¿En qué momento decidisteis implantar una política de Responsabilidad Social en el museo?
La decisión se produjo cuando el año pasado finalizamos la elaboración del Plan Estratégico 2013-2017. Vinculado al plan estratégico nos interesaba la parte que tiene una componente social, de gestión y, por otra parte, una componente de apertura a la sociedad. En este sentido nos cuadraba muy bien todo lo que conocíamos de la RSC.
Al tener un Plan Estratégico el sistema de RS cobraba dimensiones diferentes que, de alguna manera, nos sirve para impulsar dentro de la organización la renovación de la organización y la implementación de dicho plan. Es decir, por una parte, esta implementación nos permitía avanzar en los procesos de calidad total. Por otra parte, queríamos hacer coincidir todo esto con el Plan Estratégico, con una visión ética y social, de manera que transformaremos la organización en base a unos objetivos generales, pero en base también a unos planes de gestión y de trabajo ético con planes de futuro.
¿Cuáles son los principios de esta política?
Hemos elaborado un código ético que recoge los principios básicos de igualdad de género, de igualdad de oportunidad, etc. El objetivo es intentar expandir este código ético a las empresas colaboradoras y también hacia nuestros socios y empleados y hacia toda la sociedad en general.
Asimismo, la política de RSE del Museo tiene una doble corriente: hacia el interior del museo, con la implantación de un plan estratégico; y de proyección del Museo a la sociedad y a todos nuestros grupos de interés.
Hace unos meses recibisteis el certificado de AENOR…
Sí, somos la primera institución cultural española que lo recibe. Ha sido un trabajo de más de un año, de poner en práctica todos los principios de RS y preparar la organización para el futuro. Ahora estamos bien posicionados y tenemos todos los requisitos legales y de medición de parámetros para poder avanzar hacia el futuro, pero es ahora cuando hay que ponerlo a prueba y en práctica y este es el reto más difícil.
Antes ya teníais una gestión ambiental, incluso habías hecho un manual de buenas prácticas… ¿Podría explicar en qué consiste?
En el año 2012 se obtuvo la certificación EMANS y la ISO14000. Hubo un grupo de museos como la Fundació Pau Casals, la Fundació Joan Miró, el Museu de Montserrat o también el Liceu, entre otros, que nos pusimos a trabajar en sostenibilidad ambiental.
Un museo siempre tiene que estar en las condiciones de temperatura, de humedad relativa, etc. constantemente. Por eso, desde un punto de vista de sostenibilidad y de ahorro energético, nos interesaba adentrarnos en este ámbito de la RSE. Por otra parte, las instituciones públicas tenemos la obligación de dar ejemplo y por eso decidimos también crear todos los sistemas de gestión ambiental. De esta manera, transmitimos a la sociedad una filosofía de trabajo basada en la RS y en el ahorro sostenible y esto forma parte de las obligaciones de las instituciones culturales.
En concreto, ¿qué acciones lleváis a cabo en el ámbito del consumo de electricidad, para mejorar la eficiencia, etc?
En todos los temas de climatización continuamente estamos realizando pruebas para tratar de ver las incidencias técnicas del edificio y equilibrar al máximo los niveles de temperatura de los diferentes espacios del Museo.
También observamos las sinergias térmicas, tenemos un sistema de alerta que nos permite saber cuando tenemos que encender nuestra maquinaria, etc. Todo este tipo de acciones nos ha permitido un ahorro importante a nivel de consumo energético.
Por otra parte, también hemos hecho una serie de auditorías que nos han permitido ver en que ámbitos éramos más eficientes y en cuáles no lo éramos tanto. Hemos observado también que todavía nos queda bastante margen de mejora.
¿Qué papel juega la cultura en las empresas españolas? ¿Y cómo crees que las empresas podrían integrar la cultura en las políticas de RSC?
Hay muchas empresas que ya integran la cultura en la RSE. Nosotros, por ejemplo, lo que ofrecemos al tejido empresarial es que puedan colaborar con nosotros en temas de funcionamiento del Museo o proyectos concretos. Reforzar la cultura de patrocinio es una manera por parte de las empresas privadas de ejercer su RS, aunque no la única.
Por otra parte, las empresas que están trabajando o que dan soporte a empresas culturales tienen un valor añadido muy importante ya que está muy bien valorado subvencionar temas culturales porque se contribuye a la riqueza cultural de la sociedad. Por eso, si una empresa se relaciona con un museo está haciendo una labor social muy importante.
Otro de los temas que estamos observando por parte de empresas privadas es que el hecho de tener un sistema de RS implantado o sistema de gestión ambiental nos da un plus y nos hace más competitivos y atractivos a la hora de buscar alianzas. Trabajar en la gestión de la RSE te hace más atractivo de cara a las empresas porque querrán identificarse contigo y ligar su marca comercial con una marca potente a nivel cultural.
¿Qué reformas necesita la legislación española en el ámbito de mecenazgo?
Una reforma muy importante porque los beneficios a nivel de renta de las empresas que colaboran con nosotros son muy escasos. Es necesario que las empresas puedan desgravar con mucha más cantidad los esfuerzos que hacen para ayudar al mundo de la cultura. Ahora mismo, el mecenazgo supone un esfuerzo muy grande para las empresas porque les revierte muy poco desde el punto de vista económico.
¿Cuánto ha podido caer la inversión por parte de las empresas y del Estado?
En tres años hemos perdido un 30% de aportaciones de la Administración pública. En nuesrto caso, somos un consorcio, por lo tanto la administración que más aporta es la Generalitat, después el Ministerio de Cultura y luego el Ajuntament de Barcelona. Sumando los tres, estamos alrededor del 35% de disminución.
A nivel empresarial, no hemos perdido nada porque desde hace dos años tenemos un plan nuevo de patrocinio y mecenazgo. Trabajamos con una óptica diferente, intentamos ser lo máximo de transparentes, nos intentamos involucrar al máximo en el proyecto, que las empresas puedan participar de lo que se está haciendo en el museo, etc. Es cierto que algunas empresas han disminuido su aportación, pero hemos conseguido nuevas.
¿Cuál crees que va a ser el papel de los museos a nivel social durante los próximos años?
Los museos y el mundo de la cultura en general van a cobrar un papel más intenso. En Europa estamos acostumbrados a los museos y cada vez se están tecnificando más y abriendo más a la sociedad. Esta cultura se está trasladando a Asia.
La necesidad de poder exhibir, conocer y expandir su cultura es algo inherente a la población. Cada vez hay un crecimiento más exponencial en el mundo de los museos. Los Emiratos Arabes, por ejemplo, están comprando franquicias para poder instalar museos en Dubai o Qatar para que los turistas tengan obras de arte de primer nivel que puedan visitar. Esto nos da conocimiento del mayor interés que este ámbito está adquiriendo.