En el Día Mundial del Agua, celebrado el pasado 22 de marzo, Naciones Unidas subrayó el valor del elemento, no solo como recurso aprovechable, sino como motor de desarrollo y bienestar. Bajo el lema “Agua para la paz”, el organismo propone actuar de forma coordinada en esta materia para crear un efecto en cascada positivo, fomentando el desarrollo y la resiliencia frente a los desafíos comunes.
En España, donde la práctica totalidad de la población tiene acceso a agua potable, la senda es promover una gestión integrada de los recursos hídricos e incentivar los avances en tecnología y digitalización.
7 de las 10 cuencas con mayor estrés hídrico de toda la Unión Europea están en nuestro país, según la Agencia Europea de Medio Ambiente. El estrés hídrico se ha convertido en una cuestión de primer orden, y para abordarlo, el camino pasa por mejorar la eficiencia y la sostenibilidad en la gestión del agua.
La eficiencia implica disponer de una planificación hidrológica sostenida y una infraestructura eficiente, que incorpore las nuevas tecnologías y se renueve cada cierto tiempo. Invertir en infraestructuras asegura la continuidad del servicio, con un menor coste de operación y mantenimiento.
La digitalización, motor para el desarrollo y la eficiencia
La planificación y estrategia de las administraciones debe de acompañarse del esfuerzo de los operadores que gestionan el servicio del agua. Las compañías especializadas pueden aportar tecnología, capacidad de innovación e inversión para ofrecer soluciones concretas.
En el caso concreto de Aqualia la digitalización, que se ha convertido en una de las líneas estratégicas de la compañía, es vital para avanzar en la gestión eficiente y sostenible del agua. Tanto, que solo en 2023, su inversión en transformación digital fue de 17 millones de euros.
Aumentar el rendimiento de las redes, detectar consumos anómalos a tiempo real y reducir las pérdidas de agua por fugas o avisar cuando no se contabiliza ningún consumo en viviendas habitadas por personas mayores, son algunas de las nuevas prestaciones que ya se disfrutan gracias a las nuevas tecnologías.
Uno de los ejemplos se localiza en la ciudad de Almería, donde Aqualia gestiona el servicio desde 1993, periodo en el que su población ha crecido un 23 %, hasta los 198.000 habitantes. Sin embargo, el consumo de agua se ha reducido en un 47 %, pasando de 30 hm3 en 1993 a los 16 hm3 del año 2020. En ese periodo las inversiones en el servicio hídrico de la ciudad han sumado cerca de 85 millones de euros.
Gracias a la implantación de proyectos para la detección temprana de fugas en las redes, se evitan pérdidas innecesarias de agua y daños en los sistemas, algo aplicable a municipios de cualquier tipología.
En ciudades como Talavera de la Reina (Toledo), la digitalización del servicio de agua, iniciada en 2010, ha logrado mejorar en 20 puntos porcentuales la eficiencia de la red, lo que supone un ahorro aproximado de 1,8 millones de m3 al año, una cantidad de agua que cabría en 720 piscinas olímpicas.
También municipios por debajo de los 5.000 habitantes, como Villasequilla (Toledo), ya cuentan con un 100% de contadores telelectura.
En la Región de Murcia, la mejora de las infraestructuras ha conseguido una mejora media del rendimiento de las redes de abastecimiento de 7,5 puntos porcentuales en los municipios donde Aqualia administra la concesión, lo cual, solo durante el año 2022 permitió ahorrar más de 2,5 millones de metros cúbicos de agua.
Las herramientas y las tecnologías de datos y análisis continúan evolucionando a un ritmo sin precedentes y su capacidad de análisis es de un valor incalculable para el sector del agua.
Uno de los últimos esfuerzos en este sentido es la reciente alianza de Aqualia y Vodafone para digitalizar el sector del agua en España. Ambas compañías han cerrado un acuerdo a cinco años que permitirá digitalizar un millón de contadores de agua en nuestro país.
Otro caso de éxito es el proyecto piloto que Aqualia ha llevado a cabo junto a SDG Group, compañía de consultoría especializada en Datos, Analítica e Inteligencia Artificial, basado en analítica avanzada para prevenir las fugas de agua. Las localidades de Talavera de la Reina (Toledo) o Dénia (Alicante) han sido los primeros municipios piloto en adoptar esta iniciativa, gracias a la cual se está consiguiendo mejorar el rendimiento hidráulico entre un 5 % y 8 %.
Junto a la digitalización y, para abordar el desafío de la sequía, también es necesario fomentar el uso de recursos alternativos, como la utilización de agua regenerada y la desalación, que pueden convertirse en estratégicos especialmente en zonas de estrés hídrico. En este sentido, Aqualia desarrolla líneas de investigación orientadas a la reutilización y el aprovechamiento de agua regenerada para la recuperación de ecosistemas o la transformación de efluentes en agua apta para el riego, entre otros.
El agua es capaz de generar un efecto en cascada positivo. Trabajar en materia de agua, traspasando fronteras y sectores, acelerará el progreso en todos los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Para Aqualia, primera empresa del sector certificada por AENOR en la consecución de los ODS, el agua es fundamental para el desarrollo. Empresas como Aqualia están integrando los ODS en el centro de su estrategia empresarial para propiciar el cambio mundial impulsado por Naciones Unidas y así generar soluciones, medidas y hechos concretos.
Consulta más información responsable en las publicaciones Corresponsables y en el Caso Práctico de Aqualia en el Anuario Corresponsables 2023.