Unilever ha presentado la actualización de su hoja de ruta para continuar impulsando su liderazgo empresarial sostenible, con la que la compañía aspira a alcanzar avances tangibles en los grandes y complejos retos a los que se enfrenta.
Unilever ha impulsado la sostenibilidad desde sus orígenes, pero lleva más de una década trabajando acciones concretas en torno a la sostenibilidad, tanto a nivel social como medioambiental y cree firmemente que las empresas deben abordar los desafíos del planeta, ya sea la emergencia climática o la desigualdad social. De hecho, fue una de las primeras empresas en situar la sostenibilidad en el centro del negocio a través del Plan Unilever por una Vida Sostenible (USLP, por sus siglas en inglés) con el que se establecieron importantes ambiciones en sostenibilidad a largo plazo o con la estrategia Compass posteriormente, con la que se integró la sostenibilidad en todas las acciones de la empresa y las cadenas de valor. Tras todos los aprendizajes y avances alcanzados durante los últimos años, ahora la compañía pretende acelerar esta entrega buscando un mayor impacto haciendo que la sostenibilidad sea una parte integral del desempeño empresarial, y centrada en la consecución de objetivos realistas y ambiciosos a corto y medio plazo en toda su cadena de valor.
Unilever presenta tres cambios clave: poner más foco en la asignación de los recursos hacia las principales prioridades de sostenibilidad de la compañía, lo que se traduce en fijar objetivos realistas y ambiciosos en torno a los cuatro pilares integrados en el Plan de Acción para el Crecimiento: clima, naturaleza, plásticos y medios de vida. Ser más rápidos a la hora de impulsar acciones a largo plazo y pensar en objetivos que puedan cumplirse en un tiempo más a medio y corto plazo; y, por último, ser más sistémicos en la defensa de abordar los factores que facilitan y bloquean el progreso fuera del control directo.
Ana Palencia, Directora de Sostenibilidad y Comunicación en Unilever España ha destacado durante la presentación de esta nueva hoja de ruta que la compañía pretende lograr que se cumplan los objetivos de sostenibilidad igual que los objetivos de negocio. “Hemos evolucionado manteniéndonos líderes y relevantes y siendo, con mucha humildad, ejemplo de modelos de RSC de otras empresas. Ahora entramos en una nueva era de liderazgo empresarial sostenible centrando la atención en generar impacto positivo con objetivos a corto plazo, pero igualmente ambiciosos y realistas. Queremos seguir compartiendo nuestra visión en cómo trabajar juntos para crear un futuro mejor cada día promoviendo un estilo de vida sostenible en la sociedad”.
Las cuatro prioridades de sostenibilidad de Unilever
En el apartado Clima, la compañía trabaja intensamente para implantar la transición hacia las energías renovables en todas sus operaciones, buscando nuevos ingredientes bajos en carbono, ampliando su gama de productos de origen vegetal y desarrollando productos de cuidado del hogar libres de combustibles fósiles. Para ello, Unilever ha establecido un camino claro para lograr cero emisiones netas de GEI que cubran los alcances 1, 2 y 3 para 2039. “Ya hemos logrado importantes avances en términos de acción climática en nuestras operaciones, y es que el impacto de los gases de efecto invernadero de nuestros productos a lo largo del ciclo de vida ha disminuido un 21% desde 2010 y un 3% desde 2022″, comenta Ana Palencia.
Un claro ejemplo de los avances conseguidos en favor del clima es el Proyecto de Agricultura Regenerativa. Gracias a las prácticas agrícolas la compañía ha logrado generar un impacto positivo en la salud del suelo, la biodiversidad agrícola y la resiliencia de los sistemas de cultivo, al mismo tiempo que se han reducido las emisiones de carbono y se ha revitalizado la tierra. Actualmente, Unilever cuenta con 46 proyectos que cubren 270.000 hectáreas de cultivo sostenible y el objetivo para 2027 es cubrir 650.000 hectáreas.
La naturaleza se enfrenta a un declive a escala global que se manifiesta a través de la alarmante pérdida de biodiversidad, la creciente escasez de agua y la degradación generalizada del suelo. Unilever mantiene una dependencia de la naturaleza por todos los proyectos de cultivos para el abastecimiento de las materias primas agrícolas que utiliza, como por ejemplo el tomate de los campos extremeños de Conesa que se utiliza para las salsas de su marca de alimentación Knorr y Hellmann´s. En este sentido, y gracias al Fondo del Clima y la Naturaleza de Unilever; un proyecto de inversión a largo plazo que tiene como objetivo la transformación e innovación de la agricultura regenerativa; la compañía está comprometida con la protección y regeneración de la naturaleza, protegiéndola de la deforestación, regenerando los sistemas agrícolas, restaurando los paisajes y preservando el agua. En este sentido, la compañía se ha marcado como objetivo la protección y restauración de 1 millón de ecosistemas naturales para 2030.
Otro de los pilares clave que marca los compromisos de sostenibilidad de Unilever es la correcta utilización del plástico en todos sus procesos, uno de los mayores desafíos medioambientales. Para Unilever el embalaje es vital para el negocio y se convierte en un aspecto crucial para lograr una distribución segura y eficiente de los productos. “Aún así, sabemos que el reto es complicado pues existen una gran cantidad de envases de plástico que no se gestionan bien y terminan en entornos naturales. Somos conscientes de que somos parte del problema, por eso debemos ser parte de la solución y por ello, es una de las grandes cuatro prioridades de la estrategia de sostenibilidad de Unilever.”, comenta la directiva.
Para lograr reducir esta cantidad de plásticos, la empresa se ha fijado como objetivo el reducir la huella de plástico virgen en un 30% para 2026 y en un 40% para 2028, con respecto al año 2019; usar un 25% de plástico reciclado en los envases para 2025 y recolectar y procesar más envases plásticos de los que venden en 2025.
La mejora en cuanto a la calidad de vida de todas las personas que forman parte de la compañía o de su cadena de suministro, sigue siendo otra de las grandes prioridades de la compañía. En el marco de esta ambición de la compañía a largo plazo, Ana Palencia, ha destacado: “Para lograr este impacto nos hemos fijado tres objetivos claros: para 2026 queremos ayudar a 250 mil pequeños agricultores a acceder a programas de medios de vida; los proveedores que representen el 50% del gasto en adquisiciones firmen una promesa de salario digno; y por último, ayudar a 2’5 millones de PYMES de nuestra cadena de valor minorista en hacer crecer su negocio.”
Asimismo en España, Unilever lidera el programa de empleabilidad juvenil y colectivos en riesgo de exclusión social a través de su marca de helados Frigo, que se desplegado e implantado también a nivel global, desde su comienzo en 2014. Este proyecto tiene como objetivo proporcionar una primera experiencia laboral a muchos jóvenes y personas vulnerables a través de la venta de helados en espacios públicos como playas y paseos marítimos de las costas. “Soy Frigo” ha logrado dar empleo a más de 7.000 personas.
El Plan de Acción del Crecimiento de Unilever, que integra los cuatro pilares fundamentales de esta nueva era, fue aprobado por el 97’5% de los accionistas de la compañía y muestra la prioridad de la agenda del negocio de la compañía por establecer planes que promuevan acciones y proyectos en torno a la sostenibilidad. Con estos compromisos, Unilever no solo busca cumplir con sus objetivos de negocio, sino también inspirar a otras empresas a seguir un camino similar. La compañía sigue evolucionando y adaptándose a los desafíos globales, reafirmando su posición como pionera en prácticas empresariales responsables y sostenibles.
Consulta más información responsable en las publicaciones Corresponsables y en el Caso Práctico de Unilever en el Anuario Corresponsables 2024.