Me llamo Juanlo García, tengo 59 años y trabajo en la Biblioteca Foral de Bizkaia. Siempre me he considerado una persona afortunada por haber tenido una vida sin grandes contratiempos, disfrutando de la seguridad y estabilidad que muchos no tienen.
Desde esta perspectiva, la labor de ACNUR me parece imprescindible en un mundo donde tantas personas enfrentan inseguridad y desarraigo. ACNUR brinda una esperanza vital a quienes se ven forzados a abandonar sus hogares debido a guerras, hambrunas u otras crisis.
Cuando escuché sobre la posibilidad del testamento solidario, supe que era la manera perfecta de utilizar mis logros en este lugar seguro del mundo para seguir ayudando en el futuro a mejorar las vidas de aquellos que enfrentan situaciones inimaginables. La elección de ACNUR fue natural para mí, tal vez motivada por el miedo y el dolor que veo en todas esas personas que quedan desprotegidas cuando se ven obligadas a desplazarse por guerras, hambrunas o situaciones de cualquier tipo. Su capacidad de responder eficazmente a las necesidades de las personas refugiadas me inspiró confianza y seguridad.
El proceso del testamento solidario fue sorprendentemente sencillo. Con el apoyo de ACNUR, todo se gestionó de manera fluida. Solo necesitas la voluntad de hacerlo y una visita al notario. Mi familia también comparte esta visión y, de hecho, no soy el único en la familia que ha optado por el testamento solidario. Creemos firmemente que, cuando la justicia social no llega por sí sola, debemos empujar, aunque sea un poco, dentro de nuestras posibilidades.
Animo a todas las personas a reflexionar sobre esta forma de colaboración. Haber nacido en esta parte segura del mundo es, en gran parte, cuestión de azar y hay que ser consciente de ello. Las personas que han sido desplazadas a la fuerza merecen nuestra solidaridad tanto como nosotros merecemos nuestra seguridad. Creo que el testamento solidario es una herramienta poderosa para equilibrar, aunque sea un poco, las injusticias de este mundo. Es una forma de dar una nueva oportunidad a quienes lo han perdido todo.