Hace 50 años comenzó nuestro proyecto en España, con la aspiración de ayudar a mejorar la forma en la que las personas viven y trabajan. Durante estas cinco décadas nuestro país ha evolucionado tanto que es irreconocible; y desde Accenture -siempre atentos- hemos anticipado nuestros planes estratégicos a los cambios que veíamos venir con el fin de prepararnos para ofrecer las soluciones innovadoras que los ciudadanos demandaban y nuestros clientes necesitaban.
Así, hemos consolidado un modelo de gestión fiable y eficiente que se rige por nuestros principios corporativos; porque hemos comprobado que una alta rentabilidad y unos resultados competitivos son tan importantes como la forma en la que se consiguen. En esta línea, nuestra filosofía se materializa en un modelo de gestión capaz de alcanzar la productividad con integridad y de apostar por el desarrollo sostenible con honestidad, todo ello sin sacrificar la ética ni los compromisos adquiridos con los grupos de interés. Y este planteamiento –sin duda- comparte el fin y las formas de la Responsabilidad Social Empresarial (RSE).
De hecho, cuando desde España decidimos ser los pioneros dentro de Accenture en la aplicación de los estándares, principios e indicadores que la RSE estaba inculcando como nueva disciplina, en cierto modo, nos sentimos como el protagonista de “El Burgués Gentilhombre” de Molière cuando decía: “Más de 40 años hace que me expreso en prosa, sin saberlo”. La verdad es que, tras hacer el diagnóstico inicial de nuestro punto de partida con respecto a un concepto tan amplio y complejo, llegamos a la conclusión de que “Más de 40 años hace que practicamos RSE, sin saberlo”. Por eso, somos de los que creemos que nos hace más responsables el “cómo” conseguimos nuestros resultados que el nombre que le demos a nuestra forma sostenible de entender el negocio.
Haciendo balance de los últimos años, hemos observado que la RSE ha evolucionado en España en dos sentidos: por un lado, adaptándose al sector y la personalidad de cada organización y por otro lado, ejerciendo una gran influencia en la toma de decisiones de la Dirección. Es una disciplina más madura que ha contribuido a que las entidades no solo se centren en los resultados económicos, sino que también cuiden todo el proceso que abarca su actividad; es decir, ha ayudado a que la Dirección asuma que el antes y el después de lo “qué” consiguen, es también responsabilidad suya.
Además, se puede apreciar el compromiso y posicionamiento tanto de las empresas privadas como de las administraciones públicas en materia de RSE. Tan solo hay que visualizar los datos históricos para comprobar que España ha sido el país con mayor presencia y mejores cualificaciones en los rankings y listados internacionales de RSE. Por eso, no es casualidad que Accenture España haya sido la pionera –dentro de la organización global- en desarrollar y materializar una estrategia de Responsabilidad Empresarial que cumple los principales estándares internacionales en esta materia. Lo que empezó siendo una muestra de complicidad con nuestros clientes, se ha convertido en un programa que suma lo mejor de la cultura española con los programas más veteranos de la cultura americana y que por tanto, se nutre en el día a día.
En este enriquecimiento cultural, estamos trabajando en la integración de la estrategia de Responsabilidad Empresarial en nuestro modelo de negocio de forma continua. La implicación de las cúpulas directivas es fundamental para que el enfoque y programas de RSE estén alineados con la estrategia de la organización en cada momento. La realidad refleja que aquellas entidades que más han apostado por la RSE, han establecido mecanismos de toma de decisiones y rendición de cuentas al más alto nivel. En esta línea, cabe destacar que hemos creado una “Comisión de RSE” encabezada por nuestro presidente, y formada por los cincos máximos responsables de negocio de cada sector; perteneciendo todos ellos al Comité Ejecutivo de Accenture España.
Los compromisos que hemos adquirido con los grupos de interés se gestionan a través del Plan Director de Responsabilidad Empresarial de Accenture España que tiene el objetivo último de inculcar comportamientos responsables en todos los niveles de la organización y garantizar que los principios del desarrollo sostenible están presentes en todas las áreas de la compañía. Es un plan vivo que se actualiza periódicamente desde su aprobación, que coordina los retos que Accenture España ha contraído voluntariamente y que se desglosa en programas que se establecen y priorizan de acuerdo con los indicadores de desempeño y las conclusiones anuales del estudio de materialidad y del análisis de las expectativas de los grupos de interés. Se articula a través de siete compromisos adquiridos con los grupos de interés: compromiso con los clientes, los profesionales, los accionistas, la sociedad, la innovación, el medio ambiente y los proveedores.
Fruto de los programas desarrollados como consecuencia de cada uno de los compromisos con los grupos de interés, Accenture se muestra como una compañía que está junto a sus clientes cuando necesitan soluciones innovadoras, a favor de sus accionistas cuando demandan resultados, involucrada en el desarrollo de sus profesionales, compenetrada con sus proveedores y preocupada por los más desfavorecidos y por el respeto del medioambiente.
Todo esto se avala con la inclusión de Accenture, a nivel global, en los más prestigiosos índices internacionales Dow Jones Sustainability Index y FTSE4Good y localmente con nuestro apoyo a la Red Española del Pacto Mundial de las Naciones Unidas y Foretica.
Desde el punto de vista de la transparencia y credibilidad en la rendición de cuentas ante los grupos de interés, cada año la Memoria de Responsabilidad Empresarial de Accenture España es verificada por auditores externos, consigue el nivel de aplicación máximo de GRI, sigue el último marco para la elaboración de informes integrados del International Integrated Reporting Council (IIRC) y renueva el nivel «Advanced» del Pacto Mundial de las Naciones Unidas.
Nuestro gran reto es seguir avanzando en nuestra visión estratégica que recoge el legado de los valores que rigen la toma de decisiones de la compañía desde su inicio, está completamente alineada con los planes y objetivos empresariales y su objetivo es tanto velar por la rentabilidad y la sostenibilidad del negocio en el tiempo como generar valor real para la sociedad en general y las generaciones futuras.
Como conclusión general, observamos que la RSE ocupa cada vez más un papel relevante en las grandes empresas y en la legislación hasta el punto de considerarla como un aspecto de diferenciación y competitividad. En mi opinión, la RSC evolucionará como lo hacen los conceptos vivos; detectando los cambios de prioridades y expectativas para dar respuesta a las inquietudes y necesidades de las organizaciones, de sus grupos de interés y de las sociedades en las que operan. En esta línea, la RSE en España está siendo cada vez más proactiva en el impulso de aquellas iniciativas que promueven la generación de empleo de calidad, que favorecen la competitividad de los negocios o que previenen cualquier tipo de riesgo que pueda poner en peligro la viabilidad o la reputación de las compañías.