En el ecosistema empresarial actual, los ratings ESG se han consolidado como herramientas esenciales para medir aspectos clave de los tres ámbitos de la gestión empresarial: medioambiental, social y de buen gobierno. En Cepsa, entendemos que la transparencia es el pilar sobre el cual se construyen nuestros esfuerzos de sostenibilidad, y los ratings ESG son una manifestación clave de este principio, así como una herramienta que democratiza la cultura sobre sostenibilidad dentro de la empresa.
La transparencia resulta crucial para que los ratings ESG desempeñen eficazmente su papel más esencial: proporcionar una representación precisa y equitativa del rendimiento empresarial. En este contexto, la transparencia no solo facilita la comparación de datos, sino que también robustece la confianza de inversores, clientes y la comunidad en general en nuestros compromisos hacia la sostenibilidad.
En el escenario actual, las metodologías utilizadas por distintas agencias difieren considerablemente, resultando en un variado abanico de aspectos a evaluar. Si bien este hecho puede aportar valor a las empresas evaluadas ya que obtienen la valoración de un aspecto concretos desde distintos ángulos, nos podemos encontrar que una misma empresa puede tener puntuaciones muy diferentes en los ratings ESG.
En respuesta a este desafío, la Unión Europea ha tomado la iniciativa para fortalecer la fiabilidad de los ratings ESG, asegurando una transparencia completa en sus metodologías y una comparabilidad robusta en sus resultados a cualquier usuario. Este es un paso crucial hacia un entorno empresarial donde la claridad y la honestidad prevalecen, permitiendo que todos los actores del mercado tomen decisiones informadas y justas.
Desde una perspectiva interna, en Cepsa creemos firmemente que los ratings ESG ayudan a democratizar el conocimiento sobre sostenibilidad a través de todos los niveles y departamentos de nuestra organización. El proceso de evaluación implica una colaboración extensa entre los equipos y posibilita que tomemos conciencia de lo que es importante para este grupo de interés. En este sentido, para poder dar respuesta a un cuestionario de un rating ESG, es necesario que los diferentes perfiles conozcan qué se está pidiendo, por qué se está pidiendo y respondan con la información disponibles en los modelos de gestión actual.
Además, el enfoque transparente en los ratings nos permite establecer comparaciones justas con nuestros pares, identificar tendencias emergentes y nos prepara para adaptarnos ágilmente a futuros cambios regulatorios y de mercado. Lo que hoy pregunta la agencia de rating de manera voluntaria, mañana se convertirá en una cuestión obligatoria. Esta anticipación es lo que nos permitirá mantenernos a la vanguardia.
Por otro lado, para poder extraer todos los beneficios que un rating ESG ofrece es fundamental buscar aquellos ratings que son reconocidos internacionalmente, entablar una relación con la agencia para tener la mayor comprensión posible de los resultados que se obtienen, analizar en detalle los puntos de mejora y compartirlos con los equipos de las diferentes áreas, así como realizar seguimiento de los proyectos de mejora y compartir los éxitos con toda la organización.
En conclusión, la transparencia en los ratings ESG no solo nos permite evaluarnos, sino que también refuerza nuestro compromiso con la mejora continua y es una invitación a todos los stakeholders, incluidos nuestros propios empleados, a participar en un diálogo abierto y honesto.