El cambio climático es uno de los retos más importantes a los que se enfrenta la sociedad. Tras un incremento de la temperatura media por encima de 1ºC en comparación con la temperatura media de la era preindustrial, el actual mix de consumo y producción implica una tendencia de incremento de temperatura que podría tener un impacto catastrófico en el medioambiente y en la población, empezando por quienes viven en las zonas más propensas a eventos extremos.
Este efecto dominó podría tener también un alto impacto financiero en la economía, en las compañías y en las personas. Desde el punto de vista de la sostenibilidad, la lucha contra el cambio climático es parte de nuestros compromisos para un futuro más sostenible y para nuestra gestión de riesgos hacia nuestros stakeholders.
Por este motivo es crucial que inversores institucionales, como Grupo Generali, apoyen las opciones inversoras que puedan contribuir, de manera clara y tangible, al objetivo a largo plazo de limitar el incremento de la temperatura global a 1,5ºC.
Son muchos y muy variados los acontecimientos que nos han llevado hasta aquí y uno de ellos, sin duda, ha sido el modelo de producción que hemos seguido hasta la fecha y que ha favorecido la producción en masa de multitud de productos de “usar y tirar”.
A todos nos viene a la cabeza los plásticos, pero son muchos los productos que una vez que se dañan no se reparan con el impacto que esta circunstancia tiene en el planeta tanto por la generación de residuos, emisiones y consumo de materias primas.
La economía circular puede ser una solución efectiva para cambiar este modelo y por eso, en Generali, hemos sido pioneros a la hora de definir una hoja de ruta para impulsar el desarrollo de un sistema más consciente y responsable.
Entendemos que la economía circular no solo es clave para la sostenibilidad ambiental, sino también para la sostenibilidad económica y social. Como compañía de seguros líder, tenemos la capacidad y la responsabilidad de promover esta transición para contribuir a la construcción de un futuro más sostenible.
Como gran inversor, podemos influir en nuestro entorno e influir de manera positiva en todas las áreas en las que operamos para favorecer estos cambios. No en vano la sostenibilidad tiene un papel protagonista en nuestra estrategia y hemos asumido unos compromisos muy fuertes con la reducción de emisiones y el cumplimento de los ODS. En todo ello, la economía circular tiene un papel destacado por su capacidad de dar soluciones a la necesaria transición hacia un modelo económico más sostenible.
Debemos además tener muy presente que los ciudadanos han tomado conciencia de que sus decisiones, como consumidores, tienen impacto y exigen a las empresas que les ayuden a ser más sostenibles en todos los aspectos de la vida. Por ello observamos una demanda creciente de productos que no perjudiquen al planeta.
Nosotros también estamos ya estudiando fórmulas que permitan alargar la vida útil de los productos o dar una segunda vida a los bienes que han sufrido un siniestro pero que se pueden reparar y seguir utilizando.
Para ello, hemos creado un grupo de trabajo que busca la manera de reparar, donar o reciclar materiales procedentes de los siniestros que atendemos. Por poner algún ejemplo, en el terreno de los automóviles son muchos los vehículos que padecen un siniestro que pueden tener una segunda vida si se reparan o reciclan adecuadamente. Estamos buscando fórmulas para hacerlo trabajando junto a nuestros proveedores.
También buscamos fórmulas para dar respuesta a esos clientes que prefieren que la reparación de sus bienes se realice de una manera sostenible. Se trata de medidas esenciales para acabar con la economía del “usar y tirar” y ser más responsables en el consumo de recursos.
Se trata de un desafío que debemos abordar todos: empresas, proveedores y consumidores ya que solo colaborando lograremos superar los retos que tenemos por delante.
Esta tribuna forma parte del Dosier Corresponsables: Economía Circular, impulsando el compromiso con la sostenibilidad.