¿Cómo se fomenta e impulsa la Responsabilidad Social desde Arrabe Asesores?
Hemos emprendido numerosas medidas, enfocadas, sobre todo, a la conciliación pero también a actualizar la formación de nuestro equipo, formado por una veintena de personas; a mejorar la relación con nuestros clientes y proveedores y a reducir nuestro impacto ambiental, entre otras.
Por un lado, contamos con planes de formación específicos -interna y externa-, para cada profesional de la compañía.
A esto se suma una amplia lista de medidas de conciliación de vida familiar y laboral, como flexibilidad horaria y calendario de vacaciones flexibles, días extra de vacaciones por antigüedad en la empresa, compensación de horas extras con días de descanso, semana comprimida y jornada intensiva en verano y Navidad.
Además, realizamos otras acciones de apoyo a la familia dentro de la empresa, como facilitar el abandono del lugar de trabajo por emergencia familiar, tres días extra de permiso retribuido de paternidad, posibilidad de ampliar el permiso de maternidad a 18 semanas, reducción de jornada, etc.
¿Cree que las empresas deberían apostar por la RSE en tiempos de crisis económica o deberían priorizar otros factores?
Sin duda, hay que apostar por estas medidas. Por ejemplo, ahora es más necesario que nunca no solo atraer, desarrollar y retener el talento; hay que motivarlo. Eso es lo que hace posible que seamos más innovadores y más competitivos, y las medidas relacionadas con la RSE lo facilitan, ya sea en grandes compañías o en pymes.
Por otro lado, ahora que contamos con menos recursos de cara a las políticas de retribución y recompensa, sobre todo las pymes, el ‘salario emocional’ resulta cada vez más importante para lograr el compromiso de la plantilla y mejorar la productividad.
De hecho, los horarios en España son más largos que en los países de nuestro entorno; sin embargo, somos una de las naciones menos productivas. En cambio, es posible trabajar lo mismo y mejor haciéndolo de un modo intensivo y siendo más organizados, sin necesidad de alargar la jornada.
Otro factor a tener en cuenta es que los inversores son más sensibles cada vez hacia las empresas responsables. Puede que ahora no se note tanto por la crisis pero sólo las empresas que desarrollen una gestión ética serán sostenibles en el futuro, y no hay gestión ética sin RSE. En Arrabe Asesores lo tenemos muy claro y eso nos permite mantener relaciones duraderas con nuestros clientes.
Recientemente Arrabe ha renovado el sello EFR otorgado por AENOR. ¿Cómo valoran este reconocimiento?
Es la confirmación de que estamos haciendo las cosas bien. No basta con que estés satisfecho; hace falta que alguien independiente te evalúe. Además, tras el proceso de certificación desarrollado por AENOR, Arrabe Asesores ha obtenido una de las puntuaciones más altas entre las pymes acreditadas con este sello. Tenga en cuenta que más de 300 grandes compañías y pymes cuentan ya con el sello EFR en Conciliación e Igualdad de Oportunidades, creado por la Fundación MásFamilia, y que está avalado por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. En definitiva, es un orgullo saber que estamos en el ‘pelotón de cabeza’ de los mejores.
También estamos reforzando nuestro compromiso. Arrabe Asesores acabe de unirse une a la Red Española del Pacto Mundial de Naciones Unidas (United Nations Global Compact), que es la iniciativa de ciudadanía corporativa más grande del mundo. Como seguramente sabe, se trata de implantar en la estrategia, de forma voluntaria, 10 Principios de conducta y acción en materia de Derechos Humanos, Normas Laborales, Medio Ambiente y Lucha Contra la Corrupción. Ya formamos parte de este Pacto más de 1.400 empresas y otras organizaciones públicas y privadas españolas.
¿Qué papel juega la ética en su filosofía empresarial?
Ante todo, es una cuestión de principios para mí y, como le decía, está en el centro de nuestra labor. Hacemos nuestro trabajo buscando la satisfacción del cliente y la excelencia, comprometidos con todos nuestros stakeholders, siempre a partir de una gestión ética. De hecho, no puedo entender cómo algunos grandes despachos tienen a sus máximos responsables bajo sospecha de evasión fiscal. ¿Cómo voy a confiar en un asesor legal que no respeta la legalidad?
No sólo eso, me surgen muchas más dudas sobre la ética de los grandes despachos, nacionales e internacionales en España, y sobre el constante ‘trasvase de talento’ entre estas organizaciones y la Administración española, sea del partido que sea. Cada cuatro años -si hay relevo en el Gobierno-, salen de esos grandes despachos muchos de los flamantes nuevos ministros, secretarios de Estado, directores generales y altos cargos del Ministerio de Hacienda. A la vez, entran en estas empresas gran parte de los exministros, ex secretarios de Estado, ex directores generales y ex altos cargos de Hacienda. A partir de ahí, se legisla, se toman importantes decisiones sobre el presupuesto público… En fin, creo que nos hace falta mucha más transparencia para ganar credibilidad en el exterior y ante la propia sociedad española.
Con respecto a los pilares de la RSE, ¿existe alguno al que dediquen especial atención?
Nos hemos centrado sobre todo en la conciliación.
Ustedes saben muy bien, como medio especializado, que las medidas de RSE suponen un gran esfuerzo económico a corto plazo para una pyme como nosotros, pero no conozco otro camino. A cambio, tengo que reconocer que han repercutido de una forma muy beneficiosa: hemos conseguido ser mucho más productivos que la media de nuestro sector, logrando un clima laboral excelente y evitando los altos niveles de rotación que se dan en las empresas de asesoramiento empresarial como la nuestra.
Por otro lado, hay que ser coherente. Si hay una baja por maternidad o paternidad, tienes que prescindir un cierto tiempo de un empleado, que a veces no es fácil de sustituir. Pero no es de recibo penalizar a la persona que va a tener un hijo. También tienes que ceder parte de su jornada laboral a la plantilla para formación si quieres actualizar los conocimientos de tu equipo, es la única forma de responder a las necesidades de tus clientes.
Recientemente, el Parlamento Europeo ha pedido cuotas femeninas en las direcciones de las empresas. ¿Creen que es una medida positiva en materia laboral?
En principio, no creo en las cuotas sino en las personas. Sin embargo, es cierto que la incorporación de la mujer sigue siendo escasa, por mucho que ya sean mayoría, por ejemplo, entre el alumnado universitario.
España sigue encabezando la lista de países de la Unión Europea con mayor tasa de paro femenino: bastante por encima del 20% y del promedio de la UE, en donde ronda el 10%. En cuanto a las cúpulas, el 54% de las compañías del Ibex tiene un 10% o menos de mujeres en sus consejos de administración y el número de presidentas de compañías en España es bajísimo, por mucho que el Código Unificado considere un ‘objetivo de eficiencia’ que las sociedades cotizadas adecuen la diversidad de género en sus consejos. Es más, la Ley de Igualdad fijó en 2007 que se llegara a la paridad de género (40%) en estos órganos de administración en 2015, pero me parece que será otra de las normas que no se van a cumplir…
Parece que olvidamos que, como afirma la vicepresidenta de la Comisión Europea, Viviane Reding, “la igualdad de género no es una cuestión femenina: es un asunto de negocios. La presencia de más mujeres en los máximos órganos de administración facilita a las empresas mejores resultados financieros”. No conozco la base científica, pero diversos estudios apuntan ese resultado. Posiblemente, porque llevan siglos ocupándose de sostener a sus familias, de organizar la economía doméstica, de atender la educación de su hijos… Sospecho que esas tareas se han incorporado a sus genes convirtiéndolas en personas que no pierden el tiempo, que tienen muy claras sus prioridades y son capaces de liderar con destreza. Yo lo compruebo a diario en Arrabe, en donde las mujeres representan el 54,16% de nuestra plantilla.
Otro dato. Según he leído en un informe de la consultora McKinsey, las empresas con más talento femenino obtienen como media unos rendimientos de capital un 41% superiores y un resultado operativo un 56% mayor a los de aquellas compañías que prescinden de este conocimiento.
¿Cree que es preciso que las empresas ejerzan más actividades de acción social, especialmente en el contexto económico en el que vivimos?
Sin duda. A veces están tan preocupadas por reducir sus costes y el corto plazo, dada la situación de grave crisis económica que atravesamos, que olvidan cuestiones tan básicas como que la RSE te permite aplicar medidas que evitan o reducen la rotación de empleados. Esto supone un ahorro importante en cuanto a los costes que tiene reclutar y formar a nuevos trabajadores, sin olvidar que el orgullo de pertenencia es otro intangible muy valioso.
¿Y en materia medioambiental?
Tanto o más aún. Hablando de intangibles, la reputación de una compañía es fundamental para su supervivencia. En este sentido, es un disparate descuidar la gestión medioambiental. No sólo nos jugamos el futuro; es que, siendo egoísta, repercute negativamente sobre tu cuenta de resultados. Fíjese, si no, en las crisis que han tenido algunas de las grandes multinacionales energéticas por no atender al respeto al entorno. Si pierdes la confianza del consumidor tendrás que invertir muchos millones de euros en recuperarla.
En nuestro caso, estamos adoptando todas las medidas a nuestro alcance respecto a ahorro energético, optimización de materiales, reciclaje, reducción del impacto de nuestra actividad, etc.
¿Qué objetivos a corto y largo plazo tiene Arrabe Asesores en materia de RSE?
Consolidar lo realizado y mejorar. Cuando decidí implantar medidas de RSE en nuestra empresa me pareció imprescindible optar por un sistema que nos ayudara a evaluar el nivel de éxito de cada uno de los pasos que íbamos dando y que nos aportara herramientas de mejora. Justamente ahora estamos analizando resultados para seguir avanzando. Este camino no tiene vuelta atrás. A cambio, estamos convirtiendo a Arrabe Asesores en una de las empresas en las que los trabajadores aspiran a entrar, en un referente dentro de las pymes españolas.