Gracias al apoyo de la Diputación de Valencia, Manos Unidas ha mejorado la forma de ganarse la vida de 200 personas de Senegal, jóvenes entre 18 y 35 años que ya pueden vivir dignamente de su trabajo.
Los beneficiarios indirectos, 2.000 personas, pertenecen a las familias de los 200 participantes, y también han asistido a las sesiones de sensibilización del proyecto. Todos ellos mejorarán su vida y tendrán un futuro esperanzador.
El proyecto está planificado para desarrollarse a lo largo de 24 meses y la Diputación de Valencia ha financiado una parte del primer año, el 2023, con un total de 34.453 €. El resto, 59.947 €, corre a cargo de Manos Unidas.
El objetivo del proyecto es capacitar a jóvenes en situación vulnerable para integrarlos en el sector rural: agricultura, ganadería, transformación, prestación de servicios, etc. Para conseguirlo se les ha dado formación técnica y los insumos necesarios para su emprendimiento.
Este resultado se conseguirá a través de la mejora de la capacidad de producción agrícola y ganadera sostenible, la mejora de las capacidades de conservación de los productos agrícolas, y el apoyo a la transformación de productos agrícolas y el acceso a mercados.
Las zonas de intervención están repartidas en ocho regiones de Thiès, Kaolack, Fatick, Saint Louis, Tambacounda, Sédhiou, Louga, Kaffrine y en once departamentos, una diversidad de ámbitos tenida en cuenta para que todos los beneficiarios obtengan las mismas posibilidades.
Romper la brecha de género
El socio local de Manos Unidas en Senegal para este proyecto es RESOPP (Réseau des Organisations Paysannes et Pastorales du Sénégal), con 20 años de experiencia en apoyo a más de 45.000 agricultores.
Alrededor del 80% de los trabajadores en Senegal se dedica a la agricultura de subsistencia, con la dificultad de la precariedad. A esto hay que sumar el problema de la brecha salarial entre hombres y mujeres.
El proyecto refuerza la empleabilidad de los jóvenes en las zonas rurales, que por las dificultades que tienen para encontrar empleo digno, recurren en muchos casos a la emigración.
Agricultura y ganadería
Los asesores agrícolas les han enseñado técnicas productivas, viables y respetuosas con el medio ambiente. Cada participante ha recibido un kit de producción que, en función de la formación escogida, consta de insumos agrícolas (semillas, herramientas, etc.) o bien destinados a la producción ganadera (ovejas, cabras, vacas, pollos, vacunas, vitaminas, piensos, etc.). Estos bienes pasan a ser de su propiedad y son el comienzo de la puesta en práctica de los conocimientos recibidos.
Se realiza un seguimiento periódico por parte del personal de la cooperativa, para comprobar el nivel de ejecución del proyecto, las posibles dificultades y para hacerles las recomendaciones oportunas.
El enfoque de sostenibilidad ambiental está presente en todo el desarrollo del proyecto. Cabe destacar entre las prácticas la adopción de métodos de producción de plantas que preserven el medio ambiente, uso de técnicas de compostaje, técnicas de fertilización, uso de materiales locales para la construcción de gallineros y otros recintos, uso de productos locales para alimentación animal, uso de animales locales y uso de energía solar para el secado.
Las técnicas enseñadas favorecen la conservación del suelo y evitan la contaminación de las aguas subterráneas, con el consiguiente impacto también para la salud.
Emprendimiento
A través de este proyecto, Manos Unidas también ha enseñado a los 200 beneficiarios a acceder a vías de financiación que garanticen el desarrollo progresivo y el rendimiento. Se trata de que sean protagonistas de su futuro. La meta es que sean motor de cambio y mejora de su entorno.
También el enfoque de género se tuvo muy en cuenta a lo largo del proceso. Las mujeres jóvenes en zonas rurales tropiezan con barreras de acceso a los trabajos y a la gestión de recursos. La discriminación hacia ellas es mayor a causa de las normas sociales y los roles de género, que las limitan en el acceso a la tierra y la gestión de la economía familiar.
Los beneficiarios directos, 200 personas, 50% hombres y 50% mujeres, fueron seleccionados en función de la edad, entre 18 y 35 años, nivel de escolaridad (enseñanza primaria), la motivación y su vulnerabilidad (madres jóvenes, discapacitados, etc.).
El proyecto de Manos Unidas en Senegal, financiado en parte por la Diputación de Valencia, trabaja en torno a la tesis de que existe futuro en el país, de que se puede prosperar sin tener que abandonar el campo y de que los mismos senegaleses pueden rentabilizar su riqueza natural de manera sostenible.
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