CCOO lleva colaborando con el Observatorio de RSC desde sus inicios en 2004. A lo largo de estos años, diferentes Secretarías Confederales han estado implicadas en la actividad de la asociación, debido al carácter transversal de la Responsabilidad Social de las Empresas (RSE) que el Observatorio trata de promover. Ejemplos de esta cooperación son la participación de analistas de CCOO en los informes de sostenibilidad en las empresas del IBEX 35; las jornadas, conferencias, etc., compartidas; y nuestra inclusión en la Junta Directiva, ocupando el cargo de la Vicepresidencia, de 2016 a 2020.
La aportación del Observatorio de RSC ha sido de gran interés para CCOO por muchos motivos. Uno de ellos, el de compartir intereses y objetivos comunes en el desarrollo de la RSE. Esta experiencia ha sido de gran valor a la hora de participar en otras asociaciones, como SpainSIF, en la que se promueve la Inversión Socialmente Responsable (ISR), herramienta fundamental para la RSE.
Otra de las líneas de trabajo clave del Observatorio de RSC son los informes anuales sobre sostenibilidad de las empresas del IBEX 35, reconocidos en todos los ámbitos de la RSE por su rigurosa metodología, elevada calidad y capacidad de adaptación a la evolución del entorno. Ofrecen una cobertura completa de todos los indicadores relevantes desde el punto de vista medioambiental, social y de buen gobierno y, se complementan con nuestra publicación anual sobre el IBEX 35, que analiza la evolución de indicadores de Buen Gobierno.
Por último, es importante destacar su incidencia, nacional e internacional, a través de redes como la Plataforma por las Empresas Responsables o European Coalition for Corporate Justice (ECCJ) y OECD Watch. El Observatorio de RSC ha contribuido, sin duda, a la transformación de la RSE en estos últimos años, tanto en la implementación de estas políticas por parte de las empresas como en los avances regulatorios de los últimos años. Las aportaciones realizadas, en el mismo sentido que las modificaciones reclamadas por CCOO, tanto en la transposición de la Directiva de información no financiera (2018), como en la aprobación de la Directiva de debida diligencia (2024), son ejemplos de este trabajo.
Los avances en la RSE desde 2004 son significativos. Hemos de recordar que, en esa fecha, se consideraba la RSE como algo voluntario para las empresas. La creación del Consejo Estatal de la Responsabilidad Social de las Empresas (CERSE), del que somos parte (y reclamamos su reactivación) CCOO y el Observatorio de RSC, fue un primer paso hacia la regulación y la obligatoriedad, que se materializó en la Directiva de información no financiera de las empresas (2014).
En 2022, se aprobó la Directiva sobre información corporativa en materia de sostenibilidad; y en 2024, tras largos años de implicación por parte de las organizaciones sindicales y de la sociedad civil, la Directiva sobre diligencia debida de las empresas. Dos avances relevantes respecto a la obligatoriedad de la gestión e información sostenible, así como a la verificación de la información reportada.
Se han logrado avances significativos, pero quedan muchas cuestiones por abordar: ampliar las empresas afectadas, incluir a toda la cadena de valor; eliminar la exención parcial de los sectores financieros y armamentístico en debida diligencia; reducir la discrecionalidad en la determinación de la materialidad por parte de las empresas y equiparar la relevancia, rigurosidad, exhaustividad y control de la información de sostenibilidad y financiera; así como también, seguir avanzando en la implementación de estas políticas por parte de las empresas (según el último informe del Observatorio de RSC, tan sólo 6 empresas superan los 50 puntos sobre 100).
Por tanto, aún queda un largo camino por recorrer. La RSE se define como la responsabilidad de la empresa por sus impactos en la sociedad, por lo que tendrá que estar necesariamente presente en las transiciones digital y ambiental.
El Observatorio de RSC tiene mucho que aportar en todo ello.