Soy Florita Morgado, soy filóloga y ahora ya jubilada.
Colaboro con diversas ONGs en la medida de mis posibilidades y también he participado en labores de voluntariado. Creo que todos podemos y debemos ayudar de alguna manera a los más desfavorecidos del mundo, ya que siempre hay personas y colectivos mucho más vulnerables que nosotros.
Las guerras, las hambrunas, la falta de libertad y de recursos obligan a millones de personas a abandonar sus tierras, sus familias y sus vidas. Una de las situaciones más difíciles es la de los refugiados. ACNUR lleva muchos años trabajando con estas personas en distintos países, proporcionándoles apoyo de todo tipo. Me parece que realizan una labor invaluable en condiciones realmente duras.
Una forma de colaborar con esta organización internacional es a través del testamento solidario. He decidido incluir a ACNUR en mi testamento porque, de este modo, cuando yo ya no esté, algo de mí quedará en forma de ayuda económica para esos refugiados que no tienen nada. Animo a todas las personas solidarias a considerar esta modalidad de ayuda a ACNUR.
El proceso es sencillo, no cuesta nada y nos permite realizar una obra significativa para otros seres humanos.