El impacto de la pandemia generó un nuevo paradigma en los centros sanitarios y puso de relieve el importante papel de los servicios no asistenciales como pieza clave para la mejora de la atención sanitaria. Con el objetivo de dar solución a los nuevos retos del sistema de salud, ISS España, compañía líder en Facility Management y Workplace, acuñó el concepto de Bienestar Sanitario mediante una mesa de cocreación en el año 2021 juntamente con expertos del sector.
A través de una nueva mesa de cocreación y más de 20 entrevistas cualitativas con expertos del ámbito sanitario, como especialistas médicos y gestores, comunicadores y asociaciones de pacientes, y tras un profundo análisis multidisciplinar, se ha elaborado el primer Decálogo del Bienestar Sanitario, que plantea una hoja de ruta que incluye los principales retos que debe afrontar el sistema sanitario y todas aquellas acciones a corto y largo plazo que se pueden implantar desde los servicios no asistenciales para impulsar el Bienestar Sanitario y la mejora del sistema.
“Con esta iniciativa, perseguimos impulsar un nuevo modelo donde los servicios no asistenciales, como limpieza, mantenimiento, logística, diseño o gestión de los residuos, se conviertan en una pieza clave para mejorar el sistema sanitario” ha explicado José Enrique Aguilar, director de la división de Sanidad de ISS España, quien ha defendido la necesidad de ir hacia una cultura de los servicios sanitarios que prime la humanización, la atención personalizada, poniendo el foco en las necesidades y que contribuya a salvaguardar la salud emocional del personal sanitario, pacientes y familiares.
Los cuatro pilares para alcanzar el Bienestar Sanitario
El documento elaborado se basa en cuatro pilares fundamentales en los cuales los servicios no asistenciales pueden jugar un papel fundamental para contribuir a la transformación del sistema sanitario.
En primer lugar, se destaca la especialización de los equipos y la formación de los y las profesionales no asistenciales, para conseguir la integración de este colectivo en los centros sanitarios. “Es necesario un plan para el personal no asistencial que les ayude a entender la importancia de su trabajo y cuál puede ser su aportación a la cadena de valor. Esto producirá una mayor integración de este colectivo en los centros sanitarios, lo que repercutirá en una mayor eficiencia y calidad en la atención sanitaria y en un mayor bienestar del paciente y sus familiares” ha destacado José Enrique Aguilar, director de la división de Sanidad de ISS España.
El uso y beneficio de la innovación y la tecnología en los servicios no asistenciales, es otro de los bloques de medidas que se proponen. Aprovechar las oportunidades que nos ofrecen nos permitirá mejorar la seguridad, el control de la calidad, la optimización de los recursos o la eficiencia de los procesos, generando entornos más confortables para que los y las profesionales sanitarios desarrollen su trabajo y favorecer también una mejor calidad de vida para los y las pacientes.
En el ámbito sanitario cada vez se habla más de cuidar la salud mental y emocional, por eso laseguridad, salud física y emocional de profesionales, pacientes y familiares, es otro de los pilares que vertebran este decálogo de propuestas. En este sentido, los servicios no asistenciales son fundamentales para garantizar ambientes saludables, con sistemas de control de calidad del aire, superficies desinfectadas e higienizadas, y un adecuado mantenimiento de los equipamientos e instalaciones. En definitiva, se trata de “visibilizar personas habitualmente “invisibles” en la asistencia sanitaria” como apunta el Dr. Gabriel Heras, médico intensivista y presidente de la Fundación Humanizando la Sanidad, quien también ha destacado “la importancia de la salud emocional tanto de los y las pacientes y sus familias como de todos los profesionales del sistema sanitario, que enfrentan situaciones de alto estrés en su labor diaria, lo que puede provocar agotamiento y desgaste emocional. La implementación de programas de apoyo y la promoción de un ambiente laboral saludable, son esenciales para asegurar la calidad del cuidado que brindan”.
El último de los pilares apuesta por una nueva concepción, diseño y gestión de los espacios mediante proyectos de humanización que ayuden a crear entornos más agradables que contribuyan a mejorar la eficiencia y la productividad de los profesionales y, al mismo tiempo, potencien la salud física, mental y emocional de los pacientes. Por ejemplo, la implementación de áreas de descanso optimizadas para los profesionales, la garantía de la intimidad del paciente durante toda su estancia o la creación de espacios verdes.
Para Antonio Manfredi, paciente activista y asesor de Comunicación del Foro Español de Pacientes, y uno de los colaboradores en la elaboración de este Decálogo, “un entorno sanitario empático, que coloque las necesidades del paciente y sus familiares en el centro, más allá de las asistenciales, bajo los preceptos de la humanización, puede convertirse en un elemento crucial para acelerar la recuperación del paciente y mejorar su experiencia durante su estancia en el centro hospitalario”.
En el Decálogo se defiende la necesidad de crear equipos multidisciplinares en los entornos sanitarios, que integren a los trabajadores de servicios no asistenciales, así como promover manuales de buenas prácticas sobre la implantación y el control del Bienestar Sanitario en el sistema de salud.
En esta hoja de ruta también se apunta la necesidad de repensar los modelos de contratación pública hacia un modelo basado en la compra por valor, donde se contrata un servicio de acuerdo con los beneficios que aporta al sistema, y a la empresa se la remunera mediante indicadores que demuestren la eficacia y la eficiencia que aporta al sistema de salud.
Consulta más información responsable en las publicaciones Corresponsables.