En el contexto de digitalización masiva que llevamos viviendo los últimos años, se ha generado una sociedad mucho más independiente pero también más vulnerable. Un ejemplo claro es el control de las finanzas a través de los propios teléfonos móviles, donde puedes desde pagar una factura hasta pedir una hipoteca o un crédito, sin la necesidad de contar con el acompañamiento de un asesor financiero.
Este cambio de paradigma ha impulsado un nuevo reto en nuestras sociedades: terminar con el analfabetismo financiero. Y es que según datos de la última Encuesta de Competencias Financieras (ECF) publicada el pasado año por el Banco de España, más del 80% de los ciudadanos españoles adultos no comprende términos básicos de la economía como ‘tipos de interés compuesto’ o ‘diversificación del riesgo’, y un tercio de los mismos desconoce lo que es la ‘inflación’, un concepto que, desgraciadamente, está a la orden del día.
Para conseguir una transformación real, creemos que es necesario que tanto las grandes corporaciones como las instituciones públicas se involucren en este proceso de aprendizaje. Como parte de nuestro compromiso con la sostenibilidad, desarrollamos diversas iniciativas que ayudan a las personas a tomar decisiones informadas sobre sus finanzas, y les permiten sentirse protegidos ante posibles imprevistos, valorar medidas de ahorro que les permitan hacer crecer sus negocios o contar con una buena planificación para su jubilación.
Así, en los últimos años hemos impulsado la educación financiera y aseguradora entre nuestros empleados y la sociedad a través de distintos programas de aprendizaje. Un ejemplo claro es nuestra iniciativa ‘MAPFRE Explica’, una plataforma de difusión y formación repleta de contenidos relevantes y didácticos.
Dentro de este marco, hace unos meses firmamos un acuerdo con la Confederación de Federaciones y Asociaciones de Familias y Mujeres del Medio Rural (AFAMMER), para ayudarlas a alcanzar una igualdad real de oportunidades. Se trata de una alianza para brindar asesoramiento financiero a las más de 180.000 asociadas en toda España, contribuir a resolver sus dudas, ofrecerles soluciones para que puedan gestionar su economía de la mejor forma posible y fomentar un hábito sano de ahorro.
Esta colaboración forma parte no solo de nuestro compromiso con el impulso de la educación financiera sino de lograr una igualdad real entre hombres y mujeres, ya que, como indica la Encuesta de Competencias Financieras (ECF), también existe una brecha de género en este ámbito, con 10 puntos porcentuales de distancia entre los conocimientos financieros de ellos frente a los de ellas. Con todo, la educación financiera tiene como principal objetivo promover un sistema económico más igualitario, y creemos que la palabra “inclusión” debe acompañar siempre este concepto.
En MAPFRE somos conscientes de esta problemática y, entre otras muchas acciones que llevamos a cabo en términos de igualdad, tenemos un objetivo claro, que es conseguir que los segmentos más vulnerables adopten las herramientas necesarias para mejorar su situación financiera. De hecho, somos una de las 485 empresas que integran el Índice de Bloomberg de Igualdad de Género 2023 (Gender Equality Index), que distingue a las compañías de todo el mundo que destacan por su promoción de la igualdad y por su transparencia en la información relativa a cuestiones de género.
Tal y como apuntan las Naciones Unidas en uno de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, en MAPFRE contamos con una responsabilidad real de “garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos”, como parte de nuestro compromiso con el cumplimiento de la Agenda 2030 y nuestra estrategia de sostenibilidad.
La educación financiera debe promover la inclusión económica y social para lograr que todos tengamos la oportunidad de prosperar. En MAPFRE somos conscientes del reto que significa esto y, entre otras muchas acciones que llevamos a cabo en términos de igualdad, tenemos un objetivo claro, que es conseguir que los segmentos más vulnerables adopten las herramientas necesarias para mejorar su situación financiera. Un ejemplo, el proyecto “Mapfre na Favela” realizado en Brasil, con el que se ha fomentado el acceso a los seguros en los segmentos de la población de menores ingresos. En definitiva, la educación financiera es una de las acciones claves que seguiremos desarrollando en el corto y medio plazo en los países en los que estamos.
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