¿En qué punto se encuentra la seguridad vial? ¿Hemos avanzado mucho en los últimos años o todavía nos queda mucho por hacer?
El descenso de la siniestralidad vial en España es uno de los mayores logros de la sociedad del que creo que se debe felicitar a todos los ciudadanos, conductores, autoridades, empresas… Aún así, claro que queda mucho por hacer, queda seguir reduciendo la siniestralidad y concienciando a la población de la importancia de la actitud al volante y la seguridad en la carretera.
La mejor noticia es que cuando un país se empeña en reducir la siniestralidad, lo logra. Creo que España debe seguir así. Con el esfuerzo y las iniciativas de todos los implicados en Seguridad Vial podremos lograrlo y seguir en la misma línea.
Cada país dispone de su normativa y legislación en materia de seguridad vial (límites de velocidad, tipo de sanciones, etc.). ¿Cree que es positivo o debería elaborarse una normativa universal?
Creo que sería positivo crear una normativa universal para todos los conductores, sobre todo para que solvente los problemas más comunes en las carreteras. Algunas de las opciones que ya están tomando en otros países de Europa, y que benefician a los conductores seniors, a los que estamos estudiando, son hacer las señales de tráfico más grandes. También es importante su diseño y que contenga la información pertinente para que no lleve a equívocos. Otra de las normativas que habría que mejorar a nivel mundial es hacer los paneles de instrumentos de los vehículos más sencillos para evitar confusiones.
En su opinión, ¿cuáles serían las medidas más efectivas para lograr reducir los accidentes de tráfico?
La siniestralidad vial es muy compleja y hay múltiples factores que afectan y de los que depende la seguridad. Las vías, los vehículos, la climatología, la formación… la edad. Nosotros nos hemos centrado, en el estudio conjunto que hemos hecho con el RACE en la edad, y más concretamente en la edad de los conductores seniors. Para aquellos que tienen más de 65 años, podría resultar útil, para una mayor seguridad una nueva regulación que permita, por ejemplo, el permiso que permita restricciones graduales de privilegios a estos conductores. En función de las condiciones físicas del conductor, por ejemplo, limitar la conducción nocturna, o la conducción a velocidades elevadas… Para ello habría que trabajar también en la formación a los propios médicos, para que sepan identificar estas condiciones, sepan cómo comunicarlo, habría que buscar métodos alternativos de transporte para que el conductor que tenga unas condiciones algo más limitadas por su edad (sea la que sea, no creemos en límites de edad) no se sienta excluido de la sociedad o dependiente.
Recientemente, Grupo Liberty Seguros y el Real Automóvil Club de España (RACE) han presentado el estudio ‘Conductores Senior y seguridad vial en España’, ¿cuáles son las principales conclusiones?
Una de las principales conclusiones y que más nos ha llamado la atención es que el 50% de los mayores de 80 años encuestados sigue prefiriendo el coche para desplazarse antes que el transporte público. Otro dato importante que se extrae de este estudio es que más del 30% de estos conductores senior admite conocer poco o nada de las nuevas tecnologías de los vehículos. Nos referimos a términos como ABS, ESP, GPS… pero también a sistemas de retención infantil, en cuyo caso el porcentaje se eleva hasta más del 40%. Un dato preocupante si tenemos en cuenta que este colectivo se encarga de desplazar a sus nietos en sus vehículos.
De hecho el 74,4% de los conductores seniors considera necesario que se desarrollen cursos de actualización.
También hemos conocido que conducir en condiciones meteorológicas adversas, con mucho tráfico o por zonas con muchas intersecciones son las situaciones que perciben con más riesgo este colectivo.
El colectivo de conductores senior, debido a su posible pérdida de facultades, tiene un mayor riesgo al volante…
Los conductores mayores son el 12% de la población total, pero suponen el 23% de los fallecidos y el 14% de los heridos graves. Sin embargo, cuidado con los tópicos. En muchos casos con la edad se reducen las condiciones para conducir, pero también aumenta la prudencia. Por eso que hemos puesto en marcha este estudio, para dar a conocer los riesgos a los que se enfrentan los conductores de avanzada edad y los peligros que pueden encontrar en la carretera. Y para que el resto de usuarios también los entiendan, comprendan y apoyen. Este estudio (y un traje que hemos desarrollado para simular la tercera edad) nos permite conocer cómo se sienten y cómo se enfrentan a la conducción. Es importante que conozcan sus limitaciones y que sean conscientes de que no están solos en la carretera.
Precisamente, los riesgos son parte de lo que nos muestra el Simulador de Edad avanzada, desarrollado en Boston por los investigadores de Liberty Mutual… ¿Cómo funciona?
El traje Simulador de Edad Avanzada ha sido creado para que cualquier persona experimente la sensación que tiene un conductor senior al volante. Este traje posee una serie de características que producen en la persona que lo lleva aquellos achaques comunes en las personas de esa edad. Hablamos de artritis, inmovilidad de las articulaciones, pérdida de visión… enfermedades que se recrean a través de las pesas, el collarín y los tirantes que forman este traje.
En España no existe una edad máxima para la renovación del carné de conducir, ¿debería fijarse una edad límite, hacer controles más exhaustivos, más frecuentes o qué otras medidas habría que tomar?
En España la normativa no marca un límite legal para dejar de conducir, pero la vigencia de las autorizaciones está sujeta a un reconocimiento psicotécnico. En estos momentos existe el problema de que los aparatos con los que se miden las habilidades de estos conductores son bastante precarios. Tampoco considero que los test escritos puedan arrojar algo de luz sobre este asunto. Por eso se deben realizar pruebas médicas que diagnostiquen cuándo una persona ha perdido las habilidades necesarias para la conducción, tales como: test de movilidad de las articulaciones, el cuello, los hombros, una evaluación de la capacidad de visión y habilidades espaciales, además de una evaluación de habilidades cognitivas del conductor.
En cuanto a la concienciación, ¿qué papel desempeña?
Es una de las piezas clave a la hora de evitar que el conductor se ponga al volante si no cuenta con las habilidades adecuadas para hacerlo. Una de las mejores maneras de regular esta problemática viene del entorno familiar, de las recomendaciones de los familiares a través de la observación gradual de los conductores senior. Es por esto que encontramos aconsejable la motivación a la autorregulación. Un ejemplo de colaboración sin privar a los mayores de su movilidad es la organización voluntaria IMP América. Esta iniciativa, desarrollada en Estados Unidos, consiste en la creación de una red de voluntarios que se ofrece a trasladas a las personas mayores a los lugares que necesiten. Personalmente animo a los españoles a que pongan en marcha este tipo de iniciativas, ya que no podemos privar a las personas mayores de su derecho a la movilidad.
Tanto el sector privado como muchas ONG lanzan campañas de seguridad vial, al igual que hace Administración Pública. ¿Qué más se podría hacer desde el sector público?
El envejecer y poder moverse de forma autónoma y segura es uno de los grandes retos a los que se enfrenta la sociedad. Por tanto es necesario que las Administraciones Públicas y la sociedad en general se impliquen para garantizar la movilidad de los mayores adaptando a sus necesidades el transporte público, las infraestructuras, los servicios y los vehículos.
¿Es la Responsabilidad Social Empresarial la mejor forma para canalizar estas y otras iniciativas sociales?
Sin duda es uno de los mejores canales para concienciar a la población, en este caso, en el ámbito de la Seguridad Vial. La RSC en el caso de Liberty Seguros es uno de los puntos clave de su actividad. Estamos muy involucrados en temas no solo de seguridad al volante sino en la inclusión socio laboral de las personas con discapacidad. Es un hecho que la mayoría de estas discapacidades son adquiridas y que la siniestralidad vial es uno de los factores que generan esas discapacidades y que, por tanto, no podemos dejar de lado.
La administración pública debe tener el papel protagonista a la hora de concienciar a la sociedad pero todas las iniciativas son pocas y es por eso que la actividad empresarial tiene que involucrarse también.
¿Cuáles son los retos que existen todavía relacionados con la seguridad vial?
Para el colectivo senior el hecho de que los fabricantes cada vez incluyan una tecnología más avanzada y de compleja utilización en los vehículos complica su conducción. En este sentido, desde Liberty proponemos la investigación de herramientas tecnológicas más sencillas e intuitivas que faciliten la conducción. Hablamos de mejora de mandos y espejos, asientos ajustables para garantizar la visión periférica y la creación de accesos más amplios a los vehículos para facilitar la entrada y salida en el habitáculo, entre otras cuestiones, aunque aún es grande el camino por recorrer en el ámbito de la seguridad vial.