Este 24 de octubre, Día Mundial contra el Cambio Climático, nos invita a reflexionar sobre el impacto que nuestras acciones y decisiones tienen en el planeta. En un mundo cada vez más digitalizado, en el que los dispositivos electrónicos son parte esencial de nuestras vidas, la tecnología juega un papel fundamental no solo en nuestra comodidad, sino también en la lucha contra el cambio climático.
El reto de los residuos electrónicos
Con el aumento del uso de dispositivos electrónicos, también crece el desafío de gestionar los residuos que generan. Por ejemplo, si hablamos de uno de los dispositivos electrónicos más utilizado, el smartphone, el 96% de los españoles posee al menos uno, según datos de ANOVO, y la renovación de estos dispositivos ocurre en un promedio de cada 18 meses.
Esto significa que millones de dispositivos se convierten en residuos anualmente, lo que contribuye al calentamiento global al liberar emisiones de CO₂ a través de su descomposición y tratamiento inapropiado.
Es alarmante saber que los residuos electrónicos ya representan más del 2% de las emisiones globales de CO₂, una cifra que no hará más que crecer si no tomamos medidas inmediatas. Según la ONU, en 2022 se generaron 60 millones de toneladas de residuos electrónicos, y solo el 20% fue reciclado de manera adecuada.
La economía circular como solución
En ANOVO creemos firmemente que la solución está en la adopción de una economía circular, a través de la cual se pueda alargar la vida útil de los dispositivos y reducir la necesidad de fabricar nuevos productos.
La economía circular, por definición, minimiza la generación de residuos y mantiene los productos y materiales en uso durante el mayor tiempo posible. La implementación de las prácticas adecuadas en economía circular contribuye de forma directa e indirecta al logro de Objetivos de Desarrollo Sostenible. En lugar de seguir el modelo lineal de «usar y desechar», la economía circular fomenta la reutilización, el reciclaje y la regeneración de los recursos, minimizando el impacto ambiental y reduciendo la huella de carbono.
Cada dispositivo reacondicionado contribuye a que toneladas de residuos no terminen en vertederos, y mediante el uso de técnicas de bajo consumo energético y el uso responsable de materiales, podemos minimizar el uso de químicos y reducir la contaminación del aire y el suelo.
Un esfuerzo compartido: concienciación y educación
Sin embargo, el cambio no depende solo de las empresas. Es esencial que todos los actores involucrados –gobiernos, empresas y consumidores– trabajen juntos para adoptar prácticas sostenibles. Los consumidores deben ser conscientes del impacto ambiental de sus decisiones de consumo y elegir reparar antes que reemplazar. La educación es clave para fomentar una cultura de consumo más sostenible, donde los productos reacondicionados sean una opción viable y preferible.
Además, los gobiernos deben establecer políticas y regulaciones que fomenten prácticas circulares y desincentiven la producción desmedida y el desperdicio. Las empresas deben asumir la responsabilidad de diseñar productos con consideraciones de circularidad desde el principio, y los consumidores deben optar por productos y servicios que respalden este enfoque.
Tecnología como aliada en la lucha contra el cambio climático
Dicho esto, la tecnología no solo genera desafíos; también ofrece soluciones innovadoras para reducir las emisiones de carbono. Por ejemplo, a través de sensores inteligentes y análisis de datos en tiempo real, es posible optimizar el uso de energía y recursos, minimizando el desperdicio y maximizando la eficiencia. Estos avances son esenciales para crear un futuro más sostenible.
Un llamado a la acción
En este Día Mundial contra el Cambio Climático, queremos hacer un llamado a la acción para que tanto consumidores como empresas tomen decisiones más conscientes. Alargar la vida útil de los dispositivos, optar por productos reacondicionados y adoptar prácticas de reciclaje responsables son pasos esenciales para reducir nuestra huella de carbono y proteger el planeta.
El cambio climático es un reto global, pero si todos actuamos con responsabilidad, es posible mitigar sus efectos y crear un futuro más sostenible para las generaciones venideras.
En ANOVO estamos comprometidos con impulsar la transición hacia esta economía circular en el sector tecnológico. Esto implica la prolongación de la vida útil de los productos a través de reparaciones y actualizaciones, fomentando la reutilización de componentes y materiales, y garantizando un proceso de reciclaje responsable para aquellos productos que han llegado al final de su vida útil.
Esta tribuna forma parte del Dosier Corresponsables: Día Internacional contra el Cambio Climático.