¿Cuál es su opinión sobre el Multi Stakeholder Forum on CSR celebrado en Bruselas hace el mes de febrero?
Tengo dos opiniones al respecto. Por un lado, el foro fue una gran oportunidad de networking para que muchos actores se conocieran, discutieran, lucharan y se pusieran de acuerdo en diversos aspectos. Sin embargo, también tengo una opinión no muy positiva. ¿Por qué? Bueno, tiene que ver con la forma en que el programa del foro fue elaborado, creo que fue demasiado selectiva.
Había 12 temas para 12 secciones pero cinco de estas se centraban en la gestión a nivel internacional de la RSE. Este es un tema muy importante, sin embargo, este protagonismo se ha logrado a costa de no incluir otros temas en el debate. Por ejemplo, no había ni una sola sección para abordar cuestiones como la juventud, la educación, el empleo, el envejecimiento activo y los cambios democráticos en Europa. Tampoco ninguna relacionada con la salud o el bienestar de los ciudadanos, a pesar de conocer la situación democrática de Europa. Tampoco hubo una sola sección en el programa relativo al reporting, una cuestión que nos llegó hace unos meses cuando Europa aprobó la Directiva Europea de Información No Financiera. Es curioso que, aunque este es uno de los temas que empresas y gobiernos más quieren discutir, la comisión no lo incluyera en el programa. Otro aspecto negativo fue que el foro estaba demasiado centrado en la queja y la denuncia pero no se ofrecía ningún espacio para discutir sobre la innovación de los productos, servicios o de los modelos de negocio. En definitiva, el Multi Stakeholder Forum on CSR contó con más de 40 empresas y redes de negocios y la opinión de todos ellos no ha sido muy positiva.
¿Tendremos la nueva estrategia de RSC antes del verano?
Puedo decir con una probabilidad del 90% que no. Puede ser quizás a finales de 2015 o incluso en 2016. En este sentido, CSR Europe ha aconsejado a la Comisión Europea que se tome su tiempo para realizar la estrategia porque nos gustaría que la próxima edición de la estrategia sea coherente e integral y esto se consigue reflejando cómo la RSE en Europa está creciendo en las empresas.
A nivel global, ¿cómo ve la Estrategia Europea de RSE?
Hay tres cosas que vemos en cuanto a la estrategia futura. Uno es sobre los temas que abarca, otro sobre cuál es el papel del buen gobierno para que la estrategia tenga éxito y, por último, qué se necesita más allá de una estrategia clásica.
En relación al buen gobierno…en primer lugar, en el foro no había liderazgo de la Unión Europea. Es la primera vez en 12 años que la Comisión organiza un foro con una representación tan baja por parte de la Comisión. Y esto es un indicador de que la Comisión Europea todavía no está preparada. Quizás había algún grupo pero nosotros, como cofundadores del foro, esperábamos que la Comisión estuviera allí asumiendo parte del liderazgo. Teniendo en cuenta esto, primero hay que asegurar que la Estrategia Europea de RSE tiene el liderazgo adecuado dentro de la Comisión y no está monopolizada por un solo comisario. Debe haber más comisarios implicados porque la RSC abarca diversos ámbitos, como en la empresa. Por ejemplo, en una empresa no es posible que un solo departamento tenga el monopolio de la RSE. Es más, aquellas que incluso cuentan con un departamento de RSE, éste debe estar incrustado de forma vertical en la organización porque la RSC pertenece a cada función de la empresa, está relacionada con el rendimiento, con los objetivos de la empresa, etc.
También creemos que un buen gobierno significa que necesitamos un Comité de Coordinación de la Estrategia que sea más sólido. Es decir, la Comisión Europea tiene que incluir en la discusión a los diferentes actores y partes interesadas. ¿Eso significa incluir a empresarios y sindicatos? Sí. También a las redes de empresas del CSR Europe y a los consumidores porque la RSC solo avanzará de forma global cuando se tenga en cuenta también a los consumidores. Hace 10 años que nos los vemos pero es hora de que todos hagamos un gran esfuerzo en el Comité de Coordinación para implicar a los consumidores.
Y por último, aunque no por ello menos importante. Creemos también que es ya es hora de incluir en el foro a actores que aún no están, como por ejemplo las ciudades y los alcaldes. La RSE en Europa cuenta con una gran cantidad de normas y principios internacionales, hay una estrategia europea, existen planes de acción nacionales, los gobiernos cuentan con grupos de alto nivel en RSE, pero todos sabemos que el impacto real de todo esto tendrá lugar en la ciudad, en los planes urbanísticos sobre la RSE y la sostenibilidad. Así que ha llegado el momento de que ellos también compartan la alegría y los sufrimientos de hacer avanzar la RSE en Europa.
En definitiva, un buen gobierno requiere liderazgo, requiere un buen comité de coordinación con todos los actores involucrados. En este sentido, a día de hoy no ha representantes de escuelas o del sector educativo y tendrían que estar. Sí que hay universidades pero hablo también de involucrar a los que educan a los pequeños y adolescentes. Por lo tanto, lo que buscamos es liderazgo y buena coordinación.
¿Qué temas cree que debe abordar la estrategia?
Creemos que hay cinco temas básicos. Uno de ellos está relacionado con la salud y el bienestar de los ciudadanos y los trabajadores. . Garantizar la salud de nuestros ciudadanos, y también la de los trabajadores, es un elemento clave para las empresas del mañana. El cambio demográfico en Europa, que tiene un enorme impacto en la salud y el bienestar, y en especial en el estrés, tiene un enorme impacto en la productividad de las empresas, así que este es un tema prioritario. Ligado a esto, el segundo tema está relacionado con el empleo y la empleabilidad. Deben estar el centro de la Estrategia Europea de RSE. ¿Por qué? Por los jóvenes. Cuando en Europa se está sacrificando una primera y una segunda, y quizás más adelante una tercera generación de jóvenes, significa que estos jóvenes no tienen confianza en su futuro. En este punto, empresas y autoridades públicas tenemos que ir de la mano para impactar en ellos de forma positiva.
La empleabilidad también está relacionada con la gente que forma el mercado de trabajo y la diversidad que hay en él. En el mercado de trabajo hay gente de diferente género, clases sociales, orientaciones, religiones… ¿cómo gestionamos esta diversidad en el día a día de la empresa? La diversidad y la empleabilidad son temas clave, incluyendo también dentro de esta diversidad, por supuesto, a las personas con discapacidad. Y, por otra parte, también hay que tener en cuenta el envejecimiento del equipo humano en las empresas.
Por supuesto, otro tema muy importante es la innovación de las empresas respecto al medio ambiente. Nos preguntamos cómo innovar para tener menos impacto en el cambio climático, para ser más transparentes y que los consumidores puedan elegir de una forma más responsable porque están mejor informados. Y por último, ¿cómo va abordar la Estrategia Europea de RSE la economía circular? Esto es una gran revolución.
El cuarto tema es, por supuesto, empresas y derechos humanos. Y aquí en la estrategia tendremos que mirar de cerca la política europea de desarrollo sobre las relaciones exteriores. También tendremos que poner especial atención a las rutas que vamos a trabajar en conjunto con las empresas en materia de RSE cuando su desarrollo económico y de negocios tiene lugar fuera de Europa. Hay algunas iniciativas adoptadas donde la UE está dispuesta a mejorar cada acuerdo comercial o contrato de sociedad para incluir en dichos acuerdos capítulos sobre el desarrollo sostenible y la RSC. Pero no se trata solo de llegar a un acuerdo, hay que convertir este acuerdo en una oportunidad de discusión con las empresas y los gobiernos locales y nacionales en los países en desarrollo, por ejemplo. A veces, los negocios son incluso más eficientes para hablar de derechos humanos porque, en ocasiones, las autoridades públicas son demasiado diplomáticas a la hora de tratar estos temas.
El último tema está relacionado con el reporting y la transparencia. Quiero dejarlo muy claro, el reporting es el camino, no el final. Nadie quiere tener simplemente una cultura de reporting, lo que queremos es que la Comisión Europea y la Estrategia Europea de RSE defina un plan de acción sobre la capacidad de gobiernos, inversores y empresas de producir y utilizar información no financiera de forma inteligente. En Europa vemos que la preparación y la capacidad de los diferentes actores en este ámbito es aún insuficiente. Corremos el riesgo de que dentro de dos años no se haya logrado nada en términos de madurez y desarrollo de capacidades y, por lo tanto, los actores clave no muestren sus resultados. Si no hay responsabilidad política de la Comisión para acompañar la directiva europea con un plan de acción, seremos muy críticos con la Comisión.
¿Cuáles son los planes de CSR Europe para este año?
Este año celebramos nuestro 20 aniversario. En junio estaremos en la Exposición Universal en Milán para dar a conocer la iniciativa de RSE ‘Enterprise 2020’ con la que queremos involucrar a más de diez mil empresas en tres direcciones estratégicas.
La primera de estas direcciones sostiene que no habrá reindustrialización de Europa de una manera inteligente y sostenible si no avanzamos en la colaboración entre educación y empresas. A día de hoy, los subsidios que las escuelas necesitan para preparar a las jóvenes generaciones para los mercados y empleo del futuro, no les llegará a través de los gobiernos. Así, las empresas tienen que intervenir porque esto está relacionado con el éxito futuro de sus negocios. La colaboración entre escuelas y negocios es vital.
La segunda línea de trabajo está relacionada con la necesidad de alentar a empresas y ciudades a trabajar juntas, sobre todo para avanzar en relación a la economía circular. En las ciudades nos encontramos con ciudadanos que también son consumidores y, muchas veces, el ciudadano piensa en la sostenibilidad de su ciudad y el consumidor no está actuando o eligiendo el producto o servicio más sostenible. Por eso, tenemos que encontrar una solución y tenemos que hablar juntos de ciudades y negocios.
Por último, la transparencia de las empresas. La transparencia es el camino para restaurar la confianza de los ciudadanos, de los empleados, los inversores, etc. Por lo que, tener un reporte donde mostrar tu actividad financiera y no financiera, explicar los dilemas con los que te encuentras, etc., sirve no solo para dar a conocer todos tus retos o riesgos sino para atraer la confianza del ciudadano y de las organizaciones y, por parte de ellos, también podremos encontrar consejos y no solo expectativas.