trasladados a la máquina, por ejemplo un botellín de refresco sí, pero una botella de vino no.
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