El último informe anual sobre Net Zero de South Pole publicado hoy ha revelado que la mayoría de las empresas encuestadas en 9 de los 14 sectores principales están disminuyendo intencionadamente sus comunicaciones sobre el clima, lo que también se conoce como “greenhushing” o “silencio verde”, concepto que South Pole puso de manifiesto por primera vez en 2022. El informe de este año, en el que se encuestó a más de 1.400 empresas comprometidas con la sostenibilidad en 12 países y 14 sectores, examina más de cerca las empresas que optan por no hacer públicas sus estrategias u objetivos climáticos y disminuyen o interrumpen deliberadamente las comunicaciones externas al respecto.
Por primera vez, el informe confirma que la tendencia del greenhushing está presente en casi todos los sectores principales del mundo, desde la moda hasta la tecnología, pasando por los bienes de consumo. Este informe se trata de un estudio independiente de South Pole, basado en datos recopilados por la empresa británica de investigación Sapio.
“Nuestro último informe sobre Net Zero revela una contradicción continua y cada vez más profunda entre la acción climática de las empresas y la comunicación de dicha acción. Desafortunadamente, la inmensa mayoría de las empresas a nivel mundial no están haciendo nada en absoluto, sin objetivos públicos que mostrar”, afirma John Davis, Director General Interino de South Pole. Es posible que los resultados de nuestra investigación sean simplemente un indicio de un ‘silencio’ corporativo antes de la tormenta (regulatoria), que inevitablemente exigirá a todas las empresas que comuniquen su impacto climático y sus avances en relación a sus objetivos de net zero”. A medida que la acción climática corporativa aumenta, ahora es el momento de que los líderes empresariales estén a la altura del momento y compartan abiertamente tanto los avances como los retos en materia de acción climática, de modo que podamos hacer un seguimiento y también aprender de los errores.”
“Nuestro último estudio muestra que demasiadas empresas dentro de la muestra encuestada están trabajando para alcanzar objetivos de cero emisiones netas muy optimistas, incluso poco realistas, para o antes de 2030. Y aunque vemos que se está estableciendo un número alentador de Objetivos Basados en la Ciencia (SBTs, por sus siglas en inglés), será importante que las empresas tengan en cuenta que los SBTs requieren una acción concertada sobre las emisiones de Alcance 3 de la cadena de valor. Es importante que se aseguren de que se están preparando conscientemente para ello”, afirma Franziska Sinner, Directora Senior de Estrategias Climáticas de South Pole.
Comunicar el objetivo de cero neto es beneficioso
Existe una clara desconexión entre la creencia de las empresas sobre el valor de comunicar sus objetivos climáticos y su confianza a la hora de hacerlo. De todas las empresas encuestadas, la mayoría (81%) reconoce que comunicar el objetivo de cero neto es beneficioso para sus resultados financieros. Sin embargo, más de la mitad (58%) de las empresas que consideran que la comunicación de la acción climática es igual o más difícil que antes planean deliberadamente disminuir su nivel de comunicación externa. Esta tensión se ve agravada por los resultados de la investigación, que indican que las empresas consideran que los objetivos de cero emisiones netas son fundamentales para el éxito comercial: casi la mitad (46%) de las empresas encuestadas afirmaron que persiguen cumplir los objetivos de net zero para satisfacer las demandas de los clientes, pero también para mejorar la gestión de riesgos en sus cadenas de suministro (39%).
Todos los sectores van a enfrentarse pronto, o se enfrentan ya, a un nuevo escenario de medidas regulatorias relacionadas con la reducción de emisiones y sostenibilidad. Estos cambios en la política se citan como uno de los principales motivos por los que las empresas se ocultan tras el silencio verde. Los datos actuales sugieren que la mayoría de las empresas están teniendo dificultades para adaptarse a este nuevo entorno normativo, lo que resulta en una falta de confianza para comunicar sus estrategias y objetivos climáticos.
El miedo al escrutinio por parte de los inversores fue otra de las principales razones para ocultar su compromiso con el medio ambiente, y lo mencionaron de forma exclusiva tanto la mayoría de las empresas de servicios medioambientales como las de petróleo y gas (51% y 57% respectivamente). Esto plantea la cuestión de si la presión de los inversores y los objetivos financieros a corto plazo podrían estar obstaculizando la adopción de medidas a largo plazo contra el cambio climático. En la mayoría de los demás sectores, como el comercio minorista y la moda, la tecnología, los bienes de consumo y el transporte, se mencionaron otras razones principales como los “requisitos regulatorios” y la “falta de orientación sobre las mejores prácticas”.
Sorprendentemente, la mayoría de las empresas encuestadas sigue considerando que las declaraciones de neutralidad climática son “adecuadas para su propósito”, a pesar de la rápida evolución y la creciente regulación del panorama de las declaraciones corporativas sobre el clima.
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