SAS, empresar vinculada al sector datos e IA, ha realizado una investigación con el objetivo de analizar los cinco principales retos a los que se enfrenta el sector de los seguros en el 2025 y explica cómo ponerle solución con la ayuda de la tecnología.
La industria de los seguros está experimentando una crisis causada, entre otros motivos, por el incremento de las pólizas y las indemnizaciones debido a las pérdidas por catástrofes naturales o la presión para encontrar cobertura en mercados de alto riesgo. Frente a esta situación, algunos directivos del sector han apostado por el auge de la IA generativa para encontrar soluciones rápidas. De hecho, el 95% de las compañías españolas ya utiliza o tienen previsto adoptar la IA generativa a corto plazo, según un nuevo estudio de SAS.
“Aunque los responsables de las aseguradoras encontrarán sin duda obstáculos a medida que avancen en su madurez analítica, la IA no supone ningún inconveniente”, afirma Stu Bradley, Vicepresidente senior de Fraud & Security Intelligence en SAS. “La comprensión de las organizaciones sobre sus datos y las posibles consecuencias no deseadas de la IA es la raíz del problema. Por ello, con las adecuadas medidas de protección ética y supervisión humana, la IA fiable es una solución, que ofrece la información y la agilidad necesarias para redefinir el sector”.
Retos y soluciones para el sector de los seguros
La Ley de IA de la UE es un claro ejemplo de los primeros esfuerzos que están estableciendo las barreras de seguridad de la IA en los seguros, así como en otros sectores. Pero mientras tanto, y teniendo en cuenta que el panorama regulatorio se encuentra en constante cambio, las propias aseguradoras e insurtechs están entrando en acción con propuestas de autogobierno.
Para sentar las bases y cumplir con las normas regulatorias, la industria de los seguros debe priorizar el linaje de datos y la gobernanza dentro de sus capacidades de IA, siendo de vital importancia limpiar estos datos de errores e inconsistencias. Esto ayuda a garantizar la reutilización, mejorar la precisión en la toma de decisiones, impulsar la productividad y reforzar la fiabilidad de los resultados. Fomentar la alfabetización de datos en toda la organización será otro factor determinante para que puedan abordar, comprender y adoptar prácticas éticas de IA.
En mitad de la rápida digitalización de la industria, los gestores de riesgos están mostrando además una mayor preocupación por las consecuencias no deseadas de los algoritmos robóticos. La creación de prototipos puede parecer prometedora, pero la IA de producción requiere una infraestructura sólida para garantizar un despliegue responsable y seguro.
Es por ello por lo que SAS aconseja que las aseguradoras profundicen en la importancia de integrar la IA en sus sistemas existentes, al mismo tiempo que se alinean con una estrategia empresarial con una sólida gobernanza. También deben considerar el alcance de uso que puede llegar a tener la IA generativa más allá de los grandes modelos de lenguaje, como las aplicaciones de generación de datos sintéticos, que fortalecen la privacidad de los datos y optimizan la fijación de precios, la reserva y el modelado actuarial.
El sector tecnológico prevé que las aseguradoras pasen de ser indemnizadores reactivos a partners proactivos de sus asegurados, ya sean consumidores o empresas. De hecho, las insurtech de vanguardia y las pólizas de seguros paramétricas están operando ya en una línea similar. Gracias a la IA y a la recopilación de datos de los clientes -como los datos de salud- las aseguradoras pueden ofrecer una cobertura adecuada y proporcionar un asesoramiento personalizado, reinventando la experiencia convencional del cliente y reduciendo los pagos de pólizas
Por otro lado, montar la infraestructura tecnológica para identificar con precisión el fraude y otras amenazas sigue siendo un reto para las aseguradoras tradicionales y las insurtech. Por ello, una aseguradora digital de éxito debe gestionar los esfuerzos para captar clientes, prestarles un servicio adecuado y equilibrar los distintos tipos de riesgos que imponen, en un ecosistema integrado y basado en la nube. Al centralizar e integrar las tareas de actuarios, suscriptores y analistas de fraude, las aseguradoras pueden garantizar la obtención de beneficios con clientes adecuados al riesgo, atendiéndolos y protegiéndolos exactamente como necesitan, y a un precio que hace justicia óptima a todas las partes.
Por último, teniendo en cuenta que se prevé que la esperanza de vida mundial aumente a más de 78 años en 2050, el sector de los seguros de vida necesita crear nuevas oportunidades. Aunque las aseguradoras de vida han dependido de los bienes inmuebles comerciales para su rentabilidad durante mucho tiempo, el valor de estos activos ha caído ahora en picado. La falta de accesibilidad y la marginación histórica está provocando que muchos de los que podrían beneficiarse de una póliza, no estén asegurados. Con la incorporación de datos más precisos y fiables, la toma de decisiones sobre tarifas tomadas dentro de sus principios, y el alcance global de las plataformas digitales, las aseguradoras pueden llegar a educar y proteger a más personas.
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