¿Cómo y cuándo surgió la Fundación Elecnor?
La Fundación Elecnor surge en 2008, un año importante para la empresa porque es cuando cumple 50 años de su creación; y entre otras acciones que surgen dentro del 50 aniversario, nace la idea de que una empresa que durante bastantes años ha ido creciendo y con cada vez más presencia internacional (en América y en África, fundamentalmente) tiene claro que quiere canalizar toda la Responsabilidad Corporativa del Grupo a través de la Fundación.
Elecnor es una de las empresas pioneras en salir al extranjero; llevamos 30 años en América y también bastantes años en África, y tanto fuera como en España hemos realizado diversas acciones de RSC, pero sin canalizarlas, incluso a veces sin detectarlas. Y la Fundación es precisamente el canal para poder centralizar los esfuerzos de todas las personas que trabajamos en Elecnor.
¿Cómo se gestiona la Fundación, cuál es su funcionamiento?
La sede de la Fundación está en España pero actuamos en todos aquellos países donde Elecnor está presente. Elecnor nos aporta todo el know-how y el expertise que tiene como empresa para poder identificar, diseñar y ejecutar los proyectos.
Tenemos dos áreas de actuación bien definidas, una es ‘Infraestructura social’ y la otra ‘Formación académica e investigación’. La infraestructura social está fundamentalmente en los países donde estamos presentes como empresa. En cuanto a formación e investigación, hemos empezado en España. Dentro de infraestructura social, lo que hacemos fundamentalmente es infraestructuras de energía y de agua en poblaciones que no tienen esos recursos tan necesarios y que son de difícil acceso. Y nosotros, por la presencia que tenemos allí, sabemos bien que difícilmente van a llegar esos recursos por otra vía, tanto pública como privada.
Respecto a la formación e investigación, hemos empezado en España y tenemos dos áreas dentro de ellas: formación universitaria y formación profesional. Con la universidad tenemos en este momento dos cátedras con la Universidad Politécnica de Madrid, una en la Escuela de Ingenieros Industriales de Energías Renovables y Eficiencia Energética y la otra cátedra de Sistemas Espaciales (que se imparte en la Escuela de Ingenieros Aeronáuticos de Madrid). También colaboramos con otras escuelas, como la Escuela Superior de Ingenieros Industriales de Valencia, en la que tenemos una serie de becas para proyectos de fin de carrera.
En el área de Formación Profesional tenemos un proyecto que hemos ido madurando poco a poco en colaboración con el colegio de los Salesianos de Deusto. La intención del proyecto, que es un curso de especialidad dentro de la rama eléctrica, es poner un granito de arena para promocionar la Formación Profesional como vía para acceder al mercado laboral e intentar mejorar la formación de aquellas personas que se enfrentan al mercado laboral. Se trata de unos estudios reglados de dos años, de Formación Profesional superior o media. El cometido de la Fundación es ofrecerles un mayor conocimiento específico a los alumnos acerca de cuestiones con las que se toparán posteriormente en el mercado laboral. Es una forma de especializarles un poco en un mundo complejo.
¿Qué acogida están teniendo los proyectos de la Fundación?
La verdad es que están teniendo muy buena acogida. Por ejemplo, hace poco hemos asistido a la inauguración del proyecto de formación profesional y la verdad es que tuvo una acogida impresionante: se llenó de estudiantes el salón de actos donde lo presentamos, y aquellos con los que pudimos charlar nos mostraron su interés.
Los empleados de Elecnor, ¿participan de alguna manera en la Fundación, bien a través de voluntariado corporativo, etc.?
La Fundación cuenta con un patronato y también un consejo asesor y un comité. A parte de las personas que pertenecen a la Fundación, nuestra implantación internacional en proyectos de infraestructura social hace que las personas de los países donde estamos identificando, diseñando y ejecutando proyectos se impliquen de forma voluntaria en todos nuestros proyectos.
El valor que aporta a la Fundación Elecnor cuando hace un proyecto de infraestructura social no solamente es que hace un proyecto y lo dona a esa población, a esa sociedad o a esa comunidad, sino que tiene todo el know-how y todo el expertise que tiene el Grupo detrás. Eso aporta una diferenciación respecto a otras organizaciones que tienen otra forma de trabajar. Además, no llegamos a los países para hacer un proyecto, sino que ya estamos en el país; lo que hacemos es identificar la necesidad, crear el proyecto y mantenerlo. Es muy complicado hacer una infraestructura social si no estás allí presente. Nuestros proyectos están a dos o tres horas de nuestra gente.
Por lo tanto, no solamente estudiamos muy bien el terreno (porque es muy importante que sea viable y eficiente) sino que les ofrecemos a los lugareños la garantía de las instalaciones y su mantenimiento, independientemente de que sigamos o no en la zona.
Entonces colaboran con entidades locales, tanto públicas como ONG…
Tenemos una muy buena relación con la Agencia Española de Cooperación Internacional y, además, trabajamos para conocer a los principales agentes del país en cuestión, tanto públicos y privados u organizaciones no gubernamentales. Por ejemplo, en República Dominicana colaboramos con Save The Children y con organizaciones similares. No sólo buscamos que las distintas entidades públicas y privadas sean socias y que nos aporten información sino que el objetivo es que juntos contribuyamos a fortalecer el proyecto que la Fundación está desarrollando en determinado territorio.
Ya lo hemos hecho con la AECI, que contribuyó a la financiación de un proyecto en Honduras. Ahora estamos en fase de negociación con otro organismo público en Chile para que nos apoye también en un proyecto en el desierto de Atacama. La colaboración con diferentes entidades, el partenariado, fortalece el proyecto y multiplica su impacto.
El conocimiento previo del terreno supone una gran ventaja…
Sí. Por ejemplo, en República Dominicana, donde la compañía está muy arraigada porque lleva 30 años trabajando en el país (construyendo líneas de transporte), se conoce perfectamente el terreno. Es decir, se sabe perfectamente dónde va a llegar o no la energía. Nos aseguramos muy bien de que se trata de una necesidad muy real y tiene que estar contrastada con la necesidad que dicen los lugareños: debe ser un mix de lo que ellos dicen que necesitan con lo que realmente es viable o no hacer llegar allí.
A raíz de la crisis, ¿la Fundación ha cambiado o reorientado sus proyectos?
Creemos que precisamente ahora es cuando la Fundación tiene que salir fortalecida y no variar sus planes a consecuencia de la crisis. Ahora es cuando hay que aportar algo a las sociedades donde trabajamos y que nos han aportado satisfacciones. Las personas que trabajan en Elecnor en República Dominicana o en Honduras, son en su mayoría nativos, y tanto ellos como nosotros vemos claro que es el momento de no poner ningún tipo de freno ni variar la estrategia. Nosotros seguimos actuando igual.
¿Qué futuros proyectos tiene la Fundación a corto y medio plazo?
Hemos de ir poco a poco porque hay muchas posibilidades. 2012 ha sido el primer año en que se han visto reflejados todos los esfuerzos de los años anteriores. En cuanto a iniciativas, el proyecto de energía en Honduras está ya finalizado y entregado, al igual que el de República Dominicana. En el caso de Ghana, ya nos han llegado todos los suministros y estamos trabajando en un proyecto de energía para el que hemos firmado convenios con dos organizaciones religiosas españolas que trabajan en la zona en materia de salud. Se trata de dos hospitales (con una media de unos 150.000 pacientes anuales cada uno) y tres centros de salud que corresponden a estas dos organizaciones.
Lo que hemos hecho ha sido estudiar las dificultades que tienen con la energía (es incluso más perjudicial el incorrecto funcionamiento del suministro que no disponer de él). Dichos hospitales y centros de salud tenían importantes problemas de cortes de suministro. Además, el nivel de la electricidad tenía picos o fluctuaciones que afectaban a todos los equipos (de un elevado coste y en muchos casos donados por otras organizaciones, por lo que no son fácilmente reemplazables). Para este caso, se ha diseñado un sistema que aporta tres beneficios al sistema eléctrico: no hay cortes de suministro (si no saltaría automáticamente el sistema, que está alimentado por energía solar fotovoltaica), ni picos de electricidad (se estabiliza la red) y, por último, cuando el sistema no tiene que funcionar porque en ese momento funciona bien la red, conecta la electricidad a la red y reduce el recibo de los hospitales/centros de salud.
Por otra parte, otro aspecto en el que desde un primer momento la Fundación ha incidido mucho es en la capacitación, que hagan un buen uso de las instalaciones y así duren más. Como comentaba antes, en Chile, en la zona del desierto de Atacama, estamos trabajando en un proyecto que tiene como objetivo dotar de energía eléctrica y agua a un pueblo de origen indígena del s. XVI, uno de los más antiguos del territorio, El Totoral. Gracias a ello, el pueblo podrá desarrollarse económicamente a través de la totora (especie de mimbre) y el turismo, evitando así el éxodo de los jóvenes.
Y en España, ¿qué futuros proyectos implementará la Fundación Elecnor a corto y medio plazo?
Mientras que fuera de España nos centramos más en las infraestructuras, en nuestro país estamos incidiendo más en el aspecto formativo, tal y como detallaba en los ejemplos que explicaba antes. Sin embargo, también aquí en España trabajamos en este primer aspecto. Por ejemplo, en Madrid, colaboramos con la Fundación Ronald McDonald, aportando a las “casas” que la Fundación tiene para niños enfermos y sus familiares, un plan de eficiencia energética.
¿Cómo surgió esa alianza con la Fundación Ronald McDonald?
Porque una de las labores de la Fundación Elecnor es hablar con todos los agentes que participan en cuestiones de RSC. Cuando ellos nos explicaron cómo era el mantenimiento y el coste de la casa, pensamos que la Fundación Elecnor podía aportar mucho y por eso hemos decidido dar el paso. Se trata de ayudar a hacer mejor ese proyecto de la Fundación Ronald McDonald.