El Día Mundial de la Salud, celebrado cada 7 de abril, es una fecha clave para subrayar la importancia de cuidar de nuestra salud y la de los demás. Desde 1948 la Organización Mundial de la Salud (OMS) nos recuerda en este día los desafíos que afronta la salud pública y la urgencia de actuar como sociedad para superarlos.
El lema de 2024, Mi salud, mi derecho, supone el reconocimiento de la salud como un derecho humano fundamental, no sólo destacando la importancia de garantizar el acceso universal a los servicios de salud, sino también la responsabilidad individual y colectiva en el cuidado y promoción de estilos de vida saludables.
Los desafíos en salud que tenemos son enormes y se agravan por factores como el cambio climático, la superpoblación, las desigualdades socioeconómicas y el peligro de pandemias globales. La COVID 19 o los problemas de salud generados por las grandes sequías e inundaciones de los últimos años pasan fronteras con rapidez y facilidad, demostrando que no basta con trabajar de manera aislada sobre un colectivo, ciudad o país.
Este 2024, la OMS espera que la atención de todos los países se centre en la lucha contra las enfermedades no transmisibles, la mejora de los sistemas de salud mental y el fortalecimiento de los sistemas de salud, especialmente la atención primaria, para poder resistir mejor a futuras crisis sanitarias.
España, en línea con la OMS, desarrolla desde hace años iniciativas y programas que reflejan el espíritu de este lema, por ejemplo, ampliando el enfoque hacia la prevención y el cuidado de la salud mental o buscando integrar la salud en todas las políticas públicas para que cada decisión gubernamental contribuya a un entorno más saludable.
El refuerzo de atención primaria, como la forma más efectiva de que la sanidad llegue a toda la población, es uno de los asuntos pendientes que es urgente abordar. La escasez de sanitarios y la marcha a otros países de los recién formados en busca de empleo más estable y mejores condiciones son realidades que afrontar también cuanto antes.
Los avances científicos y tecnológicos se suceden a un ritmo de vértigo en el siglo XXI generando oportunidades sin precedentes para mejorar la salud poblacional. La telemedicina mejora el acceso a la atención médica, especialmente en la llamada España vaciada. La inteligencia artificial y el análisis de big data están transformando la investigación médica, facilitando y acelerando el desarrollo de nuevas herramientas diagnósticas, terapias y vacunas. Pero como sociedad aún queda mucho trabajo que hacer para que los avances alcancen a los más desfavorecidos.
La promoción de la salud y la prevención de enfermedades es una responsabilidad compartida entre gobiernos, organizaciones internacionales y comunidades. Los gobiernos deben liderar con políticas, fomentando entornos saludables y asegurando el acceso universal a servicios de salud. Las organizaciones internacionales, como la OMS, son imprescindibles para la coordinación de los esfuerzos globales.
Es paradójico en un mundo tan avanzado, que enfermedades infecciosas erradicables desde hace décadas mediante vacunas (como la poliomielitis o el sarampión) generen todavía brotes epidémicos por todo el mundo. También es más rápido el desarrollo de nuevas infecciones por agentes aún no estudiados o microorganismos multirresistentes. Sin los esfuerzos en promoción de la salud, sin sanidad con cobertura universal y sin aumentar las ayudas a países en desarrollo será muy difícil superar los nuevos retos.
Las grandes empresas pueden contribuir significativamente a través de prácticas responsables y sostenibles y son una plataforma perfecta para la promoción de la salud. ENAIRE, gestor nacional de navegación aérea, ha puesto en marcha programas como Empresa Saludable, el Grupo de Apoyo para Necesidades Especiales (GANE) y el Plan de Apoyo a Personas (PAE). De esta manera sumamos esfuerzos a los de los Servicios Médicos para cuidar de la salud del personal de nuestra empresa.
Encuadrados en la División de Prevención de Riesgos laborales, el personal de enfermería y medicina del trabajo de ENAIRE trabaja todo el año en el cuidado de la salud laboral de nuestros compañeras y compañeros.
La responsabilidad individual es imprescindible para cuidar la salud y el bienestar. Cada vez vivimos más y padecemos durante más tiempo enfermedades crónicas favorecidas por nuestro estilo de vida. Adoptar una dieta equilibrada, mantenerse físicamente activo, gestionar el estrés de manera saludable y participar en chequeos médicos regulares es nuestra responsabilidad. Sin poner de nuestra parte no hay esfuerzo de sanidad privada o pública que pueda compensar un estilo de vida poco saludable.
Mi salud, mi derecho invita a reflexionar sobre nuestros derechos y responsabilidades en lo que respecta a la salud. Este lema de 2024 no es solo la reivindicación de un derecho fundamental, sino también una llamada a actuar para que todos contribuyamos activamente a un futuro más saludable.
Participar en iniciativas de salud comunitaria y difundir prácticas saludables con base científica en nuestras redes y círculos sociales es parte de nuestra aportación a una sociedad sana. El compromiso de todos y cada uno de nosotros puede llevar a que Mi salud, mi derecho pase a ser una realidad.
Esta tribuna forma parte del Dosier Corresponsables: Día Mundial de la Salud 2024.