Desde los centros, se acompaña a los estudiantes para descubrir sus intereses, talentos y elegir los próximos estudios. Sin embargo, la información sobre el mercado laboral y las experiencias en contextos profesionales no siempre llega, siendo claves para tomar decisiones. La colaboración activa por parte del entorno empresarial es muy necesaria para acercar la realidad al alumnado.
En muchos centros educativos el sistema de orientación se articula para responder a la pregunta: ¿qué quieres estudiar? Esto provoca que el proceso se enfoque desde una perspectiva muy académica y de poco impacto. Es decir, un alumno/a puede responder nombrando algunos estudios concretos, pero lo realmente relevante es en qué basa su decisión. Normalmente los estudios y profesiones que conocen los estudiantes son muy limitados y las elecciones están influidas por sus amistades, docentes o familiares. Esta decisión marcará el inicio de su carrera profesional, por lo que el proceso de orientación ha de ser profundo y dotar a los jóvenes de herramientas para su futuro.
En los últimos años, se ha producido un aumento en la concienciación de la necesidad de una mejor orientación por parte de los colegios, las familias y los profesionales de la educación. Estamos en el punto de inflexión para que esta concienciación se traduzca en acciones, y esto no puede ocurrir sin la implicación de empresas, sectoriales y entidades públicas y sociales.
Según datos del Sistema Integrado de Información Universitaria del Ministerio de Educación, un 30% de los alumnos/as de la universidad española abandona el grado que eligieron después de aprobar el Bachillerato y la EBAU. Acertar o no en la elección de estudios es clave para el futuro de los jóvenes y de la propia sociedad, pues el coste del abandono educativo que se produce en la universidad supera los 1.000 millones de euros anuales según el estudio realizado por el IVIE y la Fundación BBVA.
Hoy en día, vemos cómo en el aula pierde cada vez más fuerza el hecho de transmitir conocimientos, y los docentes poco a poco se van convirtiendo en gestores, dinamizadores e inspiradores de ese proceso de aprendizaje que debe recorrer el alumnado. La orientación conecta con los deseos profundos de la persona, le pregunta al alumno quién es, qué se le da bien y que le gustaría hacer en la vida y estas preguntas deben de contextualizarse sobre la base de un conocimiento del mundo profesional real, que es uno de los factores clave que debemos de potenciar juntos empresas y centros educativos.
Para ello, debemos de facilitar que todos los alumnos/as a lo largo de su etapa de secundaria tengan la posibilidad de tener experiencias en entornos de trabajo reales. Es decir, visitar una empresa para conocer una tecnología o un proceso, o interactuar con un profesional en una charla o en una estancia educativa como el programa de 4º de la ESO + empresa de la Comunidad de Madrid. Esto es absolutamente crítico y por eso necesitamos generar estructuras y programas que faciliten el contacto entre centros educativos y empresas, para que los jóvenes puedan conocer y explorar un amplio abanico de sectores y organizaciones, que les permitan definir un porfolio de profesiones conectadas con sus intereses vocacionales y aptitudes.
Alcanzar este objetivo no puede ser solo cosa de los centros educativos, sino que han de ser las instituciones locales y autonómicas, las asociaciones empresariales y las propias empresas quienes faciliten estas oportunidades. En enero de 2023, desde la Fundación Bertelsmann lanzamos la web empresasqueinspiran.es para conectar a centros educativos y empresas y promover las actividades de orientación profesional.
En apenas tres clics, empresas y centros pueden concretar una visita, charla o estancia educativa en la que participarán alumnos/as de secundaria, Bachillerato o FP Básica. Por ahora, el programa “Empresas que Inspiran” está operativo en tres Comunidades Autónomas (Madrid, Cataluña y Aragón) y más de 15.000 jóvenes se han beneficiado de estas oportunidades de orientación profesional en el último curso.
La implicación de empresas, entidades sociales y profesionales en la orientación es clave para que los estudiantes puedan conocer profesiones emergentes, tendencias del mercado laboral y tener experiencias en entornos reales de trabajo que les ayuden a interpretar el contexto profesional y descubrir en qué tipo de profesiones destacarían más sus habilidades y talentos.
En España se da la paradoja de que existen altas tasas de desempleo juvenil y, al mismo tiempo, muchas empresas no encuentran los profesionales que necesitan. Muchos directivos/as españoles declaran tener dificultades para encontrar el talento adecuado. Los desajustes de habilidades tienen un efecto grave en sus políticas de recursos humanos y la economía europea pierde más del 2% de la productividad por año debido a esta ineficiencia del sistema. Por ello, cuanto mejor sea la orientación, mayor será el encaje entre la oferta y la demanda de profesionales y los jóvenes tendrán un mejor acceso a trabajos que les permitan desarrollar todo su potencial.
¿Te sumas a Empresas que inspiran?
Esta tribuna forma parte del Dosier Corresponsables: Día Internacional de la Educación 2024.