¿Cómo ha evolucionado el papel del Dirse a lo largo de los últimos años según tu experiencia?
Yo creo que el cambio ha sido muy notable. Cuando fundamos DoGood en 2019, el término que predominaba era el de Responsabilidad Social Corporativa (RSC), un concepto que, además de ser poco conocido entre el público en general, no se veía como algo estratégico para las empresas. Además, quienes contaban con un departamento o un puesto dedicado a la RSC lo enfocaban principalmente desde una perspectiva filantrópica o un “buen hacer” que raramente influía en las decisiones estratégicas.
En los últimos años hemos visto cómo la sostenibilidad ha dejado de ser un elemento periférico para convertirse en un factor clave de cualquier estrategia empresarial. Y es aquí donde entra en juego el Director de Sostenibilidad. Este rol ha pasado de ser una función secundaria a ser un actor clave en la toma de decisiones estratégicas, colaborando de manera transversal con todos los departamentos de la empresa.
Hoy en día, los directores de sostenibilidad no solo gestionan la reputación corporativa, sino que también se aseguran de que las empresas cumplan con regulaciones cada vez más estrictas en materia ESG. Y es que está claro que los indicadores clave de sostenibilidad impactan directamente en los resultados financieros, convirtiendo la sostenibilidad en un pilar fundamental para la creación de valor a largo plazo.
A día de hoy los directores de sostenibilidad tienen (o deberían tener) un alineamiento transversal con toda la organización, liderando la integración de la sostenibilidad en todas las áreas del negocio. Su capacidad para influir en la toma de decisiones y colaborar con otros departamentos es indispensable para asegurar el éxito.
¿Crees que la figura del Dirse ha ganado influencia en las juntas de alta dirección en los últimos años? ¿Por qué?
Si, sin duda la influencia del Director de Sostenibilidad ha crecido notablemente en los últimos años. Sin embargo, en mi experiencia, esto ha ocurrido principalmente en empresas que ya tienen un largo recorrido en materia de RSC y sostenibilidad. Estas empresas han pasado por un proceso de aprendizaje que les ha permitido reconocer que la sostenibilidad tiene un impacto estratégico.
En cuanto a por qué la figura del director de sostenibilidad ha ganado tanta influencia, yo creo que, por un lado, existe una creciente conciencia global sobre la urgencia del cambio climático y la necesidad de actuar, además del aumento de regulaciones en materia de ESG o las expectativas de inversores y consumidores, que han puesto la sostenibilidad en el centro de la estrategia empresarial.
Pero no solo se trata de un impacto en la cuenta de resultados actual, sino que las decisiones que se toman hoy en materia de sostenibilidad determinarán la rentabilidad y competitividad de la empresa en los próximos años. Los Directores de sostenibilidad juegan un papel estratégico al identificar riesgos y oportunidades sostenibles que no solo protegen, sino que potencian la viabilidad a largo plazo del negocio.
Por lo tanto, la figura del Director de sostenibilidad ha pasado de ser un rol consultivo a uno estratégico, influenciando directamente las decisiones más importantes en las juntas de alta dirección.
¿Qué sinergias y aportes profesionales y personales ha generado tu pertenencia a la asociación DIRSE?
Desde un punto de vista profesional, DIRSE nos ha permitido estar en contacto con una red de expertos comprometidos con el futuro de la sostenibilidad corporativa, brindándonos la oportunidad de colaborar con líderes de la industria y generar un impacto real en nuestras organizaciones y en la sociedad.
Además, estas sinergias han sido fundamentales para ampliar nuestra perspectiva, permitiéndonos abordar la sostenibilidad desde ángulos que quizás no habríamos considerado de otra manera.
A nivel personal, DIRSE ha fomentado un sentido de comunidad y pertenencia, conectándome con personas que comparten mi pasión por la sostenibilidad y mi deseo de generar un cambio positivo, lo cual me ha motivado y reafirmado en la importancia de nuestro trabajo.
¿De qué manera crees que deberían comunicarse los avances en materia de gestión responsable de las organizaciones?
Creo firmemente que las comunicaciones en materia de gestión responsable deben ser completamente transparentes, coherentes e inclusivas. Es esencial que todos los empleados estén al tanto y participen activamente en la gestión responsable de la organización. De hecho, mantener a los empleados al margen de cuestiones tan relevantes puede resultar contraproducente.
En este sentido, las empresas saben que están en el camino correcto cuando son los mismos empleados quienes comunican tanto a nivel interno como externo los avances en ESG que la compañía está logrando. Esto refleja un alto nivel de compromiso y alineamiento con los valores de la empresa, fortaleciendo la cultura organizacional y la cohesión interna.
Además, los empleados son muy conscientes de cómo se les involucra y del valor que se les atribuye en la gestión sostenible de la empresa. Con todas las tecnologías y herramientas corporativas disponibles hoy en día, es más fácil que nunca hacer de los empleados agentes activos en la estrategia de sostenibilidad.
Hoy en día, ya no es suficiente con que las empresas prometan lo que van a hacer; la credibilidad y la confianza se construyen mostrando el progreso real y cumpliendo con las promesas hechas.
Accede a más información responsable en nuestra biblioteca digital de publicaciones Corresponsables.