El agua cobra protagonismo en la prensa económica mundial, sin ir más lejos, fue portada del Financial Times: “Más urgente que el cambio climático es la escasez de agua, advierte el Presidente de Nestlé”.
Organizaciones no gubernamentales, públicas y privadas buscan cada vez más evaluar los impactos ambientales causados por el agua. La evaluación de la huella hídrica puede ser una respuesta. La evaluación de la huella hídrica es una técnica utilizada para comprender mejor los impactos relacionados con el agua, para que se pueda gestionar mejor. En la última década hubo una proliferación de metodologías de evaluación de la huella hídrica.
La nueva norma internacional ISO 14046:2014 “Gestión ambiental — huella hídrica — principios, requisitos y directrices” es una respuesta a esta demanda y pretende armonizar las definiciones, principios, requisitos y directrices para aplicar la metodología de evaluación de la huella hídrica.
Esta norma define evaluación de la huella hídrica como la “recopilación y evaluación de las entradas, salidas y los impactos ambientales potenciales relacionados con el agua utilizada o afectada por un producto, proceso u organización”. En resumen, la evaluación de la huella hídrica de acuerdo con la nueva norma ISO 14046:
– puede ser aplicada a los productos y también a procesos u organizaciones;
– se basa en una evaluación del ciclo de vida;
– es modular;
– identifica el potencial de los impactos ambientales relacionados con el agua;
– incluye las dimensiones geográfica y temporal pertinentes;
– identifica la cantidad de uso del agua y los cambios en la calidad del agua;
– utiliza el conocimiento hidrológico;
– sirve para reportar las evaluaciones de la huella hídrica.
Por otra parte, según la norma, una evaluación de huella hídrica puede ayudar en:
– evaluar la magnitud del potencial de los impactos ambientales relacionados con el agua;
– identificar oportunidades para reducir los impactos ambientales potenciales relacionados con el agua asociados con los productos en las distintas etapas en su ciclo de vida, así como los procesos y organizaciones;
– gestión de los riesgos estratégicos relacionados con el agua;
– facilitar la eficiencia y optimización de la gestión del agua a nivel de producto, proceso y organizacional;
– informar a los tomadores de decisión en la industria, gobierno u organizaciones no gubernamentales de los potenciales impactos ambientales relacionados con el agua;
– aportar información consistente y fiable, basada en evidencias científicas para reportar los resultados de una huella hídrica.
Los principales retos en huella hídrica son el consenso mundial de lo que constituye, tarea que cumple ISO 14046, luego tenemos dos retos pendientes: la difusión del concepto y generar credibilidad. Para la difusión estamos publicando artículos, organizando eventos y cursos de formación. Y para mantener y aumentar la credibilidad sugerimos que no se realicen comparaciones de huellas en estos comienzos ya que podría confundir al público.
ISO 14046 sin duda se convertirá en el principal referente para huellas hídricas, aunque otras normas pueden ser complementarias. Una norma ISO normalmente por sí misma tiene buena aceptación en las empresas. ISO 14046 es claramente una herramienta útil para las organizaciones interesadas en la comprensión de los impactos ambientales relacionados con el agua, especialmente para los propósitos internos.