Suma Capital ha protagonizado un momento clave en la COP29 al presentar el Suma Net Zero Index (SNZI) en el pabellón español, durante la mesa redonda titulada “Los ciudadanos como agentes activos en la descarbonización“, organizada por el Gobierno de España, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico y la Fundación Biodiversidad.
El SNZI analiza las actitudes de la ciudadanía hacia la acción climática y ofrece una hoja de ruta para movilizar recursos hacia una transición energética efectiva. Durante el panel se exploraron las mejores prácticas para fomentar comportamientos sostenibles, incluyendo políticas públicas, financiación y tecnologías que mejoren la sensibilización y la participación ciudadana en la acción climática.
Este panel ha sido un buen reflejo del papel que puede tener España en la lucha global contra el cambio climático. Desde Suma Capital, subrayaron el rol y la importancia de las inversiones de impacto medio ambiental como palanca clave para movilizar recursos hacia la transición energética.
“Es fundamental priorizar un impacto real y medible focalizado en acelerar la transición energética, evitando prácticas de greenwashing que desvíen el foco de las verdaderas necesidades climáticas”, afirmó Enrique Tombas (Presidente de Suma Capital). “Solo mediante la movilización efectiva de recursos y la colaboración activa de todos los agentes podemos cerrar la brecha entre intención y acción en la lucha contra el cambio climático.”
El SNZI, alineado con las propuestas de la COP29
Las propuestas de la COP29 enfatizan la necesidad de movilizar miles de millones de dólares anuales entre 2025 y 2035 para alcanzar los objetivos climáticos globales, mediante el desarrollo de instrumentos innovadores para la financiación climática. El Suma Net Zero Index, por su parte, subraya que el 67% de los ciudadanos percibe razones económicas como la principal barrera para adoptar hábitos sostenibles.
Basado en una muestra representativa de 2.000 ciudadanos españoles, el SNZI permite identificar áreas prioritarias para intervenciones políticas y empresariales. Este enfoque es clave para cerrar la brecha entre la percepción y el impacto real de los hábitos diarios en movilidad, energía y consumo. Según el informe, aunque el 56% de los ciudadanos cree que es posible compatibilizar sostenibilidad y crecimiento económico, la reducción proyectada de la huella de carbono ciudadana (3,5%) aún está lejos del objetivo necesario del 7,6% anual para limitar el calentamiento global a 1,5 °C según los últimos datos publicados por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
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