En apenas un siglo, la población mundial se ha triplicado. Según datos de la ONU, el 15 de noviembre de 2022 se alcanzó la cifra récord de 8.000 millones de personas en el mundo. “Todo un hito en el desarrollo humano”, tal y como se describe en el informe de ese organismo internacional. Pues bien, de esa cantidad, alrededor del 56 % de la población mundial vive en ciudades, frente al 13% que lo hacía en el año 1900. El Banco Mundial espera que esta tendencia continúe, y que “la población urbana aumente a más del doble para 2050, momento en que casi 7 de cada 10 personas vivirán en ciudades”.
Estas cifras, más allá de asombrar y asustar, suponen un enorme reto para los habitantes de las megalópolis, pero también para las administraciones y las grandes empresas, que deben aprender a manejarlas, y a conseguir que sean lugares más accesibles, inteligentes, resilientes, inclusivos y sostenibles. En definitiva, que sean lugares más habitables y menos hostiles, tal y como se plantea en el Objetivo de Desarrollo Sostenible 11: Ciudades y Comunidades Sostenibles, según el cual, “la desigualdad y los niveles de consumo urbano de energía y de contaminación son algunos de los principales retos de las ciudades, lugares que apenas ocupan el 3% de la superficie terrestre, pero suponen entre el 60% y el 80% del consumo energético y el 75 % de las emisiones de carbono”.
Conseguirlo pasa, sin ninguna duda, por contar con un transporte público eficiente, rápido, moderno e innovador, que contribuya a que los ciudadanos dejen el vehículo privado en casa, no solo por las restricciones de las ciudades (peajes urbanos, zonas de bajas emisiones), también necesarias, sino porque se convierta en el mejor modo de llegar a la ciudad cada día, pero también de trasladarse por su interior. El transporte del futuro debe convertirse en parte esencial de la ciudad y no en un elemento externo a ella.
La solución a todas estas apuestas llega al presente y mira al futuro desde las vías del tren y del metro. Porque es el sistema de transporte más sostenible, seguro, rápido y eficiente. No hay en ninguno de estos dos casos problemas de atascos, uno de los motivos de estrés más habituales en la actualidad en las ciudades. Y eso es algo que, sin duda, los ciudadanos aprecian, como demuestra que, solo en Madrid, entre enero y agosto de 2024, se haya alcanzado la cifra de 154.921.328 viajeros en cercanías. O que Metro de Madrid, haya sido utilizado, solo en julio de este año, por casi 53 millones de personas. O que el pasado mes de abril, 42 millones de personas utilizaran el suburbano de Barcelona.
Aunque son esperanzadoras, estas cifras no pueden quedarse solo en eso. No solo tienen que significar movilidad urbana. Tienen que significar también comodidad, eficiencia y rentabilidad. Y para eso es esencial la innovación. La buena noticia es que el transporte ferroviario, el metro y el metro ligero están atravesando un profundo proceso de digitalización que servirá de punto de inflexión para conseguir que se haga realidad el transporte público que todos ansiamos. Un transporte público en el que la intermodalidad y la micromodalidad será una realidad.
Hitachi Rail pone sobre la mesa muchos de estos retos y muchas de sus soluciones para poder controlar las aglomeraciones en los andenes del metro, o desarrollando el sistema de gestión y administración de las tarjetas de transporte.
Fuera de nuestras fronteras también se están poniendo en marcha interesantes soluciones en algunas de las grandes megalópolis del mundo, como Ciudad de México. Allí, Hitachi Rail participa en el proyecto del Tren Interurbano El Insurgente, que conecta la zona metropolitana del Valle de Toluca con el poniente de la zona metropolitana del Valle de México. También la ciudad de Sidney es testigo de la innovación de Hitachi Rail, donde se trabaja en la línea SouthWest, y en la que ha entrado recientemente en funcionamiento la línea Sydney Metro City.
Son solo una serie de ejemplos que ponen de manifiesto la importancia de la tecnología de señalización, comunicaciones o sistemas de pago para facilitar cada día la movilidad de millones de ciudadanos en todo el mundo; así como la importancia de la investigación y la innovación de cara a la descarbonización de las ciudades.
Esta tribuna forma parte del Dosier Corresponsables: Día Mundial de las Ciudades 2024, en colaboración con Holcim.