En América Latina y el Caribe las empresas tienen el desafío de asumir un papel activo como actores económicos y sociales, en razón de su naturaleza como generadores de empleo y riqueza. Es sabido que la política social por excelencia es aquella que busca asegurar la generación de empleo y especialmente de empleo de calidad. La desigualdad social que caracteriza a la región, promueve fenómenos como el trabajo infantil, la deserción escolar, la discriminación de género y hasta la violencia, siendo fenómenos que se contrarrestan cuando las familias pueden tener ingresos estables y están en capacidad de responder adecuadamente a sus necesidades básicas.
La RSE constituye un aspecto primordial del objetivo común y compartido por los 28 estados miembro del Sistema Económico Latinoamericano y del Caribe (SELA), que son prácticamente la totalidad de los países de América Latina y el Caribe. La RSE comprende el desarrollo e impulso de estrategias coherentes para lograr la consolidación de la democracia, la erradicación de la pobreza y la exclusión social. En otras palabras, es la lucha por la inclusión social de la población, entendida como la posibilidad real de acceder al ejercicio pleno de los Derechos Humanos y a la materialización de los compromisos que de ellos se derivan.
La lucha contra la pobreza y la Responsabilidad Social Empresarial se enmarcan dentro de la búsqueda de una mayor equidad en los diferentes niveles de la acción humana. Ésta no es una tarea que concierne únicamente a los Estados, sino que compromete a todos los ámbitos públicos y privados, dentro de los cuales sobresale la empresa.
Entre los mecanismos y acciones que expresan principios de Responsabilidad Social Empresarial más conocidos, son: la eliminación del trabajo infantil y el trabajo forzoso, la promoción y el apoyo a la seguridad en el trabajo y la salud de los trabajadores, la libertad de organización colectiva, la no discriminación en el trabajo, la justa compensación, el respeto a las normas nacionales e internacionales en el ámbito laboral, la integración de las minorías, el cuidado del medio ambiente, el respeto a la Ley y la competencia leal, entre otros temas.
El concepto de Responsabilidad Social Empresarial se asocia tanto a los grupos empresariales grandes y las corporaciones multinacionales, como a las micro, pequeñasy medianas empresas (pymes). No es posible hablar de Responsabilidad Social de la Empresa, ni de apoyo del sector privado para la consecución de objetivos como la reducción de la pobreza, sin tener en cuenta a las pymes. Ciertamente, es reconocida la importante contribución de las pymes al desarrollo, en virtud de los efectos multiplicadores que trae consigo la ampliación permanente de la base de propietarios, la diseminación de las mismas en la geografía económica y su importante contribución al empleo.
Las pymes son visualizadas como la oportunidad laboral por excelencia, expendio directo de bienes y servicios, escuela de patronos y trabajadores, recaudador económico de familias y emprendedores, factor de identidad local y comunitaria, animador de expresiones culturales de la ciudadanía y precursor de procesos de democratización del conocimiento y la información.