COP29: Avances y Desafíos en la Acción Climática desde Bakú
La COP29, celebrada en Bakú, Azerbaiyán, cerró sus sesiones con decisiones clave que, aunque insuficientes para combatir la crisis climática, sientan las bases para el avance en áreas críticas como la financiación climática, la reducción de emisiones y la gobernanza internacional. Estas resoluciones llegan en un contexto global marcado por tensiones geopolíticas, la incertidumbre del multilateralismo y la creciente urgencia de actuar frente al cambio climático.
Un entorno complejo: COP en un petroestado
Azerbaiyán, un país históricamente vinculado a la producción de petróleo, fue un anfitrión paradójico para una conferencia climática. Sus refinerías y plataformas cercanas al estadio donde se desarrolló el evento recordaron los retos inherentes a la transición energética.
Sin embargo, los acuerdos alcanzados, aunque limitados, destacaron por su pragmatismo. Entre ellos, la aprobación de metodologías para un mercado internacional de carbono y el establecimiento del Nuevo Objetivo Colectivo Cuantificado (NOCC), que fija una financiación mínima de 300.000 millones de dólares anuales hasta 2035.
Progresos destacados
- Mercado de carbono internacional: La operacionalización del Artículo 6.4 del Acuerdo de París permitirá a países y empresas utilizar créditos de carbono para cumplir objetivos de mitigación.
“Esta era una de las principales prioridades de la Presidencia para el año e impulsó a las Partes hacia este hito mediante intensas negociaciones técnicas y políticas de doble vía. Esta estrategia rompió con años de estancamiento y finaliza el último punto pendiente del Acuerdo de París”, destacó el comunicado de la organización.
El acuerdo había dado sus primeros pasos en positivo cuando, en la primera semana de la cumbre de Bakú, se logró un primer acuerdo para construir un mercado de carbono centralizado en el marco de Naciones Unidas.
El artículo 6 del Acuerdo de París insta a los países a cooperar para reducir sus emisiones de carbono; en virtud del mismo un país puede transferir a otro los créditos de carbono que haya obtenido mediante la reducción de sus emisiones.
Esto supone que los países que liberen poco C02 pueden vender derechos de emisión a quienes más generen, bajo la gestión de Naciones Unidas, con garantías de contabilidad y con registro de intercambios.
Según la presidencia de Azerbaiyán, la creación del Mercado de Carbono de la ONU podría desbloquear flujos de inversión de 250.000 millones de dólares al año, lo que podría facilitar a los países el cumplimiento de sus respectivas contribuciones climáticas nacionales (NDC) que en cumplimiento de los acuerdos climáticos habrán de ser más ambiciosas.
Aunque faltan detalles técnicos, esta herramienta estará activa en 2025.
- Financiación climática: El NOCC busca aumentar el flujo de capital hacia países en desarrollo, involucrando tanto fondos públicos como privados, y marcando un objetivo a largo plazo de 1,3 billones de dólares anuales.
Forma parte de un objetivo mayor destinar una suma total de 1,3 billones de dólares anuales para 2035, como piden los países en desarrollo, pero sobre lo que todavía las partes tienen que negociar.
El texto invita a otros países considerados “en desarrollo” por la Convención de la ONU sobre Cambio Climático (grupo en el que se incluye a China, entre otros) a colaborar a esta meta colectiva de financiación climática.
Los 250.000 millones, que suponen el “corazón” del objetivo de 1,3 billones, provendrían de fuentes públicas y privadas, incluidos los flujos de los bancos multilaterales de desarrollo.
La propuesta de la presidencia de la COP29 recoge además que esta financiación se dé en un contexto de “acción de mitigación y adaptación significativa y ambiciosa”, y con transparencia en la aplicación de los fondos.
“Dimos a todos los grupos la oportunidad de reaccionar al paquete de textos que publicamos ayer por la mañana y les agradecemos su compromiso constructivo”, alegó la presidencia azerí de la COP29 en una declaración.
Los textos actualizados forman un paquete equilibrado, por lo que la presidencia insta a las partes a estudiarlos atentamente “para allanar el camino hacia un consenso”.
La presidencia instó a las partes a que trabajen juntas para aumentar la financiación a los países en desarrollo para la acción climática, proveniente de todas las fuentes públicas y privadas.
- Informes y compromisos: Nuevas contribuciones determinadas a nivel nacional (NDCs) fueron anunciadas por países como Brasil y Reino Unido, que planea reducir sus emisiones un 81% para 2035.
Se han presentado informes clave sobre políticas climáticas. “Net Zero Policy Matters”, liderado por Helena Viñes Fiestas y Andrea Meza, analiza el avance de las políticas net zero en el G20 y profundiza en la transición justa. Catherine McKenna publicó “Integrity Matters: The Hard Work is Now”, evaluando el progreso en sostenibilidad de empresas y gobiernos subnacionales. Además, destacan los nuevos NDCs de Brasil y el compromiso del Reino Unido de reducir emisiones un 81% para 2035 frente a los niveles de 1990
Ausencias y brechas
A pesar de estos logros, la COP29 dejó pendientes temas críticos como la transición justa, la adaptación y una referencia explícita al abandono de los combustibles fósiles. Las negociaciones se vieron marcadas por tensiones políticas y la falta de consenso en varias áreas clave, como el financiamiento a gran escala.
Mirando hacia la COP30: Expectativas en Brasil
El próximo año, Belém, Brasil, acogerá la COP30, un evento que podría traer avances en temas pendientes como la adaptación y la mitigación. Aunque Brasil es uno de los mayores productores de petróleo, también cuenta con una matriz energética limpia y la Amazonia como elemento crucial para la captura de carbono.
Con el liderazgo del presidente Lula y la experiencia del país en diplomacia climática, se espera que Brasil impulse acuerdos más ambiciosos y refuerce la financiación climática para los países en desarrollo.
Más allá de las COPs
Las decisiones tomadas en Bakú subrayan la necesidad de un enfoque global coordinado, pero también evidencian que las COPs requieren una reforma profunda. Las señales y bases que generan deben traducirse en acciones concretas desde gobiernos, empresas y sociedad civil.
En un contexto donde el cambio climático es ya una realidad tangible, las energías renovables, la economía circular y la innovación tecnológica representan no solo retos, sino también oportunidades para construir un futuro sostenible.
Accede a más información responsable en nuestra biblioteca digital de publicaciones Corresponsables.