En nuestra frenética cotidianidad, es fácil pasar por alto las dificultades que enfrentan muchas mujeres embarazadas y niños en diversas partes del mundo. En especial, en Latinoamérica y el Caribe la realidad es desgarradora: 255 pequeñas vidas se pierden por la falta de acceso a la atención médica adecuada durante el periodo neonatal. Una realidad que nos invita a reflexionar sobre la urgencia de abordar estas desigualdades desde la cuna.
Este año, tuve la oportunidad de presenciar de primera mano las condiciones difíciles que enfrentan las mujeres embarazadas y familias en poblaciones remotas y vulnerables. Mi visita a la selva peruana, específicamente, Loreto -viaje que realicé gracias a la alianza de Huggies y UNICEF-, me ha brindado una visión reveladora de una realidad cruda que afecta a una gran cantidad de familias en la región.
Es impactante ver cómo mujeres afrontan tantas barreras para acceder a atención adecuada, más aún durante su embarazo y parto. Pude presenciar como factores como la situación económica, y distancias geográficas eran cruciales. Esta situación me conmovió profundamente, dejándome una sensación de compromiso para abordar, con aún más conciencia, esta crisis humanitaria, priorizando la infancia temprana.
En la comunidad de Zungaracocha, pude ver de primera mano la notable labor que realiza UNICEF con apoyo de Huggies, para los cuidados de la primera infancia. Recorrimos postas, hogares, y centros de cuidados, y presenciamos las intervenciones que se realiza para ayudar que más pequeños crezcan sanos, desde capacitaciones a los profesionales de salud hasta promover mejoras en las políticas públicas.
Además, la concientización y educación del Método Mamá Canguro juega un papel importante en esta labor. Esta acción consiste en promover el contacto piel con piel entre la madre/padre y su bebé, para salvar vidas, un abrazo a la vez, ya que ayuda a regular la temperatura del recién nacido y estabilizar su frecuencia cardíaca y respiratoria. Incluso puede resultar determinante para las vidas de los prematuros, ya que también mejora su sistema inmune.
Me llena de orgullo compartir que, esta acción, sumado con los diversos esfuerzos de la alianza de Huggies y Unicef, se ha logrado un impacto tangible en la vida de más de 70 mil infantes a nivel nacional, y en los próximos tres años, tiene como objetivo llegar a 46 mil más.
Sin duda, la experiencia y acercamiento fueron reveladores, a la vez que gratificantes y motivadores para seguir avanzando y llegar a más familias. Como una marca global comprometida con un mejor cuidado para un mundo mejor, esta tarea constituye en un pilar fundamental en nuestro enfoque. Por ello, me comprometo a compartir mi experiencia con los demás, subrayando que la primera infancia representa nuestro futuro y debe ser protegida con el mayor celo.
Esta tribuna forma parte del Dosier Corresponsables: Día Mundial de la Infancia 2024