Según estima la compañía, si el 1% de los ‘hogares Ikea’ sustituyera sus electrodomésticos y bombillas por modelos eficientes, se ahorrarían 31 gigawatios al año, lo que equivale al consumo anual de casi 8.000 viviendas. Esto supondría dejar de emitir casi 19.000 toneladas de CO2 y un ahorro total de casi 20 millones de euros en la factura de la luz.
Por ello, el director mundial de Sostenibilidad de la multinacional, Thomas Bergmark, asegura que “la estrategia de sostenibilidad de la compañía busca conseguir que, con la colaboración de todos, el mundo sea un hogar mejor”. Así, Ikea pretende contagiar sus hábitos responsables a sus clientes con la campaña “Es una tarea sin fin…”. Esta acción no es aislada y tampoco responde a un compromiso reciente con la RSE. Como confirma Cristina Humet, directora de Comunicación y de Sostenibilidad, a Corresponsables: “Ya hemos hecho muchas cosas relacionadas con productos, materias primas y procesos, al mismo tiempo que somos conscientes de que nos queda todavía trabajo por hacer. Por eso la sostenibilidad para nosotros es una tarea sin fin. Un conjunto de pequeños pasos en muchas áreas distintas que llevan a grandes resultados.”
Según la visión de Ikea, hoy su cliente no sólo busca un producto que le satisfaga a nivel estético o monetario, sino que también “se preocupa por el material con que está fabricado, la procedencia de ese propio material o cómo reciclar ese producto cuando ya no lo necesita o ha llegado al final de su ciclo de vida”, según Humet. En coherencia con este hecho, el compromiso de la compañía a nivel mundial es contribuir de forma decisiva, a través del programa ‘Es una tarea sin fin…’ a crear un mundo en el que se cuide mejor de las personas, los recursos naturales y el medio ambiente.
Este compromiso se materializa en cinco dimensiones que necesitan de la participación de clientes, colaboradores, proveedores y la propia compañía. Estas cinco dimensiones son: vida sostenible en el hogar, uso sostenible de los recursos, minimización de la huella de carbono, responsabilidad con las personas y transparencia.
De este plan, “Ikea ya está haciendo su parte”, explica Cristina Humet. Durante el ejercicio 2009, Ikea redujo un 14% el consumo de energía en sus tiendas, lo que representa un ahorro de 400.000 euros. Además, desde el 1 de enero de 2010, toda la electricidad que consume la compañía en nuestro país es 100% renovable. Asimismo, está apostando por integrar en sus nuevas tiendas otras fuentes de energía renovable, como es el caso de la geotermia en el establecimiento de Jerez o la fotovoltaica, que estará presente en muchas de las tiendas en los próximos años. Ikea también redujo en un 4,6% su consumo de agua durante el último año, lo que representa un ahorro de 10.600 euros anuales. El objetivo para 2015 es reducir en un 25% su consumo (respecto al año 2005).
En 2009, su red de tiendas en nuestro país recicló el 87% de los residuos generados, que fueron clasificados en 17 fracciones diferentes. El objetivo de Ikea es que en el año 2015 el 100% de sus residuos sean reutilizados, reciclados o aprovechados energéticamente.
Para ese horizonte, también se ha fijado un objetivo a compartir con sus clientes: reducir a la mitad el impacto ambiental de los hogares de sus consumidores. Por ello propone una lista de productos en la que están los grifos Ringskär, que reducen un 30% el consumo de agua; las placas de inducción, con un 80% de eficiencia energética (comparado con el 55% de las vitrocerámicas); las bombillas Sparsam, que suponen un 80% de ahorro frente a las bombillas tradicionales; toda la gama de electrodomésticos 100% eficiencia A, y otros artículos como botes de cocina o sistemas de gestión de residuos.
Un buen lugar para trabajar
Ikea ha sido incluida entre las 50 Mejores Empresas para Trabajar en España en 2009 según el Great Place to Work Institute España y se ha situado, además, como la mejor compañía para trabajar en el sector de distribución dentro de la categoría de más de 1.000 empleados.
También durante 2009, Ikea invirtió más de dos millones de euros en formación a sus empleados. La plantilla cuenta además con un paquete de beneficios sociales entre los que destaca la ayuda a la maternidad/paternidad, cantina subvencionada, descuento de empleado, plan de pensiones, plan de ahorro, etc.
La colaboración de las tiendas Ikea y la participación de los colaboradores en proyectos sociales representaron el 0,9% de los beneficios de la empresa. Esto incluye no sólo las donaciones económicas y de producto, sino también las más de 1.200 horas de voluntariado corporativo realizadas.