Actualmente hay más compañías que se dedican al ‘car sharing’, pero su compañía fue de las primeras. ¿Cómo nace esta idea?
Efectivamente, Respiro es el operador de car sharing más antiguo en Madrid. Comenzamos nuestra actividad en marzo de 2010 con 7 puntos de recogida y actualmente es posible acceder a un coche de Respiro en 36 parkings distribuidos por toda la ciudad, con un plan de expansión continuo para los próximos meses.
La idea de implantar un servicio de car sharing en Madrid vino determinada por su necesidad. En una ciudad como la nuestra, con un parque automovilístico saturado y unos niveles de contaminación muy altos, el sistema de coche compartido de Respiro se presenta como la alternativa perfecta al coche en propiedad: económico, sostenible e inteligente.
¿Cómo funciona exactamente el alquiler por horas y que diferencias hay entre los conceptos ‘car sharing’ y ‘car pooling’?
A diferencia del alquiler convencional y otras modalidades como el renting o leasing, el car sharing permite disfrutar de un coche cuando lo necesite y pagar sólo por tiempo de uso, en fracciones de 15 minutos. Se trata de un servicio de proximidad, donde los socios acceden al garaje más cercano, disponible las 24 horas. El precio, a partir de 3’5 €/h o 39 €/día incluye: combustible, kilometraje, seguro, mantenimiento, limpieza y asistencia.
Mensualmente, cada conductor recibe una factura con el desglose de sus viajes donde se especifican distancias y tiempo real de uso para un correcto cobro del servicio, lo que permite un mayor control sobre el uso del coche. A nivel empresarial, la plataforma de reservas de Respiro permite asignar cada viaje a proyectos determinados, lo que ayuda significativamente a la empresa a simplificar su hoja de gastos y a endosar los gastos de desplazamiento a eventuales clientes.
El car pooling es otra alternativa de consumo colaborativo, más orientada a particulares, donde los usuarios publican sus itinerarios en internet y reparten los gastos derivados del uso de su propio coche con los viajeros que se apunten al viaje.
En los tiempos que corren, que tenemos que apretarnos un poquito más el cinturón, ¿han notado un aumento considerable de clientes?
Evidentemente. Para muchas empresas y particulares, compartir coche no es sólo una actitud responsable, sino una verdadera medida de ahorro. Si tenemos en cuenta los gastos derivados de la propiedad (compra, revisiones, impuestos, aparcamiento, combustible, seguro, etc) tener coche en Madrid supone, de media, un coste anual de 5.000 euros.
Compartiendo el coche con otras empresas o particulares y pagando por el servicio sólo cuando lo disfrutamos, una persona que recorra hasta 1.000 km mensuales puede ahorrar 4.000 euros al año respecto al mismo uso que le da al coche propio.
En otros países existen prácticas de este tipo y están más arraigadas…
Es verdad que países del centro y norte de Europa tradicionalmente no han tenido tanto apego a la propiedad como ocurre aquí, pero no es menos cierto que gracias a las circunstancias económicas actuales, a una mayor conciencia medioambiental y a las nuevas tecnologías, cada vez más personas se están uniendo a esta revolución de la movilidad sostenible. A nivel corporativo los beneficios económicos y sociales son incuestionables y son cada vez más las empresas que apuestan por una movilidad eficiente y medioambientalmente respetuosa.
La ventajas del car sharing no son sólo económicas sino también medioambientales. ¿Cómo ayuda esta modalidad de transporte a preservar el entorno?
El concepto es simple. Si somos varias personas las que compartimos el mismo recurso (el coche) y decidimos vender el propio o renunciar a la futura compra para unirnos a un club de car sharing, ya estamos quitando coches de la circulación. En concreto, estimamos que cada coche de Respiro está “retirando” del tráfico entre 10 y 15 coches de particulares.
Además nosotros utilizamos vehículos de bajas emisiones contaminantes. Siendo la media del parque automovilístico español de 176 g de CO2 por km. recorrido, la actual de nuestra flota es de sólo 102 g.
Y más allá, en Respiro tenemos un claro compromiso de reducción de gases. Hasta poder ofrecer una flota íntegra de ‘cero emisiones’ colaboramos con el proyecto CeroCO2 de la ONG Ecología y Desarrollo, compensando todas las emisiones de nuestra flota, desde las derivadas en la fabricación de los coches hasta las generadas por los desplazamientos de nuestros socios, hasta el último kilómetro recorrido. Por este compromiso de reducción y por nuestra política de compensación de emisiones recibimos el sello CeroCO2 de ECODES siendo el primer servicio de car sharing carbono neutral del mundo.
¿Existe alguna ayuda que subvencione este tipo de iniciativas? ¿Qué papel debería tener la Administración pública al respecto?
Es necesario que las administraciones se involucren más -como ocurre en las grandes capitales europeas- en comunicar sobre los beneficios del coche compartido y educar en conductas eco-responsables. Ciudades como Londres habilitan espacio público urbano para fomentar los car clubs (clubes de coches compartidos) y promocionan con campañas de comunicación el uso sostenible y racional del coche. Es fundamental el papel educacional de las administraciones hacia una movilidad sostenible en la ciudad.
¿Han pensado en exportar su negocio a otra ciudades de España fuera de Madrid?
Desde luego el modelo es absolutamente válido en otras ciudades, pero el plan de Respiro de momento pasa por seguir creciendo en Madrid, donde vamos a incorporar en los próximos meses nuevos coches, accediendo cada vez a más zonas de la ciudad.
Actualmente Respiro implanta flotas de car sharing corporativo en régimen de exclusividad para empresas con políticas de RSC que quieran reducir su huella de carbono y ahorrar costes en sus desplazamientos.