A mediados de agosto de 2022 la entonces concejala de cultura e igualdad del Ayuntamiento de Valladolid doña Victoria Soto, se puso en contacto con el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Valladolid. Estaba tremendamente preocupada pues, en unas semanas, comenzarían las primeras fiestas patronales de la ciudad sin ninguna restricción tras la pandemia y solo disponían de tres puntos violeta en toda la ciudad.
Su intención era que alguna de las farmacias, preferiblemente del centro de la ciudad, se transformara en punto violeta para ayudar a personas con problemas de acoso, sumisión química o agresión sexual durante los festejos.
La sorpresa del Ayuntamiento de Valladolid fue mayúscula cuando no le ofrecimos un puñado de farmacias, sino que le aseguramos que transformaríamos a las 161 oficinas de farmacia en puntos violeta.
Una mínima formación, la elaboración de un protocolo, junto a material de apoyo como pegatinas, dípticos y cartelería fue suficiente para en una semana montar la campaña.
La respuesta de los compañeros y compañeras fue espectacular. Nadie se planteó no aportar su tiempo y conocimientos para ayudar a personas que pudieran sufrir cualquiera de estos tipos de agresiones.
¿Por qué participar en esta campaña? Pues porque teníamos muchas razones para hacerlo. En primer lugar, el 70% de los farmacéuticos de Valladolid son mujeres. Porque el resto, tenemos esposas, madres, hijas, sobrinas y amigas que nos importan y por las cuales debemos conseguir una sociedad más igualitaria y sobre todo más segura.
Porque los boticarios independientemente del sexo somos personas acostumbradas a cuidar, escuchar, tranquilizar y ayudar. Cosas fundamentales en esta campaña. Y porque todos tenemos el deber de poner nuestro granito de arena para acabar con la lacra de la violencia de género sea cual sea su forma.
En un principio nosotros no estábamos seguros de que debiéramos presentar a unos premios del calado de los ODS una acción que la dábamos como supuesta en cualquier lugar de nuestro país. Por lo que la razón inicial de presentar esta campaña a los premios ODS fue simplemente que se viera que los farmacéuticos de Valladolid estaban implicados en la protección de las personas y que hacíamos cosas a parte de nuestro trabajo diario como sanitarios.
Nunca se nos pasó por la cabeza la idea de ser seleccionados como finalistas. La campaña nos parecía tan necesaria y tan fácil de realizar por las farmacias, que no supimos ver la importancia que tenía. Pero ese impulso de que los castellanos hacemos muchas cosas pero que luego no las ponemos en valor fue lo que realmente nos llevó a presentarla.
La convocatoria de estos y otros premios sociales se han revelado como los mejores escaparates ante el público de lo que muchos hacemos a diario para mejorar el mundo y la sociedad en la que vivimos. Sin ellos, muchas de estas iniciativas se quedarían en el ámbito local, provincial o de la comunidad autónoma, con lo que no se conocerían a nivel global. Lo que impediría que otros pudieran realizar, mejorar o cambiar estas campañas en sus respectivos ámbitos de actuación.
Esta tribuna forma parte del Dosier Corresponsables “Premios a la Innovación Social: Farmacéuticos y ODS”, en colaboración con el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF).