Grupo Mars está compuesto por compañías pertenecientes a diversos sectores. ¿Cómo se estructura la RSE dentro del grupo?
Mars, Inc. es una compañía muy orientada a la RSC desde hace muchos años siguiendo su principio de reciprocidad, que aplica tanto a las personas como al planeta. La central de Wrigley, en Chicago, ya tenía un departamento de RSC que se centraba sobre todo en el medio ambiente. Por ello, en 2008, cuando Mars, Inc. compró Wrigley, la RSC se intensificó en los diferentes segmentos de la compañía en cuanto a personas, con el objetivo de marcar una diferencia en las comunidades donde operamos y donde, de alguna forma, causamos un impacto como compañía. Por ejemplo, en cuanto a materias primas, de aquello de lo que nos abastecemos, le quitas algo a la sociedad y nos ocupamos de que, de alguna forma, lo devolvemos.
La RSC es algo que llevamos en el ADN. Como compañía basada en principios, uno de los cuales la reciprocidad., contamos con programas de voluntariado y RSC orientado a las necesidades locales.
En 2014, Mars, Inc. ha sido reconocido por segundo año consecutivo como la Mejor Empresa Privada por los Ethical Corporation Responsible Business Awards por sus prácticas comerciales sostenibles en todas sus operaciones. ¿Cómo aplicáis la ética en el negocio? ¿Qué significa para vosotros revalidar este reconocimiento?
Para nosotros la RSC es una manera de pensar. No entendemos el negocio si no pensamos en nuestros trabajadores, en las necesidades locales, los proveedores, los clientes, etc. Esto es algo que nos ha marcado mucho la forma de hacer las cosas en la compañía. De hecho, de nuestros cinco principios -calidad, responsabilidad, reciprocidad, eficiencia y libertad- diría que el de reciprocidad es uno de los más importantes y más destacados.
En este sentido, el haber obtenido un premio como el Ethical Corporation Responsible Business Awards es una satisfacción porque te das cuenta de que lo que haces es reconocido más allá de nuestra propia compañía. Pero aunque no recibiéramos este reconocimiento, la ética y la RSC sería algo en lo que continuaríamos trabajando.
Mars se comprometió hace unos años en que para el 2020 el 100% del cacao utilizado provenga de fuentes certificadas como sostenibles. ¿Cómo está evolucionando este objetivo?
Estamos muy enfocados en este objetivo porque entendemos que las zonas en las que obtenemos el cacao tenemos un impacto muy importante. En consecuencia, Mars tiene unos planes muy concretos: lograr que el 100% del cacao provenga de fuentes sostenibles para 2020.
Además, la industria usuaria del cacao es muy responsable en este sentido y está haciendo muchos esfuerzos para que las plantaciones de cacao tengan realmente su continuidad y que las familias puedan seguir desarrollándose. También firmamos un acuerdo con Intermon Oxfam para impulsar las mujeres en las zonas productoras de cacao a través del programa Vision for Change. Y es que el papel de la mujer es algo a lo que queremos dar mucha importancia allí porque es un recurso muy importante de cara a las familias y que además ayuda a que eso pueda continuar de generación en generación y no solo limitarse a las labores de los patriarcas.
Contáis con un programa de Voluntariado Corporativo. ¿En qué ámbitos se centra y cómo implicáis a vuestros empleados en este programa?
España es un país bastante ejemplar en cuanto a voluntariado respecto a otros países en los que está presente Wrigley. En este sentido, nosotros queríamos llevar a cabo acciones en España pero también dar la oportunidad de que empleados nuestros se trasladen a Latinoamérica. Además, podemos participar en el Mars Ambassador Program, que consiste en que hacemos voluntariado en los países donde tenemos más impacto para que los propios trabajadores se desplacen y trabajen con la comunidad, reforesten, etc.
Para nosotros, lo importante no es dar dinero sino que los trabajadores tengan la oportunidad de, activamente, vivir la experiencia del voluntariado. En Perú, por ejemplo, voluntarios de la compañía ayudaron a montar una panadería en una escuela y formaron a las madres de los niños para que aprendieran a hacer pan y pudieran continuar con el negocio. Ese es nuestro enfoque: intentamos hacer cosas sostenibles, que no sea una acción puntual, sino que tenga continuidad. En España, los trabajadores han ido a colaborar en comedores sociales y también llevamos a cabo el proyecto Teaming, mediante el cual los trabajadores pueden aportar 1€ del sueldo mensual beneficiando a una ONG elegida entre todos.
Empezamos con el voluntariado corporativo en 2008-2009 con una participación del 30% de los trabajadores y ahora tenemos una participación activa del 94%. Es casi toda la plantilla. En este sentido, damos a los empleados 16 horas de voluntariado al año para que las puedan repartir como quieran de entre las opciones que les ofrecemos.
La teoría habla de los beneficios del voluntariado a nivel de equipo. Con una evolución tan positiva en voluntariado corporativo, ¿cómo lo habéis vivido?
El nivel de engagement es altísimo. Los trabajadores están muy contentos y les satisface ver que dentro de su trabajo tengan la oportunidad de ayudar a la gente como parte de su trabajo. En este sentido, hubo un momento en que nos planteamos cómo medir el impacto del voluntario, tal y como se hace con la huella ambiental. Entonces, decidimos medirlo en sonrisas. Es decir, todo lo que hacemos en voluntariado lo traducimos en sonrisas. Es algo que trabajamos aquí en España y que lo trasladaremos a Europa y consiste en hablar del impacto del voluntariado en número de sonrisas.
Otro ámbito en el que trabajáis es la reducción de grasas.
En primer lugar, es necesario que la sociedad entienda que no hay alimentos buenos o malos sino dietas equilibradas o no equilibradas. Todos los alimentos tienen cabida dentro de la dieta si se consumen de forma balanceada y se combina con la práctica de ejercicio físico. Por ello, abogamos por la educación desde muy temprana edad, porque las familias tienen que enseñar a sus hijos cómo equilibrar sus dietas.
Como compañía responsable nos preocupa el problema de la obesidad y hemos tomado medidas para paliarla. Entre otras iniciativas, hemos invertido 10 millones de dólares durante 5 años y 40 mil horas en reformular el patrón de producción para eliminar las grasas trans de nuestros productos, introduciendo otras más sanas basadas en aceites de girasol. Además, hemos reducido el 15% de grasas saturadas de nuestras principales barritas de chocolate.
Formamos parte de la Estrategia NAOS, hemos firmado el Código PAOS y trabajamos dentro del programa en el programa HAVISA con el Ministerio de Sanidad llevando a cabo campañas de hábitos de vida saludable en la publicidad. Para mí, esto es necesario y positivo pero también es importante que tengamos claro que cada uno tiene parte de responsabilidad en su dieta. En Mars también tenemos un código interno de autorregulación de campañas de Marketing, que establece que, por ejemplo, no vendamos nuestros productos en colegios de primaria, no hagamos publicidad para niños de menos de 12 años, etc. Es decir, tenemos una serie de normas para dirigir las comunicaciones a familias y no directamente a los niños.
Por otra parte, hemos lanzado recientemente una web en la que explicamos la estrategia de la compañía en materia de salud y nutrición. Proporcionamos información nutricional sobre de nuestros productos y consejos útiles para el bienestar. Así que también somos muy transparentes en este aspecto.
Otro de vuestros programas potentes es el Oral Healthcare Program. ¿Cuáles son los logros que habéis obtenido en este programa y cuáles son los objetivos para los próximos años?
Este es un programa muy importante para nosotros. La base de nuestro negocio es el chicle y el chicle tiene un papel muy importante y muy desconocido en la salud bucodental. Siempre recomendamos cepillarte los dientes y visitar al dentista mínimo una vez al año. Pero además de esto, teniendo en cuenta que hoy en día comemos muchas veces fuera debido al trabajo, si no puedes cepillarte los dientes es muy recomendable masticar chicle. El chicle lo que hace es estimular saliva y la saliva estimulada tiene minerales como el fosfato y el calcio que ayudan a neutralizar los ácidos de la placa y remineralizar el esmalte de los dientes después de comer o beber. De hecho, la saliva es nuestra defensa natural contra la caries.
Por lo tanto, tenemos un programa global y que en España llevamos trabajando más intensamente desde los tres últimos años, orientado a los profesionales de la salud dental. Hablamos con ellos y les explicamos el valor del chicle y cómo puede ayudar a sus pacientes dentro de una buena higiene bucal. También colaboramos con higienistas, estamos dando talleres, y colaboramos con el Consejo de Dentistas de España, etc. Y todo ello con un único objetivo: ayudar a hacer entender el papel del chicle sin azúcar como complemento dentro de una buena higiene bucal.
Retos/proyectos a corto plazo en RSE.
Tenemos una cultura muy orientada a la RSC con nuestros trabajadores y tenemos muy bien encaminada la RSC hacia nuestra comunidad. Sin embargo tenemos aún un gran recorrido para fortalecer lazos con nuestros clientes llevando iniciativas de RSC conjuntas y unirlo con programas de voluntariado corporativo.
Evidentemente nuestro foco seguirá siendo el dar respuesta a las necesidades a nivel local y seguir trabajando para que nuestros trabajadores puedan vivir de primera mano la experiencia de voluntariado. Pero uno de nuestros retos de futuro es hacer más estrecha más la colaboración con los clientes.