Naciones Unidas aprobó en la sesión plenaria de su Asamblea General del pasado mes de abril la Resolución “Promover la economía social y solidaria para el desarrollo sostenible”[1].
La adopción por unanimidad de esta Resolución, que fue liderada por el gobierno de España en el seno de la ONU, pone de manifiesto el consenso de los Gobiernos y de las Organizaciones Internacionales sobre la relevancia de la economía social, como modelo empresarial que contribuye a un elemento central de la Agenda 2030: generar “un crecimiento económico más inclusivo y sostenible” que aporta “un nuevo equilibrio entre la eficiencia económica y la resiliencia social y ambiental que fomenta el dinamismo económico y favorece una transición digital justa y sostenible, (…)”.
Gracias a la aplicación de la Resolución en los territorios, NNUU va a visibilizar la estrecha vinculación de la economía social con la Agenda de Desarrollo Sostenible ya que el Secretario General de Naciones Unidas deberá elaborar, en colaboración con el Grupo de Trabajo Interinstitucional de las Naciones Unidas sobre la Economía Social y Solidaria (UNTFSSE)[2], un informe sobre la contribución de estas empresas a la consecución de los ODS y a una recuperación inclusiva, resiliente, sostenible y que genere empleo.
La Resolución de Naciones Unidas apuntala, en definitiva, los avances que las empresas de economía social están experimentando a nivel global. Se suma a iniciativas tan relevantes como el Plan de Acción Europeo de Economía Social que en diciembre de 2021 aprobó la Comisión Europea y que convirtió a la UE en la primera institución internacional con una estrategia propia para la economía social.
Refuerza el informe que la Organización Internacional del Comercio (el “Foro de Davos”) publicó en mayo de 2022 que vincula la economía social con el establecimiento de sociedades más resilientes e inclusivas. Asimismo, toma el relevo de la Organización Internacional de Trabajo (OIT) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) que aprobaron, respectivamente y el mismo día (10 de junio de 2022), una resolución para promover la contribución de la economía social al trabajo decente y una recomendación para impulsar sus modelos empresariales, también desde la innovación social.
Estamos, por lo tanto, en un punto de partida que abre nuevas oportunidades para un crecimiento económico inclusivo real a través de la economía social que se reforzarán con la propuesta de Recomendación de la Comisión Europea para impulsar políticas y marcos normativos favorables a la economía social en los Estados miembros de la UE.
El Consejo de la UE debatirá durante la Presidencia Europea de España esta propuesta con vistas a adoptarla antes de finales de año, y coincidiendo con la Conferencia Europea de Economía Social que el Gobierno organiza en San Sebastián los próximos días 13 y 14 de noviembre.
Este evento es un nuevo paso adelante que servirá para poner de manifiesto el papel central que la UE y las Organizaciones Internacionales otorgan a la economía social en la Agenda 2030.
Esta tribuna forma parte del Dosier Corresponsables: 8º Aniversario de los ODS, en colaboración con Metrovacesa.