Creemos en los compromisos que se convierten en acciones. Y en ningún otro. Del papel a la práctica solo hay un paso: el del movimiento para la consecución de unos objetivos claros y congruentes, realizables, demostrables y, poco a poco, cumplidos. Es la única vía posible. Y las grandes marcas tenemos una responsabilidad que no podemos eludir. Ni maquillar.
Por eso no dejamos de escrutar nuestro propio modelo para ser coherentes, para formar parte de un ecosistema que se compromete y para hacerlo desde una estrategia global pero con una acción que empieza en el ámbito más local. Porque todo compromiso, si es real, comienza con un plan.
El nuestro se materializó en 2017, cuando empezamos a trabajar en la estrategia de sostenibilidad de Coca-Cola, el mapa que nos guía hacia nuestro objetivo: contribuir a crear un mundo mejor. Puede parecer un objetivo demasiado ambicioso, pero es coherente con lo que nos mueve como compañía. Tenemos el propósito de refrescar el mundo y marcar la diferencia en la vida de las personas y el planeta, y eso debe traducirse en el compromiso firme de ser parte activa en la solución de los desafíos sociales y medioambientales actuales. Es algo que permea nuestro propio modelo de negocio e implica toma de decisiones, inversión en innovación y preocupación por la salud del consumidor y del entorno donde operamos. Ya está sucediendo, nuestra intención no se quedó simplemente escrita en un papel: This Is Happening, esto está ocurriendo. Así lo llamamos y es nuestra ventana para contar cómo nuestros compromisos ya se han convertido en acciones. Con resultados.
Entre ellos se encuentra el trabajo realizado en la última década en una reformulación que cuide al consumidor y que satisfaga sus necesidades de consumo, porque Coca-Cola se preocupa por la salud de sus consumidores. Con el fin de dar respuesta a sus legítimas preocupaciones en relación con estilos de vida más saludables, la compañía ha reducido desde 2015 la cantidad de azúcar que ha lanzado en el mercado español en un 23,6%. Y ese consumidor ha respondido muy positivamente, ya que el 63,7% del volumen total de ventas en España corresponde ya a bebidas bajas en o sin calorías.
Otra apuesta muy importante en Coca-Cola es la ecoinnovación, para que los envases del futuro estén hechos a partir de antiguos envases y ninguno acabe como residuo. Para ello contamos con la estrategia global de envases “Un mundo sin residuos”, cuyo objetivo es recoger una botella o lata por cada una que vendamos hasta 2030. Además, en España ya hemos logrado que nuestros envases cuenten con, al menos, un 50% de PET reciclado, un porcentaje que alcanza el 100% en el caso de los envases de 500ml de nuestras bebidas refrescantes.
Pero conseguir estos resultados no nos lleva a la autocomplacencia, sino a la reflexión inicial de que es, realmente, la única manera honesta de desarrollar nuestro negocio. ¿Sabían que una sola botella de vidrio puede usarse una media de 25 veces? Por eso el 91,5% de las botellas de cristal que introducimos en el mercado español son retornables.
También estamos trabajando para ser parte de la solución en la crisis del agua. Nuestra estrategia global a 2030 se basa en la protección de las fuentes que empleamos, la reducción del consumo, la regeneración del 100% del agua empleada en zonas de estrés hídrico y la devolución a la naturaleza de al menos el 100% del agua de nuestras bebidas. Desde 2008 hemos puesto en marcha en España 12 proyectos que ahorran agua y protegen ecosistemas vulnerables, y que incluyen recuperación hidroforestal, restauración de lagunas y humedales o uso de nuevas tecnologías para ahorrar agua en el riego agrícola.
Además, queremos ser neutros en carbono para 2040 y hemos extendido este compromiso a toda nuestra cadena de valor. De esta forma, desde el año 2017 impulsamos la plataforma Hostelería#PorElClima para facilitar a los establecimientos hosteleros a reducir su huella de carbono. Ya se han adherido más de 10.000 establecimientos, que han puesto en marcha más de 160.000 acciones por el clima.
En el plano de la generación de riqueza y empleo, contribuimos al desarrollo socioeconómico del país. Somos una compañía global, con un fuerte arraigo local, y generamos un impacto real y medible en la sociedad y en la economía. Generamos alrededor de 100.000 empleos en la cadena de valor, por cada empleo directo que creamos, se generan otros 25 empleos indirectos en todo el territorio, con 21.800 proveedores locales. Y, de cada euro que gastan los consumidores españoles en nuestras bebidas, 77 céntimos se devuelven a la economía española.
Las personas son el alma de nuestra estrategia. Y su desarrollo y participación en la sociedad juegan un papel clave. De hecho, la diversidad y la inclusión forman parte de nuestro ADN. La promoción de la igualdad de género y el emprendimiento femenino, así como el impulso del talento joven y la integración laboral de las personas con discapacidad nos empodera como empresa y como sociedad, y son la base de dos de nuestros proyectos bandera: GIRA Jóvenes y GIRA Mujeres.
No nos conformamos. Pero ya está sucediendo. Nuestro camino está trufado de retos, son los que han inspirado los compromisos por los que trabajamos y que ya estamos convirtiendo en acciones concretas, con la responsabilidad consabida de que solo podemos hacerlo así, y de ninguna otra forma. Y hemos contagiado a otros, no trabajamos solos. La magnitud de las acciones crece gracias a la colaboración con otras empresas, ONG y asociaciones sociales y medioambientales. Y en cada paso implicamos a nuestros proveedores, empleados, distribuidores y consumidores. No son aspiraciones. Son compromisos reales. Y los estamos convirtiendo en acciones. Porque es tiempo de actuar. This Is Happening.
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