A punto de que la Agenda 2030 comience su segundo tramo de andadura, Naciones Unidas ha reunido en su plenario a casi un centenar de líderes mundiales para presentar sus avances y propuestas para lo que queda de década. La Agenda 2030 ha puesto en evidencia que la forma más eficiente de dar respuesta a los retos sociales es hacerlo en colaboración. Las empresas pueden aportar mucho en este sentido, porque ofrecen know-how, eficiencia y eficacia en medio de un mundo con cada vez más desafíos sociales, riesgos globales y falta de cohesión social. Esto, además de hacer sostenible el compromiso social de las empresas, tiene una consecuencia directa en la generación de alianzas, de cadenas de valor hibrido y, en definitiva, de otro concepto que es muy relevante para la competitividad de la empresa: la colaboración.
Sin embargo, es justo decir que, a pesar de esto, aún queda camino por recorrer y que la consecución de los objetivos está aún por debajo del 20% en la mayor parte de los países desarrollados. En línea con eso, el secretario general de UN, António Guterres ha afirmado en la última cumbre que «es esencial que este foro genere los avances, el compromiso, la solidaridad y el nuevo impulso que el mundo necesita para hacer realidad la promesa de esta agenda».
El 25 de septiembre de 2015, los líderes mundiales adoptaron un conjunto de objetivos globales para acabar con la pobreza, proteger el planeta y asegurar el bienestar de la población global como parte de una nueva agenda de desarrollo sostenible, la Agenda 2030. Cada objetivo (ODS) tiene metas específicas que deben alcanzarse en los próximos 15 años. Sin embargo, la pandemia de la COVID-19, la guerra en Ucrania y otras crisis que han ido sucediéndose han frenado los avances.
Si hablamos de implicación de la alta dirección, algunos estudios apuntan a en torno a un 85% de líderes empresariales (entre más de 300 encuestados en un documento publicado por Bain & Company) establecen los asuntos sociales como preocupaciones urgentes. Los ODS han hecho una gran labor de unificar los grandes problemas globales y una importante tarea de concienciación y divulgación, pero el siguiente paso es ver cómo los están asimilando las empresas.
Al reto del cumplimiento se suma el desafío de la medición del impacto. Si solo nos quedamos en visionar los ODS que más se vinculan a nuestra estrategia, corremos el riesgo de hacer un check in the box avanzado. Es necesario analizar realmente los impactos que generamos, dónde influimos más y que esto sea un compromiso de todos.
En Fundación SERES llevamos casi 15 años trabajando para promover el compromiso de las empresas en la mejora de la sociedad con actuaciones responsables alineadas con la estrategia de la compañía y generando valor para todos. SERES es hoy el espacio de referencia para las empresas que ponen el foco en el valor de lo social y reúne a 150 empresas, de las cuales un 92% están alineadas con los ODS.
Mapa SERES de Huella Social es una metodología que cristaliza los esfuerzos para contar con una medición que analice el impacto positivo real que las empresas realizan en materia social. Está basada en estándares internacionales, lo que la hace comparable. Este análisis contempla varios ejes como el capital humano, capital social, modelo de negocio e innovación y liderazgo y gobernanza y pretende aportar claridad y rigor a la medición del impacto de los retos sociales, que actualmente no cuenta con una estandarización. Lo social se enfrenta a barreras como la falta de estandarización o la dificultad a asociarlo al campo económico. Existen iniciativas de reporting, pero siguen faltando estándares comparables que midan realmente el impacto social y lo vinculen a la rentabilidad económica.
Actualmente la agenda social gira en torno al liderazgo responsable, las iniciativas para acelerar la recuperación con modelos más inclusivos, el nuevo paradigma en el que el compromiso empresarial es un elemento primordial para los inversores en todo el mundo y herramientas que permiten comparar el impacto de las empresas. Porque solo desde el convencimiento, el nuevo liderazgo, y la necesidad de colaboración público-privada podremos alcanzar el objetivo de construir una sociedad fuerte, justa, inclusiva y llena de oportunidades para todos.
En Fundación SERES seguiremos apostando por un modelo de empresa que demuestra que es posible obtener beneficio económico a la vez que se genera un impacto positivo relevante y sostenible en la sociedad. Los objetivos ODS son componentes estratégicos importantes que impulsan los resultados financieros. Integrarlos en las organizaciones es la mejor herramienta de gestión de riesgos y optimización de oportunidades a largo plazo.