El 17 de mayo celebramos el Día Internacional del Reciclaje con el objetivo de concienciar sobre la importancia de preservar los recursos naturales. Actualmente, según Global Footprint Networtk (GFN), el uso que hacemos de los recursos naturales es 1,75 veces superior a la capacidad de regeneración del planeta.
Además, avanzamos a un horizonte 2050 que albergará más de 9.700 millones de habitantes en el planeta, según cifras de Naciones Unidas. Esto significa que, si las tendencias se mantienen, para 2050 se podría necesitar el equivalente a casi tres planetas para proporcionar los recursos naturales necesarios para mantener los estilos de vida actuales.
A la escasez de recursos naturales y al crecimiento exponencial de la población mundial se le suman además los riesgos interconectados del uso intensivo de combustibles fósiles, con sus consecuente efectos en el cambio climático, y la contaminación del aire y de ecosistemas marinos y terrestres, por la generación de residuos.
En este contexto es inevitable e imperante transformar los modelos de producción y consumo por otros más sostenibles, que permitan satisfacer las necesidades presentes sin poner en riesgo las de las generaciones futuras; siendo el reciclaje una de las piedras angulares de este cambio de paradigma.
Lactalis, líder mundial y nacional del sector lácteo, quiere abanderar esta transformación sostenible.
El propósito de Lactalis como industria es “Nutrir el Futuro” y, para conseguirlo, trabaja sin descanso para reducir el impacto medioambiental de su actividad y preservar los recursos (agua, energía, etc.) mientras ofrece los mejores alimentos lácteos. Además, desde 2022, una de las prioridades medioambientales de Lactalis a nivel mundial es el packaging sostenible y la economía circular. Conscientes de que es necesario medir para avanzar, Lactalis ha establecido metas concretas: alcanzar un mínimo del 30% del material reciclado; llegar al 100% de packaging reciclable a nivel internacional en 2033 o eliminar el PVC, entre otros.
El packaging es fundamental para preservar los mejores estándares de calidad y de seguridad alimentaria de los alimentos lácteos, que son frágiles por naturaleza; permite garantizar todos los beneficios nutricionales de los mismos, en cualquier momento y en cualquier lugar. No obstante, teniendo en cuenta los problemas que generan los residuos para el medioambiente y la biodiversidad, Lactalis busca el equilibrio entre la máxima calidad y seguridad alimentaria y el mínimo packaging necesario.
Todas las unidades de negocio de Lactalis están comprometidas con una economía más circular, implementando medidas para disminuir el impacto medioambiental de sus envases y embalajes mediante el ecodiseño, la reducción de materiales empleados, la incorporación de materiales reciclados y el impulso de la reciclabilidad de los envases por parte de los consumidores. Al mismo tiempo, apuestan por la transparencia en el etiquetado y por la información y sensibilización de toda la cadena de suministro sobre la regla de las 3 R (reducir, reutilizar y reciclar), desde los proveedores hasta el consumidor final, en pos de un ecosistema de responsabilidad y sostenibilidad.
Lactalis Puleva fue pionero en sustituir las pajitas de plástico por las de papel 100% reciclables y en incorporar el tapón atado. Además, toda la gama Puleva slim y square 1 litro utiliza el envase reciclable bio-based, con materia prima de origen vegetal, papel que procede de bosques gestionados de forma sostenible y tapón de caña de azúcar. Gracias al envase y al tapón bio-based la división elimina 3027T de plástico de fuente fósil al año. Además, Lactalis Puleva apuesta por las botellas PET y HDPE, ambas 100% reciclables.
Esta tribuna forma parte del Dosier Corresponsables: Día Mundial del Reciclaje 2024.
Lactalis Nestlé, por su parte, ha sido en pionera en la categoría de yogures y postres refrigerados, al incorporar plástico reciclado de la gama Repsol Reciclex en la fabricación de sus botellas. Es la primera vez que se usa reciclaje químico en la categoría de frescos, apostando por la innovación en un contexto de problemas de disposición de material y necesidad de apostar por la economía circular.
Nescafé Latte se convierte también en la primera de la categoría en tener un vaso fabricado con un 30% de plástico de origen renovable, atribuido según el balance de masas certificado por ISCC PLUS como garantía de trazabilidad y de gestión sostenible de toda la cadena de suministro. Además, este bioplástico es un material que da una segunda vida a residuos de recursos naturales renovables.
Por su lado, Latalis Forlasa sustituye el separador de lonchas de plástico en todas sus barquetas de El Ventero por separadores de celulosa (papel) y el film BDF por materiales 100% reciclables en las cuñas de queso de todas sus marcas (Gran Capitán, Flor de Esgueva etc.), alcanzado las 280 toneladas de plástico reciclado.
En el caso de Lactalis Foodservice, la unidad de negocio dedicada al canal HORECA, ésta apuesta por el tapón atado y hecho de caña de azúcar, la reducción de tinta de los envases y el uso de envases B2B, como son los Bag in Box o los Pallet box para la leche y la nata, con capacidad de 5 a 10 litros, que reducen significativamente el uso y desperdicio de materiales.
Finalmente, la división Lactalis Nutrición también trabaja en la circularidad de sus envases. Un ejemplo de ello es la eliminación de las pajitas de plástico de los productos de la marca Delical.
En definitiva, desde Lactalis queremos ofrecer alimentos lácteos sanos, sabrosos, de calidad y sostenibles, transformando nuestro modelo de negocio y apostando por la preservación de los recursos naturales y la economía circular. Para ello es imprescindible la colaboración entre todos los miembros de la cadena: proveedores, industria y distribución, a través de inversiones y capacitación; la administración pública, legislando según la realidad y punto de partida de cada sector; y, finalmente, el consumidor a través de la sensibilización y la adaptación de sus hábitos de consumo.