Un mes después de la DANA que arrasó buena parte de la provincia de Valencia, un total de 120 niños y niñas del colegio Orba de Alfafar, uno de los 12 que han quedado completamente destruidos, y del colegio Castellar l’Oliveral, que acoge alumnado desplazado, participan gratuitamente en campamentos de Educo. Unos 50 niños y niñas ya han participado de esta actividad y la semana que viene lo harán el resto. “Es muy importante para todos ellos y ellas que puedan disfrutar de un tiempo de ocio y aprendizaje, en un entorno protegido, alejado de la destrucción que ha supuesto el paso de la DANA, rodeados de naturaleza. La mitad de los niños y niñas hace un mes que no van a la escuela y esta ha sido la oportunidad para reencontrarse con sus amigos y amigas, jugar, reír, tener un espacio en el que relacionarse lejos del barro, fuera de su realidad actual”, explica Pilar Orenes, directora general de esta ONG de infancia que trabaja para garantizar el derecho a la educación en 18 países, tanto en el ámbito formal como en el informal como son los campamentos de verano. Estos campamentos se han organizado juntamente con la Federación de Asociaciones de Padres y Madres del Alumnado (FAMPA). Estas dos salidas son una “prueba piloto” y la intención es que en los próximos meses puedan disfrutarlas 2.000 niños y niñas afectados por la DANA.
Los campamentos tienen una duración de cuatro días y participan alumnos y alumnas de 5º y 6º de primaria. Educo les facilita apoyo y acompañamiento psicosocial, talleres de arteterapia y actividades lúdicas. “Los niños y niñas han visto cómo ha quedado destruido su entorno, su escuela o su casa. Incluso han vivido situaciones más traumáticas como la muerte de personas cercanas. Inevitablemente, su salud emocional y mental ha quedado afectada. Por eso, este tipo de acompañamiento es imprescindible para superar el trauma y recuperarse. No solo les vamos a dar apoyo ahora, en estos primeros momentos. También estaremos más adelante con la infancia de Valencia y seguiremos trabajando por su recuperación”, afirma la directora general de la ONG, que tiene una larga trayectoria asegurando educación en contextos de emergencia. “Después de una tragedia, asegurar el bienestar de la infancia es fundamental para su presente, pero también para su futuro. Para Educo es vital que las administraciones competentes garanticen los derechos de la infancia en todas sus actuaciones, asegurando un impacto adecuado en niños, niñas y adolescentes. Por ejemplo, es urgente la reconstrucción los colegios destruidos bajo criterios de protección y poner en marcha planes de prevención de desastres. Con este objetivo, hemos trasladado recomendaciones a las administraciones que esperamos que se cumplan”.
Educo apoya a la infancia y a sus familias en países como Bangladesh, Filipinas, India o El Salvador, donde la educación se ve interrumpida por fenómenos climáticos extremos como inundaciones, olas de calor o ciclones. También en países inmersos en conflictos como Gaza, Ucrania o la región del Sahel, trabaja para que los más pequeños sean resilientes y puedan seguir sus estudios. Además, desarrolló proyectos de acompañamiento psicosocial y arteterapia en La Palma, después de la erupción del volcán.
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