La implementación de modelos respetuosos con el planeta en el día a día de las empresas es un hecho al que cada vez se suman más organizaciones de todos los ámbitos. Para abordarlo desde una perspectiva financiera, Corresponsables ha entrevistado a Cátia Alves, Directora de Sostenibilidad de Unión de Créditos Inmobiliarios (UCI), quien ha explicado la misión de UCI y el vínculo directo de su misión con la sostenibilidad y los compromisos ESG. Asímismo, Cátia también explica su labor directa en términos sostenibles, con el objetivo de integrar los conceptos ambientales, sociales y económicos en las operaciones de la compañía, además del objetivo final centrado en la sostenibilidad: alcanzar la meta de cero emisiones para 2050.
¿Cátia, podrías comentar cómo has observado los cambios en UCI hacia la sostenibilidad y la integración de los compromisos ESG a lo largo de los años? ¿Qué papel has desempeñado en este proceso?
En UCI llevamos muchos años comprometidos con la sostenibilidad, un camino que comenzamos a recorrer en 2017 trazando una hoja de ruta clara. Fue entonces cuando integramos los conceptos de sostenibilidad en nuestra estrategia y actividad de negocio, particularmente en nuestra especialización en financiación para la adquisición de vivienda y la rehabilitación del parque edificado. Desde el principio, hemos orientado a las personas a realizar una compra responsable de vivienda, con iniciativas para promover el crédito responsable o garantizar de forma eficaz la transparencia en la información sobre hipotecas, algo que posteriormente, en 2019, trajo la Ley de Contratos de Crédito Inmobiliario. Más reciente es nuestro compromiso con la descarbonización de las ciudades, desde el que promovemos que los ciudadanos y comunidades de propietarios integren los beneficios de mejorar la eficiencia de sus hogares no sólo en términos de ahorro y confort, sino de salud, bienestar y cuidado del medioambiente.
Este cambio coincidió con un movimiento clave a nivel europeo: el proyecto EeMAP (Energy Efficient Mortgages Action Plan), impulsado por la Comisión Europea y respaldado por la Federación Hipotecaria Europea. UCI se adhirió a esta iniciativa, integrando sus objetivos en nuestra estrategia corporativa. Este paso no solo significó incorporar criterios de sostenibilidad en nuestros servicios, sino también hacerlo de una forma que cale profundamente en nuestra visión y en el corazón de nuestra estrategia empresarial.
Mi misión en este proceso ha sido impulsar y trabajar transversalmente con las distintas áreas de la compañía para integrar los conceptos ESG en todas nuestras operaciones. Aunque en muchos casos se comienza por fomentar la cultura interna de sostenibilidad, en nuestro caso decidimos empezar por el negocio. Esta estrategia nos permitió evolucionar de manera natural hacia un modelo donde la sostenibilidad está plenamente integrada en nuestras acciones y decisiones.
Desde entonces, mi equipo de sostenibilidad ha desempeñado un papel fundamental para apoyar e impulsar esta transición. Hemos trabajado bajo el enfoque de ESG + B, donde la sostenibilidad se une al Business, buscando siempre que nuestros objetivos de negocio y sostenibilidad se alineen de manera coherente.
¿Cuál es tu visión sobre el compromiso de UCI con la financiación y rehabilitación sostenible de los hogares en el futuro y cómo planea liderar la empresa en este aspecto?
Como he mencionado, UCI ya lleva un recorrido importante en este ámbito. Creo que estamos en una posición destacada, ¿y por qué? Porque los indicadores actuales, como el Green Asset Ratio (GAR), que mide el porcentaje de nuestros activos verdes sobre el total de activos financiados, reflejan claramente que cada año, nuestra orientación de negocio, se está dirigiendo más hacia lo sostenible.
Hablamos de lo “verde”, de la descarbonización del parque inmobiliario, especialmente a través de nuestra línea de negocio de rehabilitación sostenible, que se enfoca en mejorar la eficiencia energética de los hogares. También, es crucial no olvidar el componente social, que está ganando cada vez más peso. Este eje social se refiere al acceso a la vivienda, a la accesibilidad en los edificios y, muy especialmente, a la accesibilidad de los jóvenes a la vivienda y a la propiedad.
Si analizamos los datos, observamos que, en términos de nuestra originación anual, casi una cuarta parte de nuestra cartera está orientada a la sostenibilidad, cubriendo tanto la parte “verde” como la parte social, ambas esenciales en nuestra estrategia.
¿Cómo describirías la importancia del trabajo en equipo y la colaboración entre diferentes áreas de la empresa para lograr los objetivos de sostenibilidad y valores ESG en la compañía?
El trabajo en equipo es fundamental, yo diría que es crucial para el éxito de cualquier proyecto o área. Y cuando hablamos de un área tan transversal como la sostenibilidad, que necesita
seguir creciendo de forma sana y estratégica, es muy importante que todas las áreas de la empresa entiendan su papel.
En esta línea, es fundamental colaborar con los equipos de Comunicación y Cultura para integrar estos temas en la empresa, en su ADN. Y también con las áreas operativas y comerciales, ya sea a través de la venta de productos sostenibles o, por ejemplo, con el consumo responsable de recursos dentro de la propia organización, así como la reducción de emisiones de CO2 o la huella de carbono.
A veces estos temas pueden parecer un poco abstractos, pero cuando te sientas y haces una lista de todo lo que impacta, te das cuenta de su importancia. Todo lo relacionado con la sostenibilidad, con los estados no financieros, tiene un papel cada vez más prioritario. Por eso, el trabajo en equipo, y que las áreas entiendan lo que se hace desde la sostenibilidad, es algo
primordial en la compañía.
¿Cómo se están preparando para cumplir con los estándares de la nueva normativa europea CSRD?
Con mucho esfuerzo, mucho trabajo y mucha dedicación. Es un tsunami normativo, no solo para nosotros, sino para todos. Es un tsunami que ha llegado para quedarse, y yo diría, para seguir sumando cada vez más. Es necesario garantizar que todos cumplan con unos estándares comunes, porque si no, cada uno seguiría actuando por su cuenta o en función de sus intereses.
Nos estamos preparando con mucho estudio, interpretando la normativa y manteniendo contacto continuo con el verificador y las consultoras. Este proceso incluye trabajar en las matrices de materialidad, identificar los riesgos y oportunidades, y aterrizar todo lo que parece más abstracto. Se trata de bajarlo a la estrategia, convertir esa estrategia en planes de acción y, finalmente, en tareas concretas.
Es un proceso que requiere desglosar todo este marco normativo para implementarlo de manera efectiva. Los equipos están muy comprometidos, trabajando intensamente para adaptarse a este cambio tan relevante.
Y, por último, ¿Cuáles son los retos y oportunidades de la nueva Bauhaus Europea y hoja de ruta de la EPBD?
El objetivo principal es descarbonizar, avanzando hacia una transición ecológica donde nadie se quede atrás. Esto significa trabajar de manera conjunta en los aspectos ambientales (E) y sociales (S), integrados y respaldados por una buena gobernanza (G). La nueva directiva europea EPBD y las iniciativas como la Nueva Bauhaus Europea buscan alinear a todos los estados miembros con una visión común: convertir a Europa en el primer continente descarbonizado, logrando cero emisiones para 2050, como ha señalado Ursula von der Leyen.
Para alcanzar este objetivo, los estados miembros deberán desarrollar planes de acción que aborden dos frentes. Por un lado, garantizar que todas las nuevas construcciones sean de cero emisiones desde el momento inicial y por otro, abordar la renovación del parque inmobiliario ya existente, que no puede simplemente descartarse. Este enfoque implica mejorar, corregir y descarbonizar las viviendas existentes para alinearlas con los estándares de sostenibilidad.
Este proceso supondrá un desafío enorme, prácticamente un tsunami en términos de renovación del parque inmobiliario en toda Europa. Sin embargo, es una oportunidad única para avanzar hacia un continente más sostenible y lograr un impacto real a nivel global. Estoy convencida de que, con una orientación clara y un objetivo final centrado en la sostenibilidad, podremos alcanzar la meta de cero emisiones para 2050.
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