En 2050, todos los edificios de los países de la UE deberán ser de cero emisiones de carbono. La Directiva de Eficiencia Energética, aprobada por la Comisión Europa el pasado mes de mayo, establece que los edificios nuevos tendrán que alcanzar la meta net zero de aquí a 2030 y el parque ya edificado de aquí a 2050.
Se trata de un elemento clave de los objetivos energéticos y climáticos de la UE y sus esfuerzos relacionados para abandonar los combustibles fósiles, duplicar la eficiencia energética y triplicar la capacidad de energía renovable para 2030, ya que actualmente los edificios consumen más de un tercio de la energía mundial y constituyen casi el 40% de las emisiones globales. La directiva afectará a los cerca de 3,3 millones de edificios no residenciales que actualmente hay en España según los datos de la FIEC (Federación Europea de la Industria de la Construcción).
“Propietarios y gestores de edificios sólo pueden lograr una descarbonización del 100% si reducen al mismo tiempo su consumo de energía y su dependencia energética. Y aunque los requisitos varían de una empresa a otra y de un edificio a otro, es indiscutible que las emisiones netas cero únicamente se pueden lograr con tecnologías digitales inteligentes y sistemas HVAC innovadores”, destaca Andrea Vallejo, Vicepresidenta y Directora General de Johnson Controls para el Sur de Europa.
Estándares mínimos
En los edificios no residenciales, la Directiva exige unos estándares mínimos de eficiencia energética para que no excedan un consumo máximo de energía primaria o final por metro cuadrado cada año. Según el nuevo marco, los Estados miembros deben modernizar el 16% de los edificios no residenciales con peor rendimiento energético para 2030, y el 26% para 2033.
Según un estudio de Forrester Consulting, dos terceras partes de los propietarios y gestores de edificios consultados ya están encaminados hacia estos objetivos de reducción de carbono, mientras el tercio restante creen que necesitan acelerar sus esfuerzos para alcanzar cero emisiones netas en 2030.
“Al igual que sucede con los vehículos de combustión, los edificios más contaminantes -con algunas excepciones como los históricos o los lugares de culto- se enfrentan a una importante transformación. Para superar los estándares mínimos y seguir siendo funcionales, tanto los edificios existentes como los de nueva construcción requieren establecer un plan bien definido y apoyarse en nuevos modelos de gestión de sus espacios”, continúa la responsable de la compañía.
Tecnologías digitales, energía limpia y calidad del aire
Una parte integral del avance hacia emisiones netas cero consiste en implementar tecnologías inteligentes para crear un sistema de gestión de edificios más eficiente basado en información operativa interna y externa para optimizar el uso del espacio y reducir el impacto medioambiental.
La descarbonización de sistemas de calefacción y refrigeración que utilizan combustibles fósiles como el gas es otro requisito fundamental. Los planes nacionales de rehabilitación de edificios incluirán una hoja de ruta para eliminar progresivamente las calderas de combustibles fósiles de aquí a 2040.
El uso de energías renovables in situ como los paneles solares, la iluminación LED, la modernización y el reacondicionamiento de espacios con tecnologías de eficiencia energética, aislamiento y sistemas inteligentes y la utilización de materiales de construcción reciclados o con una baja huella de carbono también ayudarán a alcanzar este reto net zero.
Por primera vez, la normativa obliga también a los estados miembros a establecer normas para una calidad del aire interior saludable. Esto incluirá parámetros como la temperatura, la humedad, la tasa de ventilación y la presencia de contaminantes. Las tecnologías inteligentes, como los sistemas de automatización de edificios, se reconocen como cruciales para una supervisión y presentación de informes eficaces sobre la calidad del aire interior.
Retos y soluciones
Emprender una transformación de este tipo requiere una inversión inicial, especialmente cuando se trata de modernizar los edificios existentes. Según el citado estudio de Forrester, propietarios y gestores se enfrentan a la falta de integración de sistemas y equipos del edificio y a una capacidad limitada para analizar los datos recopilados con el fin de mejorar la eficiencia.
La clave está en apoyarse en partners especializados y adoptar tecnologías capaces de digitalizar los sistemas de los edificios, electrificarlos para acelerar la transición energética, proporcionar datos procesables y, a su vez reducir, costes. Y el primer paso consiste en integrar todos los sistemas y equipos del edificio en una misma plataforma de gestión. De hecho, el 74% de los encuestados en el informe buscan socios capaces de aportar una plataforma digital ubicua en sus edificios.
“Emprender el camino hacia edificios con cero emisiones de carbono no sólo facilitará el cumplimiento de las normativas, sino que ofrece otros beneficios a largo plazo incluyendo la reducción de costes operativos y el mayor bienestar de trabajadores y visitantes al lograr espacios más saludables”, concluye Vallejo.
Johnson Controls ofrece un conjunto integral de soluciones para respaldar el camino hacia edificios net zero, desde su plataforma OpenBlue que integra diversas tecnologías hasta soluciones HVAC, sistemas de gestión diseñados específicamente para la descarbonización y un modelo de suscripción ‘como servicio’ (Net Zero Buildings as a Service) para que las empresas puedan acceder con rapidez y flexibilidad a las últimas tecnologías de edificios inteligentes.
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