¿Puede hablarnos de la Responsabilidad Social en la industria farmacéutica, de cómo ha evolucionado estos años hasta la actualidad y cuál es la dirección hacia la que se enfoca el sector?
La Responsabilidad Social Corporativa en la industria farmacéutica ha experimentado una notable evolución en las últimas décadas y hoy en día abarca desde prácticas éticas de investigación y desarrollo hasta la sostenibilidad en toda la cadena de valor buscando un impacto positivo en la sociedad.
Nuestra responsabilidad no solo radica en desarrollar fármacos innovadores, sino en garantizar que nuestras acciones generen un impacto positivo a nivel global. Esto implica llevar a cabo ensayos clínicos de manera ética y transparente, mejorar el acceso equitativo a tratamientos, promover políticas de salud que optimicen procesos asistenciales y trabajar en la sostenibilidad de los recursos en nuestros sistemas de salud.
Y es que, en este ámbito, nuestro sector es paradigmático. Según Farmaindustria, el 70% de la energía consumida por las empresas farmacéuticas en España ya proviene de fuentes renovables. Asimismo, se reciclan más de 100 gramos de medicamentos por persona al año a través de SIGRE y se ahorran 1.700 toneladas de materiales de envasado anualmente gracias al ecodiseño. Además, la innovación biomédica también contribuye a la sostenibilidad de los sistemas sanitarios: cada euro invertido en medicamentos puede generar un ahorro directo de entre 2,3 y 7,2 euros. Además, fuimos pioneros en adoptar un código de buenas prácticas hace más de dos décadas y somos los primeros en contar con un código de conducta para el tratamiento de datos personales en investigación clínica.
Mirando al futuro, la industria farmacéutica avanza hacia la integración plena de criterios ESG en sus modelos de negocio. Esto incluye reducir la huella de carbono, minimizar el impacto ambiental de la producción y distribución de medicamentos, avanzar en tecnologías limpias y promover la economía circular. Además, nuestro compromiso con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU nos impulsa a trabajar por el acceso inclusivo a la salud, la reducción de desigualdades y la mejora del bienestar global.
¿Qué iniciativas o proyectos nos podría compartir de la estrategia de Responsabilidad Social de su compañía, y cuáles son sus principales beneficios y beneficiarios? ¿Cómo ha evolucionado estos años y cuáles son actualmente sus principales áreas estratégicas?
Nuestro enfoque de la RSC tiene en cuenta a todos nuestros stakeholders: los pacientes a los que servimos, nuestros empleados, nuestros accionistas, las comunidades que nos rodean y el planeta para garantizar que nos centramos en las prioridades medioambientales, sociales y de gobernanza en las que podemos tener un mayor impacto. Estas áreas son: la innovación científica, acceso equitativo a medicamentos, compromiso con los pacientes, salud del planeta, bienestar de nuestros empleados, diversidad, equidad e inclusión (DE&I) y prácticas empresariales éticas.
En primer lugar, dentro del pilar de la innovación, nos hemos comprometido firmemente a proteger nuestro planeta mientras trabajamos para desarrollar y suministrar medicamentos a personas con enfermedades graves, porque comprendemos el vínculo intrínseco que existe entre la salud del planeta que llamamos hogar y la salud de los seres humanos que viven en él. Como prueba de ello nos hemos comprometido públicamente a establecer reducciones de emisiones a corto y largo plazo en toda la empresa consiguiendo la validación oficial, por parte de la iniciativa Science Based Targets (SBTi), de nuestros nuevos objetivos de reducción de emisiones de carbono. En concreto, nuestros objetivos de cero emisiones netas validados tiene como fin reducir las emisiones absolutas de gases de efecto invernadero de scope 1,2 y 3 en un 90% para 2045 (respecto a nuestra línea de base de 2019), de esta forma estamos alineados para cumplir los objetivos del Acuerdo de París y lograr cero emisiones netas antes de 2050.
Además, promovemos este pilar a través de CDP, organización benéfica sin ánimo de lucro que gestiona el sistema global de divulgación para que inversores, empresas, ciudades, estados y regiones gestionen sus impactos medioambientales. Nos hemos expuesto a sus calificaciones, y actualmente nuestras ratios de calificación son A en cambio climático y B en seguridad hídrica.
Por otro lado, colaboramos con nuestros proveedores para apoyar sus cambios hacia una economía baja en carbono y aspiramos a que el 60% de todos nuestros proveedores alcancen los mismos objetivos basados en la ciencia para las emisiones de carbono a los que nosotros nos hemos comprometido para 2025. Por último, también hacemos seguimiento de la huella medioambiental de nuestros medicamentos: a través de nuestra Green Product Scorecard puntuamos el comportamiento medioambiental de nuestros medicamentos en el diseño, el desarrollo y la producción, basándonos en un análisis del ciclo de vida del producto.
Dentro del pilar de medición de nuestro impacto en sostenibilidad, nuestra ambición es mejorar el rendimiento sostenible y tener un impacto positivo en la sociedad, gestionar los riesgos y oportunidades en relación con temas medioambientales, sociales y de gobernanza y ser transparentes en la forma en que nos comunicamos con nuestras partes interesadas. La mejora de las calificaciones ESG es un reflejo de ello y un reconocimiento externo.
Igualmente, y dentro de este pilar, informamos periódicamente y con transparencia sobre los progresos realizados en la consecución de nuestros objetivos para minimizar nuestra huella ambiental derivada de las emisiones de gases de efecto invernadero, la extracción de agua y los residuos generados por nuestras operaciones. Además, en España, desde 2021 se ha creado un Consejo de Sostenibilidad Interno con responsables de diversas funciones que velan por el cumplimiento, seguimiento y desarrollo de los objetivos de sostenibilidad de la afiliada, con un alto impacto local. Igualmente, en nuestro compromiso y medición de impacto medioambiental, nos certificamos en la ISO 14001 con la implementación de un Sistema de Gestión Medio Ambiental.
Por otro lado, como venimos defendiendo: nuestro papel en la sociedad es mucho más amplio que descubrir, desarrollar y fabricar tratamientos. Nos comprometemos también a garantizar el acceso de los pacientes a nuestras soluciones en el momento oportuno, a medir el progreso del acceso y la asequibilidad, y a demostrar mejor su valor para que puedan ponerse a disposición de los pacientes que las necesiten.
¿Cómo llevamos esto a la práctica? Por ejemplo, en nuestros objetivos anuales nos hacemos responsables de nuestros compromisos de acceso a los medicamentos. Para ello utilizamos dos índices de medición: por una parte, el Índice de Cobertura de Acceso, un sistema que cuenta cuántos medicamentos de UCB con autorización de comercialización han logrado un reembolso en los países donde operamos y que permite el uso por parte de los pacientes; y, por otra parte, el Índice de Tiempo de Acceso, un índice de medición con respecto al tiempo de acceso (decisiones positivas de reembolso) en comparación con la media del sector en los países en los que operamos.
Además, para todo ello colaboramos estrechamente con los sistemas y las autoridades sanitarias para establecer marcos adecuados de reembolso y fijación de precios y demostrar el valor de los medicamentos de UCB en términos de resultados y experiencia de los pacientes. El objetivo es que podamos fijar el precio de nuestros medicamentos en función de su valor para las personas con enfermedades graves, el sistema sanitario y la sociedad, y garantizar que los pacientes puedan acceder a ellos sin una carga financiera indebida.
Otro ejemplo, con respecto a medicación e impacto en este caso para abogar por el principio de transparencia, es la UCB Integrity Line: una herramienta disponible las 24 horas 7 días a la semana para que cualquier persona pueda trasladar inquietudes o preguntas sobre UCB, o informar sobre cualquier acto ilícito.
Por otro lado, promovemos RSC desde los valores de diversidad, equidad e inclusión. Hemos desarrollado nuestra hoja de ruta global de diversidad, equidad e inclusión (DE&I) para garantizar que los principios de DE&I se entretejen en el tejido de nuestra empresa y se miden en función de objetivos específicos.
Como ejemplo de este compromiso, incorporamos políticas que integren la igualdad de trato y oportunidades entre las personas como un principio estratégico de nuestra Política Corporativa y de Recursos Humanos. En esta línea, se han puesto en marcha iniciativas como un protocolo para la prevención del acoso laboral, sexual y por razón de sexo u otra discriminación, una comisión de igualdad conformada por empleados elegidos por sus compañeros e iniciativas de concienciación en colaboración con organizaciones expertas que nos ayuden a favorecer un entorno inclusivo y diverso.
También en la búsqueda de un entorno de trabajo saludable, en estos tres últimos años hemos sido certificados como Great Place To Work (GPTW) con puntuaciones ejemplares. Hemos sido reconocidos en el ranking de mejores empresas en las que trabajar en España, y considerados dentro de las 50 mejores empresas para trabajar dentro de nuestra categoría por dimensión. Con un nivel de confianza (Trust Index©) del 95%, uno de los más altos en todas las categorías de empresas.
Por último, respecto a nuestro pilar estratégico de colaboración, pensamos que a medida que nos enfrentamos a retos globales como la crisis climática y el aumento de las desigualdades sociales, la necesidad de una acción colectiva para construir un mundo más sano y justo se hace cada vez más acuciante. Creemos que el acceso a las innovaciones se basa fundamentalmente en asociaciones sólidas en todo el ecosistema sanitario.
Como ejemplo de ello en España, desde UCB junto a más de 16 organizaciones, sociedades científicas y asociaciones de pacientes, impulsamos en 2021 una plataforma colaborativa que lucha para la prevención de las fracturas osteoporóticas por fragilidad. En España se producen alrededor de 300.000 fracturas osteoporóticas al año, lo cual supone un problema de salud acuciante con una carga social y económica inasumible por nuestro sistema nacional de salud. Esta plataforma colaborativa trabaja estrechamente con expertos, gestores sanitarios y políticos para encontrar soluciones que ayuden a la prevención de la osteoporosis y las fracturas, pero también para aliviar esta enorme presión en nuestro sistema sanitario.
¿Qué importancia tiene para su entidad la comunicación de la Responsabilidad Social y cómo lo trabajan?
La comunicación de nuestra estrategia de Responsabilidad Social Corporativa es un elemento esencial para nosotros, ya que actúa como una herramienta clave para mantener la transparencia con todos nuestros grupos de interés. A través de ella, compartimos avances, reflejamos la implementación de nuestra estrategia y destacamos el valor que la RSC aporta a la sociedad. Este enfoque nos permite demostrar de manera tangible nuestro compromiso con la interconexión entre pacientes, sociedad y planeta, asegurando que nuestras acciones no solo sean sostenibles para nuestra compañía, sino también generadoras de un impacto positivo y duradero para los pacientes y el entorno en general.
Adoptamos una comunicación abierta con nuestros stakeholders, promoviendo un diálogo continuo que permita escuchar activamente sus necesidades y perspectivas. En el caso de los pacientes, esta interacción nos ayuda a identificar retos no resueltos y necesidades que van más allá de la innovación terapéutica, incorporando aspectos relacionados con la sostenibilidad y la responsabilidad social. Esta comunicación bidireccional es crucial para garantizar que nuestra estrategia esté alineada con las expectativas y prioridades de los pacientes, fomentando relaciones de confianza y colaboración que refuercen nuestro compromiso con la RSC.
¿Cuál considera que es la situación actual de la RSE en nuestro país y sus principales barreras y desafíos de futuro?
Cada vez más, las organizaciones entienden que su responsabilidad va más allá de la generación de beneficios y que su papel en la sociedad implica contribuir al bienestar social y al respeto medioambiental. La regulación de la RSC en España ha avanzado en las últimas décadas, sobre todo desde la creación del Pacto Mundial hace 20 años. No obstante, en un contexto complejo y que avanza a un ritmo muy rápido, uno de los retos será contar con más marcos reguladores que ofrezcan normas y estándares compartidos. Estos estándares nos permitirán abordar otro gran reto: la evaluación de la RSC de manera más objetiva, con índices y sistemas de medición compartidos.
Otro punto clave para el futuro a corto plazo es promover la concienciación y sensibilización sobre la importancia de la RSC entre la población. Esto incluye desde promover el consumo consciente hasta impulsar una mayor participación ciudadana en temas de sostenibilidad y ética corporativa, de modo que podamos trabajar juntos como sociedad.
Por último, la colaboración multisectorial es esencial para afrontar problemas complejos como la desigualdad social o el cambio climático. Hoy en día, las empresas no solo deben operar de forma responsable de manera individual, sino que deben colaborar con otras organizaciones, gobiernos y ONGs para potenciar el impacto de sus acciones. Esto supone superar la visión competitiva y avanzar hacia una visión de cooperación para generar cambios sistémicos.
¿Y cuáles son los próximos retos y desafíos de su organización en esta materia y cómo los piensan llevar a cabo?
De cara al futuro, en UCB mantendremos el compromiso actual con las prácticas sostenibles en todas nuestras operaciones de negocio, además de apostar por una comunicación responsable, clara y transparente con la sociedad. Para ello, más que retos, nos planteamos oportunidades hacia las que seguir avanzando. Por ejemplo, a partir de este mismo año nos alinearemos con la European Corporate Sustainability Reporting Directive (CSRD) y los European Sustainability Reporting Standards (ESRS), de modo que podamos compartir los avances de nuestros esfuerzos por la RSC desde la perspectiva unificada europea. También continuaremos apostando por nuestros 3 principales pilares de innovación, medición de impacto en sostenibilidad y colaboración, trabajando en torno a 7 objetivos: la innovación científica; la salud, seguridad y bienestar; el compromiso con los pacientes; el acceso equitativo a nuestros tratamientos; la diversidad, equidad e inclusión; el compromiso con el planeta, y las prácticas empresariales éticas.
En definitiva, actuaremos como socios no solo de la industria farmacéutica y del ecosistema de salud, sino también del conjunto del tejido empresarial en España y Europa. Desde la colaboración y la confianza en el poder de la RSC, podremos consolidar la ética y la responsabilidad como piedras angulares del ámbito empresarial.
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