Durante este verano, más de 10.000 jóvenes de toda España han decidido dedicar sus vacaciones a acompañar a misioneros en diversas partes del mundo, según informó Obras Misionales Pontificias (OMP). Estos jóvenes no participaron en un voluntariado común ni en unas simples vacaciones solidarias; se embarcaron en misiones, integrándose en las comunidades locales y trabajando codo a codo con ellas.
Gabriel Rodríguez, un seminarista que pasó el verano en Mozambique, compartió que la misión fue una experiencia profundamente gratificante. Junto a Norberto Quintana, un joven del grupo Effetá, Gabriel colaboró con la delegación de misiones de la diócesis de Canarias en Songo, Mozambique. Allí, ambos trabajaron junto a los misioneros Manuel Ramírez y Alberto Font, este último con 92 años de edad y seis décadas dedicadas a la misión en Mozambique. Rodríguez describió la experiencia como “una verdadera aventura y un viaje de fe”, resaltando la dedicación inquebrantable de los misioneros que los acompañaron.
Por su parte, Lucas Ucelay, un joven de 20 años, ya ha tenido múltiples experiencias misioneras acompañando a las Misioneras de la Caridad en lugares como Cuba, Tánger y Madrid. Este verano, pasó un mes y medio en Calcuta, el hogar de las Misioneras de la Caridad, fundadas por Santa Teresa de Calcuta. Según Lucas, esta experiencia “transformó su espíritu”, tal y como expresó en un vídeo para OMP.
Matilde Díez, otra joven que ha dedicado su tercer verano consecutivo a la misión, ha acompañado al sacerdote burgalés Alfonso Tapia en la selva peruana, trabajando con niños indígenas a través de la Asociación Jatari. Matilde explicó que muchos de estos niños no hablan español y padecen problemas graves de malnutrición que afectan su desarrollo. Para ella, la misión es un acto de servicio donde “acompañamos al sacerdote y damos testimonio de Dios tanto con acciones como con palabras”.
Generosidad y entrega
José María Calderón, Director de OMP, destacó la generosidad y entrega de estos jóvenes, subrayando también el impacto transformador que estas experiencias tienen en ellos. Según Calderón, la misión no solo enriquece a los jóvenes en su fe, sino también como personas y ciudadanos.
OMP colabora con numerosas organizaciones que ofrecen a los jóvenes españoles la oportunidad de vivir experiencias misioneras durante el verano. Cada año, OMP publica la Guía Compartir la Misión, que recopila más de 70 instituciones para facilitar a los jóvenes el acceso a estas experiencias, siempre acompañadas de un proceso de formación previo.
Además, para mantener viva la vocación misionera a lo largo del año, OMP ofrece la aplicación Supergesto, disponible de forma gratuita en todas las plataformas. Esta aplicación acompaña a los jóvenes con testimonios, vídeos y podcasts, asegurando que la misión se convierta en una parte integral y continua de sus vidas.
Accede a más información responsable en nuestra biblioteca digital de publicaciones Corresponsables.