Cuidar del Planeta que nos acoge es fundamental para que los seres humanos vivamos en condiciones de bienestar. Preservar la naturaleza, que nos provee de alimento, aire, agua y otros muchos recursos, es imprescindible para nuestra supervivencia. Pero cuidar del Planeta significa, también, cuidar de quienes lo habitamos.
El equilibrio entre la salud de las personas, los animales y los ecosistemas, esa “única salud”, de la que cada vez más oímos hablar, es el objetivo común que lograr. Conseguirlo supone un esfuerzo colectivo para prevenir y responder a las amenazas a la salud global, para reducir las inequidades y para promover el desarrollo sostenible.
Todos los que hacemos Ecoembes queremos dejar un impacto positivo en la sociedad y en el medioambiente. En nuestro caso lo hacemos trabajando por nuestro propósito de lograr un futuro sin residuos a través de la reducción, la reutilización y el reciclaje.
Pero por el camino hemos descubierto la cara más social del reciclaje. Aquella que permite que quienes reciclan, por ejemplo, latas y botellas de plástico de bebida a través de nuestro proyecto RECICLOS, colaboren con causas sociales o medioambientales, donando los incentivos logrados con su “pequeño” gesto.
Los ciudadanos que donan sus puntos RECICLOS a estas causas demuestran su voluntad de ayudar a quienes más sufren. Y si este gesto es importante, el trabajo de aquellas organizaciones que hacen posible materializar esas ayudas es vital.
Realizando ese trabajo está, como no podría ser de otra manera, Cruz Roja. Siempre al lado de las personas que más lo necesitan. Ya sea por problemas estructurales -como la pobreza energética, la exclusión social o la soledad no deseada- o por desastres humanitarios provocados por conflictos armados y catástrofes naturales.
Y para Ecoembes es un honor que las donaciones de RECICLOS aporten a sus proyectos. Es un orgullo poder decir que hemos facilitado la colaboración de miles de ciudadanos con Cruz Roja. Así, ese “pequeño” gesto del reciclaje ya no solo cuida de la salud de nuestros ecosistemas, sino también de las personas.
En 2020, en medio de la pandemia, activamos el primer proyecto junto a Cruz Roja, dirigido a adquirir equipos de protección individual para los profesionales sanitarios. Desde entonces, y durante estos cuatro años, hemos activado otras muchas donaciones, como las que han ayudado a los damnificados por la erupción del volcán de la isla de La Palma, o a los niños que sufren la guerra en Ucrania, o a los afectados por los terremotos de Marruecos y Turquía, o a la población de zonas incendiadas en Castellón, Teruel, Asturias y Tenerife.
Pero las donaciones de RECICLOS a Cruz Roja no solo pueden hacerse para atender crisis puntuales, sino que también pueden destinarse a proyectos de continuidad como las ayudas escolares a niños en riesgo de exclusión social, entre otras.
Sin duda, lo mejor de esta “relación” entre Ecoembes y Cruz Roja es que es una relación de voluntades compartidas para cuidar a las personas, pero también al medioambiente.
Y en este caso se invierten los papeles y es Cruz Roja quien colabora con nosotros, participando en el proyecto LIBERA, de SEO/BirdLife en alianza con Ecoembes. Los voluntarios de Cruz Roja son, desde hace siete años ya, una parte fundamental de nuestra red de “liberadores”. Cada año cientos de ellos se suman a las recogidas de basuraleza en entornos naturales, ayudándonos a acabar con esta lacra ambiental.
No siempre se encuentra con quién compartir inquietudes, pero en el caso de Cruz Roja, hemos descubierto que ambas organizaciones trabajamos por ser mejores cada día.
Los 160 años del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja son todo un ejemplo para quienes queremos hacer de este planeta un lugar mejor en el que vivir. E ir de la mano de Cruz Roja para lograrlo, un privilegio.
Esta tribuna forma parte del Dosier Corresponsables: Día Mundial de la Cruz Roja 2024.